El mes de mayo se iniciaba para el BBVA con una revolución en su cúpula directiva. Carlos Torres sustituía a Ángel Cano como nuevo Consejero Delegado de la entidad, lo que se traducía en un nuevo equipo directivo para el banco presidido por Francisco González. Torres proviene de la dirección de Banca Digital del BBVA. Sin duda, un aspecto clave en su nombramiento.

La transformación digital será así la prioridad estratégica para la entidad en los próximos años. Ya no hay marcha atrás, las cosas están cambiando también para las entidades financieras. Poco después de tomar posesión de su cargo, Torres cifraba en un 30% la caída de las transacciones en oficinas en los últimos años.

Este cambio contrasta con el aumento exponencial del acceso a la banca a través de dispositivos digitales. El BBVA, de la mano de su nuevo Consejero Delegado, tratará de adaptarse a este nuevo escenario antes que la competencia. “Esto va a cambiar el negocio de arriba abajo”, expuso Torres de forma muy gráfica.

Sin embargo, los cambios en la cúpula del BBVA no tuvieron un impacto muy positivo entre los inversores. Generalmente, el nombramiento de un nuevo consejero delegado en una entidad financiera tiene una repercusión positiva en bolsa, pero en este caso fue recibido con cierta tibieza. Un dato más que revela la lenta recuperación del banco.

El BBVA se recupera, pero no lo suficiente
La entidad presidida por Francisco González es, junto al Popular, la única de las grandes que todavía no ha recuperado la capitalización que tenía en 2007, año en el que estalló la crisis financiera. Si nos fijamos en el comportamiento del Santander, su gran rival, comprobamos que la entidad dirigida por Ana Botín superó los 100.000 millones de euros de capitalización el pasado mes de abril, superando los 88.000 millones que tenía en 2007.

El BBVA, por su parte, no ha alcanzado aun los 62.000 millones que tenía en la etapa pre-crisis. Como otros bancos, también realizó ampliaciones de capital para capear el temporal. En noviembre del año pasado se realizó una ampliación de 2.000 millones de euros para afrontar la compra de parte del banco turco Garanti.

Hay que tener en cuenta que una ampliación de capital en una entidad financiera tiene diferentes repercusiones. A más acciones más capitalización bursátil, pero el valor de la acción puede verse perjudicado, que es lo que le ha sucedido a muchos bancos españoles que han acudido a la ampliación de capital en los últimos tiempos. El BBVA no ha sido una excepción.

Las agencias dan su veredicto
Estos días, Fitch ha mantenido la nota tanto al Santander como al BBVA. El notable bajo se mantiene (“A–“) lo que les sitúa por encima de la calificación de la deuda soberana española. Fitch asegura que la tendencia alcista se mantendrá en el BBVA gracias a su diversificación geográfica.

Mientras el Santander ha potenciado su negocio en Brasil, el BBVA lo ha hecho en México. En el año 2000 inició su desembarco en el país norteamericano con la compra de Bancomer, y década y media después el BBVA Bancomer es la primera entidad financiera del país.

Por su parte, la agencia Moody’s coincide en sus análisis con Fitch. La banca española se ha estabilizado y la tendencia al alza se mantendrá en el futuro. Pero no será todo lo alcista que les gustaría a los inversores. Moody’s considera que aun existen muchos activos problemáticos en balance o con baja rentabilidad.

¿Y las elecciones? Los analistas de Moody’s prefieren ser cautos y no adelantar acontecimientos. Los cambios políticos que se avecinan en España podrían tener cierta repercusión, pero todavía es pronto para valorar.

Sin embargo, el BBVA había desempolvado junto al Gobierno y al Ayuntamiento de la Comunidad de Madrid un proyecto faraónico que puede verse paralizado de nuevo. El Distrito Castellana Norte u Operación Chamartín se presentó a principios de año. La compañía al cargo del proyecto está participada en un 70% por BBVA. ¿Continuará adelante si hay cambios en el gobierno municipal?

La venta de CNVC
El último movimiento importante de BBVA ha sido la venta de su participación en el chino Citic Bank (CNCB). La entidad dirigida por Francisco González se deshizo del 5,6% por ciento del banco chino lo que repercutió en importantes plusvalías para la entidad española. Los beneficios recogidos en las últimas fechas por parte del BBVA provienen en su mayor parte de esta operación.


Fuente: Anyoption

Las acciones del BBVA han tenido un comportamiento similar a otros grandes bancos en los últimos meses. La ampliación de capital de noviembre castigó el valor de las acciones que se han ido recuperando a lo largo de estos primeros meses del año. En mayo volvió a caer ligeramente y ahora lucha por volver a los 9,50€ por acción. Como indican las grandes agencias de calificación, las perspectivas para el BBVA son estables y al alza, pero sin grandes alardes.

Aunque las acciones de la nueva directiva no verán fruto hasta dentro de unos años, aun hay muchas cosas pendientes por descubrir para el BBVA. El tiempo lo dirá.