Curro Díaz hizo lo de mayor altura de esta feria. Su clase y elegancia en el ruedo no tuvieron rival, fue la naturalidad personificada. Sencillez y finura, condiciones estas que aliñadas con la de la firmeza recrearon una verdadera obra de arte. El torero jiennense despertó a San Miguel con tres series en redondo, un trincherazo de cartel, otro ayudado por bajo y un derechazo enorme. Precioso preámbulo de la gran faena al cuarto. Y como se viviría la faena que hasta se gritó ¡Viva el Rey de España! Siempre con la derecha intercalando las trincheras con los de pecho, bajo el suave compás de un privilegiado tocado por la aurora, avanzó su toreo pinturero. Lo de la espada del maestro son como las campanas de Linares que repican noche y día para despertarnos de un sueño rosas y jazmín. Y es que cuando torea Curro la reina de los toreros llora lágrimas amargas por no verlo morir... Otro torero de cabeza a la próxima Feria de Abril.
Miguel Ángel Perera dió un susto al miedo. Como un rayo se le atravesó el primero y el pacense ni se inmutó. No se puede pedir más, estuvo hecho un torero de ley dibujando dos series en su primero tan llenas de valor como técnica que hicieron por sí solas descubrirse al más purista. Estocada de la Feria y casi del año. En el quinto un toro con más pena que gloria volvió al traspasar el terreno prohibido dando otra lección de torería y magisterio. Perera sale revalorizado por meritos propios.
Salvador Cortés lidió el peor lote y salió casi de puntillas por la plaza esperando la gran oportunidad del 12 de octubre para relanzar su carrera. Entonces será la fecha de enfadarse con los de Gerardo Ortega y ocupar el lugar que bien merece.
Ficha técnica
Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. Domingo 30 de septiembre de 2007. Segunda y última de la Feria de San Miguel. En tarde espléndida y más de tres cuartos en los tendidos se lidiaron seis toros de Alcurrucén bien presentados y de escaso juego salvo el cuarto. Primero tardo y sin clase, segundo manso y complicado; tercero, quinto y sexto descastados; y cuarto de mayor calidad.
- Curro Díaz, de rosa y oro. Ovación y vuelta al ruedo.
- Miguel Ángel Perera, de verde botella y oro. Oreja y palmas tras aviso.
- Salvador Cortés, de rioja y oro. Silencio en ambos.