La mamografía no impide el cáncer de mama, pero puede salvar vidas. Con esta prueba se pueden detectar masas en el seno cuando todavía son demasiado pequeñas para que una mujer o su médico las sientan. La detección temprana del cáncer de pecho permite que el tratamiento se inicie antes de que el cáncer se haya extendido. Por ejemplo, se ha demostrado que la mamografía reduce en un 40% el riesgo de morir por cáncer de mama en las mujeres mayores de 50. En las mujeres cuya edad está comprendida entre los 40 y los 50 la reducción del riesgo es algo menor.
Cosas fundamentales que deberías saber acerca de las mamografías:
Pueden salvar tu vida. Detectar el cáncer de mama reduce el riesgo de no superar la enfermedad en un 25-30%. Las mujeres deben comenzar a hacerse mamografías anualmente a partir de los 40 años, o antes si están en riesgo por herencias genéticas e historiales clínicas familiares. Ahora bien, algunas organizaciones recomiendan someterse a una mamografía cada dos años en vez de cada año. Existen estudios que afirman que se salvan tantas vidas, entre el 85 y el 90%, que con las revisiones anuales, pero que se reduce a la mitad la incidencia de falsos positivos.
No hay que tener miedo. La mamografía es un procedimiento rápido, dura unos 20 minutos; el malestar es mínimo para la mayoría de las mujeres. Además, es un procedimiento seguro, ya que la exposición a la radiación es mínima.
Se han difundido muchas falsas verdades sobre las mamografías en televisión y por Internet. Uno de estos mitos es que la presión de la mamografía en un tumor maligno puede empeorarlo y aumentar el riesgo de metástasis. No hay absolutamente ninguna evidencia de esta afirmación. De hecho, no realizarse una mamografía o no ejercer suficiente compresión durante la mamografía, aumenta el riesgo de un retraso en el diagnóstico, lo que resulta un enorme riesgo.
La mamografía, además del cáncer, se utiliza para detectar cualquier tipo de lesión en el tejido mamario. Muchas de las lesiones que se descubren en una mamografía son benignas: quistes, nódulos sólidos...
Todos los centros de mamografía son inspeccionados cada año. Durante la inspección, un evaluador capacitado verifica el equipo, así como la capacitación y las cualificaciones del personal del centro. También se somete a todos los centros a un extensivo proceso de acreditación. Para realizar mamografías legalmente, los centros deben estar certificados, hay un certificado que demuestra que la instalación ha sido certificada. Los usuarios deben buscar dicho certificado, el cual debe exhibirse de manera prominente.