Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas a un ex guerrillero
Sor Clara Tricio

Sin temer al tropiezo

|

Querido Efraín: Con toda razón se promete a los limpios de corazón la bienaventuranza de que “ellos verán a Dios”, de la visión divina. Nunca una vida manchada podrá contemplar el esplendor de la luz verdadera, pues aquello mismo que constituirá el gozo de las almas limpias será el castigo de las que estén manchadas. Que huyan, pues, las tinieblas de la vanidad terrena y que los ojos del alma se purifiquen de las inmundicias del pecado, para que así puedan saciarse gozando en paz de la magnífica visión de Dios.

Pero para merecer este don, según reflexiona San León Magno, es necesario lo que a continuación sigue: Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán “hijos de Dios”. Esta bienaventuranza no puede referirse a cualquier clase de concordia o armonía humana, sino que debe entenderse precisamente de aquella a la que alude el Apóstol cuando dice: “Estad en paz con Dios”, o a la que se refiere el salmista al afirmar: Mucha paz tienen los que aman tus leyes Señor, y nada los hace tropezar.

Esta paz no se logra con los lazos de la más íntima amistad, ni con una profunda semejanza de carácter, si todo ello no está fundamentado en una total comunión de nuestra voluntad con la voluntad de Dios. Una amistad fundada en deseos pecaminosos, en pactos que arrancan de la injusticia y en el acuerdo que parte de los vicios nada tiene que ver con el logro de esta paz. El amor del mundo y el amor de Dios no concuerdan entre sí, ni puede uno tener su parte entre los hijos de Dios si no se ha separado antes del consorcio de los que viven según la supremacía de lo material. Mas, los que sin cesar se esfuerzan por mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz, jamás se apartan de la ley divina, diciendo, por ello, fielmente en la oración: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.

Estos son los que obran la paz, éstos los que viven unánimes y concordes, y por ello merecen ser llamados con el nombre eterno de hijos de Dios y coherederos con Cristo. Todo ello lo realiza el amor de Dios y el amor del prójimo, y de tal manera lo realiza, que ya no sienten ninguna adversidad ni temen ningún tropiezo, sino que, superado el combate contra todas las tentaciones, confían tranquilamente en la paz de Dios.

Os envío los mejores deseos, y con la esperanza de que sigáis todos bien, recibir un cariñoso saludo, CTA.

Sin temer al tropiezo

Sor Clara Tricio
Sor Clara Tricio
domingo, 16 de septiembre de 2007, 22:03 h (CET)
Querido Efraín: Con toda razón se promete a los limpios de corazón la bienaventuranza de que “ellos verán a Dios”, de la visión divina. Nunca una vida manchada podrá contemplar el esplendor de la luz verdadera, pues aquello mismo que constituirá el gozo de las almas limpias será el castigo de las que estén manchadas. Que huyan, pues, las tinieblas de la vanidad terrena y que los ojos del alma se purifiquen de las inmundicias del pecado, para que así puedan saciarse gozando en paz de la magnífica visión de Dios.

Pero para merecer este don, según reflexiona San León Magno, es necesario lo que a continuación sigue: Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán “hijos de Dios”. Esta bienaventuranza no puede referirse a cualquier clase de concordia o armonía humana, sino que debe entenderse precisamente de aquella a la que alude el Apóstol cuando dice: “Estad en paz con Dios”, o a la que se refiere el salmista al afirmar: Mucha paz tienen los que aman tus leyes Señor, y nada los hace tropezar.

Esta paz no se logra con los lazos de la más íntima amistad, ni con una profunda semejanza de carácter, si todo ello no está fundamentado en una total comunión de nuestra voluntad con la voluntad de Dios. Una amistad fundada en deseos pecaminosos, en pactos que arrancan de la injusticia y en el acuerdo que parte de los vicios nada tiene que ver con el logro de esta paz. El amor del mundo y el amor de Dios no concuerdan entre sí, ni puede uno tener su parte entre los hijos de Dios si no se ha separado antes del consorcio de los que viven según la supremacía de lo material. Mas, los que sin cesar se esfuerzan por mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz, jamás se apartan de la ley divina, diciendo, por ello, fielmente en la oración: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.

Estos son los que obran la paz, éstos los que viven unánimes y concordes, y por ello merecen ser llamados con el nombre eterno de hijos de Dios y coherederos con Cristo. Todo ello lo realiza el amor de Dios y el amor del prójimo, y de tal manera lo realiza, que ya no sienten ninguna adversidad ni temen ningún tropiezo, sino que, superado el combate contra todas las tentaciones, confían tranquilamente en la paz de Dios.

Os envío los mejores deseos, y con la esperanza de que sigáis todos bien, recibir un cariñoso saludo, CTA.

Noticias relacionadas

La libertad de expresión es un derecho fundamental que abarca las libertades de opinión, información y prensa, es esencial para ejercer otros derechos humanos y participar activamente en una sociedad libre y democrática, pero lo mismo en España que toda Europa, este derecho se enfrenta a desafíos y tensiones debido a la censura y a las restricciones.

Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.

Pedro Sánchez habría dado por amortizada la actual legislatura y, con un golpe de efecto, anunciará presumiblemente el 29 de abril el adelanto de las Elecciones Generales para el próximo otoño, con la esperanza de renacer cual Ave Fénix y obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de la efímera candidatura unitaria de izquierdas Sumar y con apoyos externos de los grupos nacionalistas periféricos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto