La principal central sindical opositora de Argentina ha dicho este jueves
que se sumará en junio a una huelga general anunciada por gremios del
transporte, que reclaman fuertes aumentos salariales y una bajada del
impuesto a los sueldos con el objetivo de paliar los efectos de la elevada
inflación.
La medida, que aún no tiene fecha definida, fue anunciada por los
sindicatos de transporte y la Confederación General del Trabajo (CGT),
que ya realizaron un paro general a finales de marzo, cuando
comenzaban las negociaciones salariales entre gremios y empleadores
que poco han avanzado desde entonces.
En esa oportunidad, la medida de fuerza afectó principalmente al transporte público de pasajeros y de cargas, al transporte aéreo, a bancos, gasolineras y puertos.
Una portavoz de la CGT ha confirmado a Reuters la medida de fuerza, que ha sido
lanzada debido al "creciente malestar que atraviesa la mayoría de los gremios".
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció este mes una rebaja en el
Impuesto a las Ganancias que grava salarios altos y medios para calmar a los
sindicatos, pero la mayor parte de los dirigentes gremiales consideró demasiado exigua la
reducción.
La inflación fue superior al 30 por ciento el año pasado, según muchos economistas
privados, y para este año la proyección está sobre el 20 por ciento en medio de un
estancamiento de la actividad económica por falta de divisas para financiar la producción