Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Cine
Etiquetas | Crítica de cine | Películas
'Mandarinas', coproducción estonio-georgiana nominada al Óscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa.

El absurdo de la guerra

|

1992. En plena guerra de Abjasia, Ivo (Lembit Ulfsak), un viejo carpintero estonio que ayuda a su vecino Margus (Elmo Nüganen) con la cosecha de mandarinas, recoge en su casa a dos soldados heridos pertenecientes a bandos enfrentados.

0605152

Hermosa y sencilla. Películas como Mandariinid, del realizador georgiano Zaza Urushadze, nos muestran que el ser humano está, o debería estar, por encima de sus diferencias étnicas, políticas o religiosas. El filme se ambienta en una zona rural situada al oeste de Georgia a principios de los años noventa, cuando la provincia separatista de Abjasia declaró su independencia, lo que dio lugar a un conflicto armado entre abjasios y georgianos.

Más que sobre la guerra en sí, la cual se deja en un segundo término, Mandarinas reflexiona sobre las consecuencias de ésta: la muerte, la destrucción, el odio, la pérdida y la soledad. El personaje de Ivo (soberbia interpretación del desconocido Lembit Ulfsak), inolvidable por su humanidad, sentido común y madurez vital, actuará como involuntario mediador entre dos enemigos aparentemente irreconciliables que se ven obligados a convivir bajo el mismo techo durante unas semanas: un mercenario checheno defensor de la causa abjasia (Giorgi Nakashidze) y un soldado georgiano contrario a ella (Misha Meskhi). El inteligente guión de Zaza Urushadze, que resalta el valor de la convivencia entre los hombres, huye de planteamientos maniqueos, de modo que en la historia no hay buenos ni malos, y sí individuos corrientes a los que el absurdo conflicto hace cometer atrocidades que en ningún otro contexto llevarían a cabo. Si bien es cierto que el desarrollo de la cinta puede resultar algo previsible, y quizá se eche en falta una mayor profundización de caracteres, todo queda compensado por el humanismo de un discurso humilde, carente de pretensiones.

En el plano formal, destacan la sobriedad de la puesta en escena, la bonita fotografía de exteriores y los lentos desplazamientos de una cámara que rara vez permanece quieta. Por último, destacar también la conmovedora y melancólica partitura de Niaz Diasamidze, colofón musical a esta pequeña gran obra.

El absurdo de la guerra

'Mandarinas', coproducción estonio-georgiana nominada al Óscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa.
Ricardo Pérez
martes, 5 de mayo de 2015, 19:49 h (CET)
1992. En plena guerra de Abjasia, Ivo (Lembit Ulfsak), un viejo carpintero estonio que ayuda a su vecino Margus (Elmo Nüganen) con la cosecha de mandarinas, recoge en su casa a dos soldados heridos pertenecientes a bandos enfrentados.

0605152

Hermosa y sencilla. Películas como Mandariinid, del realizador georgiano Zaza Urushadze, nos muestran que el ser humano está, o debería estar, por encima de sus diferencias étnicas, políticas o religiosas. El filme se ambienta en una zona rural situada al oeste de Georgia a principios de los años noventa, cuando la provincia separatista de Abjasia declaró su independencia, lo que dio lugar a un conflicto armado entre abjasios y georgianos.

Más que sobre la guerra en sí, la cual se deja en un segundo término, Mandarinas reflexiona sobre las consecuencias de ésta: la muerte, la destrucción, el odio, la pérdida y la soledad. El personaje de Ivo (soberbia interpretación del desconocido Lembit Ulfsak), inolvidable por su humanidad, sentido común y madurez vital, actuará como involuntario mediador entre dos enemigos aparentemente irreconciliables que se ven obligados a convivir bajo el mismo techo durante unas semanas: un mercenario checheno defensor de la causa abjasia (Giorgi Nakashidze) y un soldado georgiano contrario a ella (Misha Meskhi). El inteligente guión de Zaza Urushadze, que resalta el valor de la convivencia entre los hombres, huye de planteamientos maniqueos, de modo que en la historia no hay buenos ni malos, y sí individuos corrientes a los que el absurdo conflicto hace cometer atrocidades que en ningún otro contexto llevarían a cabo. Si bien es cierto que el desarrollo de la cinta puede resultar algo previsible, y quizá se eche en falta una mayor profundización de caracteres, todo queda compensado por el humanismo de un discurso humilde, carente de pretensiones.

En el plano formal, destacan la sobriedad de la puesta en escena, la bonita fotografía de exteriores y los lentos desplazamientos de una cámara que rara vez permanece quieta. Por último, destacar también la conmovedora y melancólica partitura de Niaz Diasamidze, colofón musical a esta pequeña gran obra.

Noticias relacionadas

La directora Justine Triet se hizo con la Palma de Oro en Cannes, así como con el Óscar al Mejor Guion Original, dos Globos de Oro y un BAFTA, entre muchos otros reconocimientos, gracias a este thriller judicial escrito a cuatro manos junto a Arthur Harari.

Adolfo Aristarain está en todas las películas que ha escrito y dirigido: en La parte del león, Tiempo de revancha, Un lugar en el mundo, La ley de la frontera, Martín (Hache), Lugares comunes y Roma -por el momento, su último trabajo-. Y no solo en un personaje, sino en todos los que reflejan su preocupación por encontrar un lugar en el mundo. Él ha encontrado el suyo en Buenos Aires, donde recibió la noticia de que la Academia de Cine le había concedido la Medalla de Oro 2024.

En la España de posguerra, y con un ambiente opresivo de curas ultra franquistas que obligan a sus alumnos a entonar la cara al sol como si les fuera la vida en ello, Ricardo, un buen padre de familia, intelectual de izquierdas, se verá obligado a vivir escondido en su propia casa haciéndose pasar por muerto. Mientras, su mujer Elena será acosada por un joven diácono que atraviesa una fuerte crisis vital.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto