Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Cine
Etiquetas | Crítica de cine
Pelayo López

'El ultimátum de Bourne': espera lo mejor, prevé lo peor

|

Franqueza ante todo, la misma que llevaba buscando desde hace años nuestro protagonista y que, además de viajes, tantos quebraderos de cabeza, nunca mejor dicho, le han hecho padecer. ¿Habrá cuarta y nueva “secuela” de este espía amnésico que ha “finalizado” ya su particular cuenta atrás?. Si por mi fuese, está claro, tanto como el cristalino y acuoso final de la película, que el expediente de Jason Bourne se ha cerrado para siempre. De hecho, las novelas del ya fallecido Robert Ludlum, en las que se basan sus ahora cinematográficos episodios, conformaban únicamente una trilogía. Sin embargo, las “imaginativas” mentes de Hollywood, sobre todo pensando en las arcas llenas que les ofrece en cada unos de sus pasos por la gran pantalla, son capaces de cualquier cosa, y eso no deja demasiado espacio al optimismo. Las resurrecciones son algo tan improbable como imprevisible, así que espero que este “nuevo clásico” del cine de espías haya tocado a su fin y le apliquen la jubilación anticipada, merecida y reclamada.

Este chico, asesino a sueldo redimido en insurgente contra sus propios jefes que va creando escuela entre los suyos, además de a su chica, ha perdido su identidad. En su camino por recobrarse a si mismo, el personaje interpretado por Matt Damon no dejará títere con cabeza entre aquellos que se cruzan en su camino. Tras El caso Bourne, donde nosotros le conocimos y él descubrió que algo no iba bien, y El mito Bourne, donde se forjó la leyenda y la fama del personaje, ahora llega su última palabra y deja de ser, utilizando las siglas tan de moda, JB para reencontrarse como DW. Curioso que JB también pueda ser James Bond. 007 ha bebido igualmente mucho en su último capítulo de la esencia de Bourne. Sólo hace falta echarle un vistazo a la elección del nuevo agente doble 0. Daniel Craig ya no es el típico seductor capaz de dar golpes sino más bien lo contrario, un espía capaz de apañárselas en cualquier tipo de situación, incluidas las amatorias.

La tendencia en la saga ha sido la constante evolución que le ha permitido mantenerse en un notable alto, sobre todo por la capacidad para la mezcla y la impresionante planificación. El director, Paul Greengrass, que repite por segunda vez en la franquicia tras su anterior rodaje, condensa cine de acción e intriga de manera memorable, y lo hace además aplicando un arma de doble filo que ya utilizó en United 93. En el primer caso consigue de nuevo el espíritu del cine de género de hace 25 o 30 años que tenía por escenario preferente Berlín, mientras que en el segundo nos ofrece, no me he vuelto loco con este juego de palabras, equilibrados movimientos desequilibrantes con su cámara al hombro -a costa eso sí de proporcionarnos algún que otro mareo por su abuso prolongado-. La fórmula perfecta la ha encontrado el realizador dividiendo la cinta en las 3 clásicas proporciones y, a su vez, cada una de ellas en una fase de adrenalina y otra de reposo en la que la intriga sigue su curso. El planteamiento nos lleva a Londres con el descubrimiento de una nueva fuente, el nudo a Tánger para encontrarse con ella y el desenlace a Nueva York para ponerse cara a cara con sus objetivos. Cada porción tiene su persecución. Si bien seguramente os resultarán a la mayoría más espectaculares la segunda -a moto y por los tejados- y la tercera -en coche-, yo particularmente me quedo con la primera –dentro de una estación-. ¡Impresionante!.

