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Juan María Leiva

La NBA no es un camino de rosas

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Tras los triunfos de la selección española de baloncesto parecía que a nuestros jugadores les iban a hacer un sitio de honor en la mejor liga del mundo, la NBA, pero, tras observar el arranque de la presente temporada, ya podemos intuir que no va a ser un camino de rosas.

En la NBA, el rendimiento y el nombre que uno se haga en la liga y en su propia franquicia van de la mano a la hora de que el ‘head coach’ decida dar minutos a uno y a otro. Y la situación de Gasol y compañía es por ahora algo precaria.

Empecemos por el caso más llamativo, el de Garbajosa. El pívot de Torrejón parece estar pagando su decisión de jugar el Europeo desoyendo los consejos de su equipo. Sam Mitchell ya no cuenta con él en las rotaciones y sólo disputa los ‘minutos de la basura’… cuando los juega. La excusa de su recuperación ya no cuela y todo apunta a un castigo de la franquicia canadiense.

Su compañero Calderón parece tener mejor posición pero se echa en falta más confianza en el base español. Como suplente de T.J. Ford, Calderón apura sus oportunidades ofreciendo grandes actuaciones que no se traducen en más minutos, a pesar de que el equipo echa en falta en ocasiones un director de juego como el español, más que un anotador como Ford.

En Memphis las cosas no están mejor. Gasol ya no es el jugador-franquicia de otros años. Desde el equipo se le achaca que su rendimiento no es el mismo de otras campañas y, además, nadie olvida sus ‘lloriqueos’ cuando el catalán quiso irse traspasado. La llegada de Milicic, más que deshaogarle del trabajo defensivo, parece emborronar y tapar al ex jugador del Barça. De todas formas, si le sale un buen partido, Pau es imparable y eso lo saben en Memphis.

El caso de Navarro es el más comprensible. A pesar de su calidad contrastada, la ‘Bomba’ es un semidesconocido en Estados Unidos. Sólo con buenos partidos irá ganando minutos y confianza. Pero para ello mucho dependerá el papel que desempeñe el equipo.

Y por último, Sergio Rodríguez. Su juventud hace que la situación sea menos preocupante, pero el bajón de juego de la gran promesa canaria ha sido evidente. En el Europeo se vio que su primer año en Pórtland no le ha sentado bien del todo y que aún debe aclimatarse. Además, la ilusión que propició su llegada le ha sumado un plus de presión que parece agarrotar al pupilo de Nate McMillan.

Lo que está claro es que la NBA es un espectáculo en el que la imagen cuenta mucho más en el plano deportivo de lo que sería lógico. Los nuestros no han empezado con buen pie pero la temporada es muy larga. Son muchos partidos y pueden darle la vuelta a la tortilla. La calidad de los nuestros debe imponerse.

La NBA no es un camino de rosas

Juan María Leiva
Juan María Leiva
jueves, 15 de noviembre de 2007, 06:08 h (CET)
Tras los triunfos de la selección española de baloncesto parecía que a nuestros jugadores les iban a hacer un sitio de honor en la mejor liga del mundo, la NBA, pero, tras observar el arranque de la presente temporada, ya podemos intuir que no va a ser un camino de rosas.

En la NBA, el rendimiento y el nombre que uno se haga en la liga y en su propia franquicia van de la mano a la hora de que el ‘head coach’ decida dar minutos a uno y a otro. Y la situación de Gasol y compañía es por ahora algo precaria.

Empecemos por el caso más llamativo, el de Garbajosa. El pívot de Torrejón parece estar pagando su decisión de jugar el Europeo desoyendo los consejos de su equipo. Sam Mitchell ya no cuenta con él en las rotaciones y sólo disputa los ‘minutos de la basura’… cuando los juega. La excusa de su recuperación ya no cuela y todo apunta a un castigo de la franquicia canadiense.

Su compañero Calderón parece tener mejor posición pero se echa en falta más confianza en el base español. Como suplente de T.J. Ford, Calderón apura sus oportunidades ofreciendo grandes actuaciones que no se traducen en más minutos, a pesar de que el equipo echa en falta en ocasiones un director de juego como el español, más que un anotador como Ford.

En Memphis las cosas no están mejor. Gasol ya no es el jugador-franquicia de otros años. Desde el equipo se le achaca que su rendimiento no es el mismo de otras campañas y, además, nadie olvida sus ‘lloriqueos’ cuando el catalán quiso irse traspasado. La llegada de Milicic, más que deshaogarle del trabajo defensivo, parece emborronar y tapar al ex jugador del Barça. De todas formas, si le sale un buen partido, Pau es imparable y eso lo saben en Memphis.

El caso de Navarro es el más comprensible. A pesar de su calidad contrastada, la ‘Bomba’ es un semidesconocido en Estados Unidos. Sólo con buenos partidos irá ganando minutos y confianza. Pero para ello mucho dependerá el papel que desempeñe el equipo.

Y por último, Sergio Rodríguez. Su juventud hace que la situación sea menos preocupante, pero el bajón de juego de la gran promesa canaria ha sido evidente. En el Europeo se vio que su primer año en Pórtland no le ha sentado bien del todo y que aún debe aclimatarse. Además, la ilusión que propició su llegada le ha sumado un plus de presión que parece agarrotar al pupilo de Nate McMillan.

Lo que está claro es que la NBA es un espectáculo en el que la imagen cuenta mucho más en el plano deportivo de lo que sería lógico. Los nuestros no han empezado con buen pie pero la temporada es muy larga. Son muchos partidos y pueden darle la vuelta a la tortilla. La calidad de los nuestros debe imponerse.

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