¿Qué hacer cuando la derecha ocupa el lugar de la izquierda? Tal pregunta está llevando a la psicosis mental a Partido Socialdemócrata alemán (SPD), que ve como su socio de gobierno y tradicional oposición, la democristiana CDU-CSU, con Ángela Merkel a la cabeza complica el futuro de la socialdemocracia alemana invadiendo su espacio ideológico.
La estrategia de la CDU, amparada en una encubierta política de consenso necesaria para los alemanes y alemanas, es robar el espacio ideológico de centro a sus rivales socialdemócratas y aglutinar así para las próximas elecciones un electorado mucho mayor. Al más puro estilo español y de transición la CDU pretende convertirse en un partido de familias de diferente naturaleza ideológica, tal y como hiciera la UCD de Adolfo Suárez.
Frente a esta situación al Partido Socialdemócrata alemán no le han quedado más opciones que realizar un viraje hacia la izquierda, a sabiendas de que la lucha con Merkel por el espacio definido como centro lo tiene perdido. Este viraje a la izquierda incluye la resucitación de términos como “socialismo” frente al actual “socialdemocracia”. Una vuelta de tuerca en los discursos que no cambiara nada en la praxis política.
Ni Ángela Merkel, ni la socialdemocracia de Beck van a cambiar su forma de pensar y mucho menos su forma de actuar. La estrategia electoral y el miedo a perder cotas de poder son los únicos motores del cambio de ambos partidos.
Curiosamente, y a la estela de los democristianos alemanes, está el Partido Popular y su nuevo discurso. Parecía que aún perduraba en mi siesta, cuando hace escasos días escuchaba a Mariano Rajoy hablar sobre un “nuevo consenso” y de aparcar cuestiones secundarias para afrontar los verdaderos problemas de las personas como el paro, la vivienda, los accesos sociales y los salarios, ¡Rajoy hablando de progreso!. ¿A quien pretenden engañar?. Ahora debemos creernos que Rajoy, el mismo que se manifiesta en contra de los matrimonios entre homosexuales, en contra del Estatut de Catalunya, en contra de la “memoria histórica”, el mismo que ha hecho de la legislatura, 4 años cargados de oposición desleal y muy poco democrática, es ahora un señor de consenso y progreso.
Señores, Rajoy representa el continuismo con una época retrógrada, conservadora y ultranacionalista. Rajoy representa y representará toda su vida la cara más oscura de una España que no acepta que los inmigrantes son personas antes que razas; que los homosexuales son personas antes que condiciones sexuales; que las personas que perdieron a sus familiares en la Guerra Civil tienen derecho a saber donde están enterrados sus cuerpos; que los vascos tenemos derecho a decidir nuestro futuro.
Este Rajoy es el que ahora se erige tras la bandera del consenso y del progreso. Demagogia con un claro objetivo: alcanzar La Moncloa a finales de marzo. Nada va a cambiar en la estructura hierática del Partido Popular, ni giros hacia el centro ni guiños al consenso, por muchas palabras que suelten en sus discursos. ¿Qué consenso Rajoy? ¿Catalanes, vascos, gallegos? Tu política de confrontación no ha provocado sino tu aislamiento político. Difícilmente vas a encontrar amigos en el camino para tu apuesta de “una España, grande e indivisible”. Los ciudadanos y ciudadanas son lo suficientemente listos para atisbar que el cambio en tu discurso es sólo eso, un cambio de palabras con un mismo fondo. Ya nos intentasteis engañar hace cuatro años con la autoría de los trágicos atentados del 11-M.