Los británicos EDITORS cumplieron las expectativas creadas en la sala Santana de Bolueta en la jornada inaugural del festival itinerante Wintercase 2007 que se celebra en Bilbao simultáneamente con Valencia, Madrid y Barcelona.
Apetecía sobremanera acercarse a la ya casi “clásica” sala Santana, cuyo nivel de excelencia en los últimos recitales está subiendo al nivel de las endorfinas de Pocholo en una noche ibicenca, para comprobar cómo la banda originaria de Birmingham está en la vanguardia de lo último que nos llega día sí, día también.
Dentro del festival itinerante Wintercase y en su primera jornada nos decidimos a desafiar el frio reinante en la noche bilbaína para ver a los Editors y comprobar si la fama que los venía precediendo era justificada.
Y la verdad es que no nos defraudaron los británicos, tanto en su sonido post-punk, mimético a los neoyorkinos Interpol como en sus maneras sobre el escenario.
Precedidos de dos bandas americanas, los tennessianos (o debería decirse tennessiense, ayyy esas lecturas escolares de Miguel Delibes empiezan a flojear, ¡qué fue de María Moliner… Salinas!) y originales “How I became the bomb” que dejaron un buen sabor de boca con su pop pegadizo, empático y afectado en la onda mas Jarvis Cocker (nunca podremos agradecer lo suficiente al británico y sus pulp lo que supuso para nosotros ).
A destacar los atuendos recargados , pomposos y demodé total que portaban los sufridos yankees, al más puro estilo Lord Byron, Oscar Wilde y demas vacas sagradas y es que nunca viene mal saber que la sombra del dandysmo sigue siendo muy alargada.
Lo dicho, que tras los poperos ‘How I became…’ y mientras la sala iba entrando en calor (objetivo claramente imposible ante lo gélido de la noche bilbaína) aparecieron “ ‘The boxer rebellion ‘, cuyo mayor interés fue comprobar cómo a veces es mejor hacer algo simple pero bien, que tratar por todos los medios de ser enorme y quedarte a medias en casi todo. Y es que en los últimos tiempos observamos que se suceden las bandas que pretenden de la noche a la mañana convertirse en los nuevos popes y ser lo más de la originalidad y eso, amigo mío, lleva tres condiciones sine quae non, akoki: trabajo, trabajo, trabajo…
En fin, una banda más entre miles que ,eso sí, sirvió para calentar motores y que la “Fever” fuera subiendo de tono entre los asistentes (aprox. media entrada en el coloso de Bolueta ) antes de la irrupción espasmódica de Tom Smith y sus chicos.
Sí, hay que decirlo bien alto, los Editors y su sonido post-punk ochentero en clara herencia de los míticos Talking Heads del elegante y nunca bien valorado David Byrne, con dos álbumes de estudio “The black room “ y “ el reciente “An end has a start“ y en solo unos añitos se han hecho un hueco los de Birmingham en la vanguardia de bandas guitarreras de la última ola.
Con una gran voz, cruda, densa, acuchillante y penetrante, Tom Smith (qué nombre más rebuscado para un yanki ¿eh amiguetes ?) y una presencia espasmódica, sobre el escenario poblado de groupies femeninas de muy buen ver ( ecos de sociedad ) se supieron meter al publico en los pockets.
Una tras otra y entre muecas, grititos y afectaciones varias al más puro estilo Brent Anderson, exlíder de los elegantes Suede, fueron cayendo ” Blood”, “Bones”, “Spiders”, “When anger shows”, “Smokers at the hospital doors”, “Weight of the World”… dejando claro que los señores “editores” saben lo que se traen entre manos y que ,claro quedó, han pasado muchas tardes escuchando a los “Joy Division”.
Poderosas guitarras, emotivo y frenético piano en la onda “Coldplay”, estribillos que saben calar hondo en el subconsciente y en definitiva, una buena velada para abrir boca en este festi que viene a cerrar la temporada 2007, muy fructífera en cuanto a calidad y cantidad, por lo que nos toca.
Ah, por cierto, muy educado el de Birmingham agradeciendo constantemente en un tímido castellano los aplausos y vítores.
Un pero, señores organizadores, a la hora de servir consumiciones tengan en cuenta que el precio de los cubatas (7 euros) ya es bastante elevado como para que de tiempo a consumirlo sin agobios ni premuras de tiempo y es que si el local se va a cerrar en breve se debe advertir para evitar atracones posteriores (unos minutos no sirve para degustar ese manjar de dioses… y si no hay tiempo hay que avisarlo con antelación, vamos, digo yo…).
Larga vida al R,n,R cortamos y cambiamos, esperando lo mejor del grupo que nos viene a visitar este mismo sábado 24 … los épicos londinenses Bloc Party.