Indiscutiblemente, JB es Matt Damon, quien últimamente se pasa la vida interpretando a ladrones de guante blanco junto a Clooney y Pitt o a este hombre desmemoriado. El actor, de quien se dice es la estrella más rentable, ha conseguido tal grado de mimetismo que a veces la frialdad no se sabe si procede del actor o del personaje. Damon es uno de esos actores que parece daría más en el cine independiente en el que tan poco se prodiga. Emociones aquí pocas, las justas, aunque el derroche físico desplegado no se lo puede negar nadie. Sus aliadas femeninas son la esperanzadora Julia Stiles –actriz que promete y que ha dejado por fin de lado su paso por cintas adolescentes para reverlarse en Verdades ocultas- y la siempre magnífica Joan Allen –una vez más resistiéndose a lo establecido como en Candidata al poder-. Sus enemigos David Strathaim –ya no es el bueno como en Buenas noches y buena suerte-, y los solventes veteranos Scott Glenn y Albert Finney. Guiño patrio, además de la presencia madrileña, con Daniel Bruhl como el hermano de Franka Potente.

A pesar de que el puzzle parece estar completo –y eso que se lo han puesto difícil cambiando de apariencia el programa experimental-, hay aún varias cuestiones inconclusas. Por ejemplo, esa insinuada historia de amor pasada entre Damon y Stiles o, más interesante aún, rematar la aclaración de quién es y cómo entró en la agencia JB con el motivo que le empujó a hacerlo y que aún queda en el aire. ¡Vaya!. Se me han escapado ideas para una futurible entrega y es que, siguiendo el principal consejo de uno de los espías de la película: espera lo mejor y prevé lo peor.

FICHA TÉCNICA
- Calificación: 3,5
- Director: Paul Greengrass.
- Reparto: Matt Damon, Joan Allen, David Strathaim, Julia Stiles, Paddy Considine, Scott Glenn y Albert Finney.

'El ultimátum de Bourne': espera lo mejor, prevé lo peor

Pelayo López
Pelayo López
jueves, 29 de noviembre de 2007, 04:57 h (CET)
Franqueza ante todo, la misma que llevaba buscando desde hace años nuestro protagonista y que, además de viajes, tantos quebraderos de cabeza, nunca mejor dicho, le han hecho padecer. ¿Habrá cuarta y nueva “secuela” de este espía amnésico que ha “finalizado” ya su particular cuenta atrás?. Si por mi fuese, está claro, tanto como el cristalino y acuoso final de la película, que el expediente de Jason Bourne se ha cerrado para siempre. De hecho, las novelas del ya fallecido Robert Ludlum, en las que se basan sus ahora cinematográficos episodios, conformaban únicamente una trilogía. Sin embargo, las “imaginativas” mentes de Hollywood, sobre todo pensando en las arcas llenas que les ofrece en cada unos de sus pasos por la gran pantalla, son capaces de cualquier cosa, y eso no deja demasiado espacio al optimismo. Las resurrecciones son algo tan improbable como imprevisible, así que espero que este “nuevo clásico” del cine de espías haya tocado a su fin y le apliquen la jubilación anticipada, merecida y reclamada.

Este chico, asesino a sueldo redimido en insurgente contra sus propios jefes que va creando escuela entre los suyos, además de a su chica, ha perdido su identidad. En su camino por recobrarse a si mismo, el personaje interpretado por Matt Damon no dejará títere con cabeza entre aquellos que se cruzan en su camino. Tras El caso Bourne, donde nosotros le conocimos y él descubrió que algo no iba bien, y El mito Bourne, donde se forjó la leyenda y la fama del personaje, ahora llega su última palabra y deja de ser, utilizando las siglas tan de moda, JB para reencontrarse como DW. Curioso que JB también pueda ser James Bond. 007 ha bebido igualmente mucho en su último capítulo de la esencia de Bourne. Sólo hace falta echarle un vistazo a la elección del nuevo agente doble 0. Daniel Craig ya no es el típico seductor capaz de dar golpes sino más bien lo contrario, un espía capaz de apañárselas en cualquier tipo de situación, incluidas las amatorias.

