El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, reconoció los "tiempos difíciles" que vive y va a vivir "con más malas noticias" en los próximos meses el organismo que rige el fútbol mundial, ante el escándalo de corrupción destapado por las autoridades estadounidenses y suizas, al tiempo que apuntó que su responsabilidad es tratar de seguir en el cargo para "defender la dignidad del fútbol".

"Los eventos de ayer han arrojado una gran sombra sobre el fútbol y este Congreso. Avergonzaron y humillaron al fútbol y exigen un cambio de todos nosotros. Los próximos meses serán difíciles para FIFA. Sé que llegarán más malas noticias para nosotros. No podemos permitir que la reputación de la FIFA sea arrastrada por el barro de nuevo", explicó.

Blatter realizó el discurso de apertura del Congreso de la FIFA en Zúrich, donde espera ser reelegido este viernes por quinta vez como presidente. Tras las detenciones el miércoles de siete dirigentes de la FIFA por una trama de corrupción y sobornos, Blatter aseguró que su obligación es tratar de seguir en el cargo para realizar los cambios que necesita la entidad.

Así, el presidente de la FIFA descartó su dimisión, como piden muchas voces entre ellas las de la UEFA a través de su propio dirigente, Michel Platini, y justificó su actuación apuntando que en sus deberes no está el de "controlar a todo el mundo y en todo momento". "Sé que mucha gente me responsabiliza pero no puedo controlar a todos todo el tiempo. Si la gente actúa mal va a tratar de ocultarlo. Quiero defender la dignidad del fútbol", indicó.

Siete de los más poderosos ejecutivos del fútbol fueron arrestados el miércoles en una redada en un hotel de lujo que la FIFA utiliza para recibir a sus funcionarios. Todos ellos se enfrentan a un proceso de extradición hacia Estados Unidos bajo cargos de corrupción que investiga el FBI. Las autoridades suizas también anunciaron una investigación sobre la adjudicación de los próximos dos Mundiales que serán organizados por Rusia en el 2018 y Qatar en el 2022.

"El fútbol no puede ser la excepción a la regla, esta es nuestra responsabilidad en la FIFA, y cooperaremos si alguien está involucrado en un delito", dijo Blatter, quien ya ayer se mostró dispuesto a cooperar con las investigaciones internacionales e incluso recordó que la propia FIFA fue la que denunció unas irregularidades a finales del año pasado.

Para Blatter, las elecciones a la presidencia de la FIFA este viernes, deben ser el primer paso para recuperar la confianza perdida. "No puede haber lugar para ningún tipo de corrupción. Que éste sea el momento crucial. Se necesita hacer más para asegurarse de que todos los involucrados en el fútbol se comporten con responsabilidad y ética", señaló.

"El fútbol merece mucho más y debemos responder. Mañana, en el Congreso, comenzaremos un camino largo y difícil. Hemos perdido la confianza, al menos una parte de ella, y ahora debemos recuperarla a través de las decisiones que tomemos. No voy a permitir que la actitud de unos destruya el trabajo de muchos", finalizó.