¡Vaya mofa que puede ser Madrid si llega a formar Gobierno la señora Carmena! Sería una prueba más de la necesidad de cambiar la ley electoral con extrema urgencia. Ya no valen parches ni comentarios insulsos. Hay que actuar con contundencia y toda la prisa del mundo. En el siglo XXI no se entienden unas elecciones sin segunda vuelta, de la misma forma que es difícil entender que los gobiernos municipales o autonómicos lo sean de perdedores.

Cuando son los perdedores quienes forman equipo de gobierno, se atenta contra el deseo de la ciudadanía y la expresión de la mayoría. Si una persona es un voto, ésta da ese voto para que lo gestione alguien que le representa, pero no para que ese otro 'negocie', se corrompa con el voto o lo cambie por una poltrona. Y eso es lo que suele pasar en esta España nuestra, donde las urnas casi siempre acaban retorcidas, atropelladas, tergiversadas y corrompidas por la izquierda de colmillo retorcido. Una izquierda que ahora se completa con el socialismo bolivariano de Pablo "El Coleta". En fin, todo un circo enrarecido.

En esta ocasión --y haciendo referencia a Madrid, aunque puede servirnos para otras comunidades y ayuntamientos-- se va a producir una tremenda tropelía de trasvases de votos, apoyos infundados, negociaciones que no pueden salir bien a medio plazo, intereses de cargos, reparto de cromos y otras indignidades que en las elecciones generales costarán caro a algunas formaciones políticas.

El radicalismo de la izquierda y la ruindad que representa el PSOE acabarán adoptando pactos antinaturales y formando ayuntamientos o gobiernos autónomos que solo pueden llevar al fracaso. El PSOE --un partido perdedor y que nos metió en una crisis sin precedentes, además de arruinar a la Hacienda española-- ha comenzado a contradecirse desde el mismo momento de cerrar las urnas, de ahí que su líder esté en la picota y en Andalucía empiecen a organizarse para que su liderazgo sea efímero. Susana Díaz no soporta las insensateces y la falsedad del tal Sánchez, muy preocupado y ocupado en sacar tajada de su fracaso. Ya saben aquello de "donde dije 'digo', ahora digo 'Diego'. Esa contradicción no es patrimonio socialista, porque la formación de "El Coleta" dice unas cosas en cada comunidad, en cada momento y según la conveniencia precisa: va dando tumbos sin firmeza y pegando palos de ciego por si acierta.

En menos de un mes nos vamos a reír sin parar. Vamos a ver cómo algunos juran en Arameo por las decisiones en las que se van a ver afectados y dañados. Otros se tirarán de una oreja sin llegar a la otra porque se verán afectados sus bolsillos. Aún no han tocado pelo del poder algunas formaciones y ya hay ruido de amenazas, broncas y despropósitos. Quienes decían no ser casta, resulta que actúan igual que quienes parecían serlo: falta de transparencia, trapicheo de cargos, cambio de cromos, cordón sanitario, lucha por un sueldo fijo....

Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír, pero sí hay uno peor: aquel a quien por un oído le entra y por otro le sale. Al tiempo.