La tendencia en la saga ha sido la constante evolución que le ha permitido mantenerse en un notable alto, sobre todo por la capacidad para la mezcla y la impresionante planificación. El director, Paul Greengrass, que repite por segunda vez en la franquicia tras su anterior rodaje, condensa cine de acción e intriga de manera memorable, y lo hace además aplicando un arma de doble filo que ya utilizó en United 93. En el primer caso consigue de nuevo el espíritu del cine de género de hace 25 o 30 años que tenía por escenario preferente Berlín, mientras que en el segundo nos ofrece, no me he vuelto loco con este juego de palabras, equilibrados movimientos desequilibrantes con su cámara al hombro -a costa eso sí de proporcionarnos algún que otro mareo por su abuso prolongado-. La fórmula perfecta la ha encontrado el realizador dividiendo la cinta en las 3 clásicas proporciones y, a su vez, cada una de ellas en una fase de adrenalina y otra de reposo en la que la intriga sigue su curso. El planteamiento nos lleva a Londres con el descubrimiento de una nueva fuente, el nudo a Tánger para encontrarse con ella y el desenlace a Nueva York para ponerse cara a cara con sus objetivos. Cada porción tiene su persecución. Si bien seguramente os resultarán a la mayoría más espectaculares la segunda -a moto y por los tejados- y la tercera -en coche-, yo particularmente me quedo con la primera –dentro de una estación-. ¡Impresionante!.

Indiscutiblemente, JB es Matt Damon, quien últimamente se pasa la vida interpretando a ladrones de guante blanco junto a Clooney y Pitt o a este hombre desmemoriado. El actor, de quien se dice es la estrella más rentable, ha conseguido tal grado de mimetismo que a veces la frialdad no se sabe si procede del actor o del personaje. Damon es uno de esos actores que parece daría más en el cine independiente en el que tan poco se prodiga. Emociones aquí pocas, las justas, aunque el derroche físico desplegado no se lo puede negar nadie. Sus aliadas femeninas son la esperanzadora Julia Stiles –actriz que promete y que ha dejado por fin de lado su paso por cintas adolescentes para reverlarse en Verdades ocultas- y la siempre magnífica Joan Allen –una vez más resistiéndose a lo establecido como en Candidata al poder-. Sus enemigos David Strathaim –ya no es el bueno como en Buenas noches y buena suerte-, y los solventes veteranos Scott Glenn y Albert Finney. Guiño patrio, además de la presencia madrileña, con Daniel Bruhl como el hermano de Franka Potente.

A pesar de que el puzzle parece estar completo –y eso que se lo han puesto difícil cambiando de apariencia el programa experimental-, hay aún varias cuestiones inconclusas. Por ejemplo, esa insinuada historia de amor pasada entre Damon y Stiles o, más interesante aún, rematar la aclaración de quién es y cómo entró en la agencia JB con el motivo que le empujó a hacerlo y que aún queda en el aire. ¡Vaya!. Se me han escapado ideas para una futurible entrega y es que, siguiendo el principal consejo de uno de los espías de la película: espera lo mejor y prevé lo peor.

FICHA TÉCNICA
- Calificación: 3,5
- Director: Paul Greengrass.
- Reparto: Matt Damon, Joan Allen, David Strathaim, Julia Stiles, Paddy Considine, Scott Glenn y Albert Finney.

Noticias relacionadas

El primer largometraje escrito y dirigido por Estibaliz Urresola Solaguren, 20.000 especies de abejas, se ha impuesto en las cuatro categorías a las que optaba en la XI edición de los Premios Platino Xcaret: Mejor ópera prima de ficción Iberoamericana, Mejor interpretación femenina de reparto para Ane Gabarain, Mejor guion para Estibaliz Urresola y Premio PLATINO al cine y educación en valores.

Filmin estrena el próximo viernes 26 de abril, en exclusiva en España, el documental "Cinéma Laika", dirigido por el croata afincado en Francia Veljko Vidak. La película recorre el proceso de construcción del Kino Laika, una sala de cine construida en una antigua fábrica en Karkkila, un pueblo finlandés de apenas 9.000 habitantes.

La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid lanza la tercera edición de SOCINE, el Festival Internacional UEMC de Cine Social Universitario, que en esta ocasión contará con nuevas categorías y premios. SOCINE, el primer festival de estas características que se celebra en España, amplía sus reconocimientos no solo a los cortometrajes, sino también a los integrantes de los equipos de filmación (mejor dirección, guion e interpretación).

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto