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Suena la alarma,
dulce sonido del fin de la enseñanza materna,
alerta roja y arde el corazón, la huida hacia aquella salida de la emergencia del mal querer.
Suena la alarma,
el tic-tac del nuevo amanecer, hoy será otro día en el necesario cambio obligado,
dos mensajes nuevos en la apretada agenda del soñador, el que emprende la carretera de su único destino.
Suena la alarma,
el cambio de hora hacia lo desconocido, nuevo rumbo en el extraño horizonte...
ese aura que limpia mi ser en el descanso del tentempié amistoso entre estas almas medio gemelas.
Suena la alarma...
alguien entra sin llamar, el intruso que robará los impulsos de los ahorros de mi agotado corazón,
se ha apagado inesperadamente este sonido que marcaba el descompasado ritmo de mi planeado sino, el luto sin más en la corneta de este último adiós.
No me casaré con la mentira, el error, la cara bonita que me dijo "amor", pero para nada lo he encontrado en él. No me casaré con los ojos claros de ese corazón que decía: ¿amarme?
Amor puro es delicada figura, gato bendito.
Dentro del marco de “Voces del Tenerife”, el poeta valenciano Ángel Padilla asistió como ponente invitado -Padilla con su literatura antiespecista- en un acto homónimo a una de sus más ambiciosas obras poéticas, “La Bella Revolución”. Más de 60 poetas se dieron cita en ese macroencuentro de poesía de la conciencia crítica. Los actos comenzaron desde el miércoles 20 de marzo hasta el domingo 24, en la ermita de San Miguel Arcángel, La Laguna, Tenerife.
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