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Alberto Vázquez-Figueroa

Cómo evitar los incendios forestales

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El 25 de Agosto del pasado año, cuando ardía Galicia, le propuse al Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Sr. Antonio Serrano, desarrollar conjuntamente un estudio que evitara en gran medida tan terribles incendios.

El día 30 de dicho mes me contestó que lo desarrollara por mi cuenta y que posteriormente contemplaría la posibilidad de concederme una subvención que me compensara por los gastos realizados.

Naturalmente le respondí que ni los bosques eran míos, ni yo el Ministerio encargado de defenderlos, por lo que el prototipo del diseño y los estudios preliminares quedaron olvidados en un cajón de mi despacho.

No obstante ahora lo que arde es Canarias, y aunque sus bosques no sean míos se me encoge el alma y creo que debo retomar el tema y buscar soluciones lejos de un Ministerio que ha dado muestras de una increíble dejadez e ineptitud.

ANTECEDENTES
En Mayo del 2005 le escribí al Ministro de Industria, señor Montilla- con copia a la Ministra de Medio Ambiente- indicándoles la conveniencia de aprovechar el mar que nos rodea con el fin de Reciclar energía.

A la vista de ello la empresa del Ministerio de Medio Ambiente, “Acuamed” , realizó el estudio:

“Aprovechamiento hidroeléctrico con agua de mar por el sistema de acumulación por bombeo” ,(22/02/06) determinando que una Central de Bombeo Reversible de Agua de Mar con una potencia de generación de 50 MW/h, tiene un coste de 232.628.879 €, y produce unos beneficios energéticos anuales (a precio de mercado) de 21.273.582 €.

Pese a estar diseñada para utilizar agua de mar, su funcionamiento es idéntico al de las Centrales Reversibles de ríos y pantanos ya que bombea agua a lo alto de una montaña en “Horas Valle” con el fin de dejarla caer, turbinarla y devolverla en “Horas Punta”.

Como he dicho lo que en esencia hace es “Reciclar” energía con la ventaja de que el mar es inagotable, el depósito inferior es gratuito y no se mantiene “cautiva” un agua potable cada vez más escasa.

Con una subvención del 20%, y una vez pagados impuestos rinde unos beneficios del 12 %, al tiempo que se amortiza en catorce años.

Nuestro país- y sobre todo nuestras islas- se encuentra prácticamente rodeado de mar y de montañas por lo que hasta el momento se han localizado unas ochenta cimas en las que podrían instalarse Centrales de Bombeo de Agua de Mar.

La potencia en hora de punta en España puede establecerse en torno a los 30.000 MW, con una cifra record de 37.870 el 21 de Enero del 2005.

30.000 MW multiplicados por las 24 horas del día y por 365 días al año ofrece una cifra de producción de 262 millones de MWh anuales.

No obstante, estudiando con detenimiento la evolución de las curvas de consumo se puede advertir que a lo largo de ese año existe una notable mayoría de “Horas Valle” (nocturnas y días festivos) en las que no aprovecha correctamente toda la potencia disponible.

Dados los eficientes sistemas de control y las modernas instalaciones de “Red Eléctrica Nacional”, resulta lógico suponer que ésta se encontraría en condiciones de “desviar” de forma inmediata los excedentes de potencia disponibles hacia la Central de Bombeo de Agua de Mar más cercana.

De ese modo “Red” tendría inmediato conocimiento de cuanto potencial de energía hidráulica dispone para compensar las “Horas Punta”.

Ello evitaría tener que estar produciendo diariamente- tal como se hace en la actualidad- un 10% de potencia excedente destinado a evitar un colapso motivado por el continuo e inesperado aumento de consumo debido a la proliferación de aires acondicionados o calefacciones eléctricas.

Reducir ese 10% a la mitad significaría un ahorro de 13.000.000 de MW/hora al año.

El ahorro en la factura energética nacional se situaría por tanto en más de Setecientos millones de Euros anuales, que lógicamente iría en aumento a medida que aumentan los precios de los combustibles y de la dependencia exterior.

Las Centrales de Bombeo de Agua de Mar servirían de igual modo para aprovechar de un modo más lógico una caprichosa energía eólica que “No llega cuando hace falta pero siempre aparece cuando no se necesita”.

El 21 de Mayo del 2005, en unos momentos en que nuestro país se encontraba al borde del colapso energético, de los 9.000 MW eólicos instalados, tan solo funcionaron 400.

Menos del 5% cuando ese mismo año la generación por viento supuso un sobrecoste de 740 millones de €uros.

La verdadera “Alternativa” de la energía eólica se centra en que necesita que se instale una “fuente de energía alternativa” que funcione a todas horas para cuando no sopla viento.

El 27 de Junio del 2005 un tornado derribó dos torres de alta tensión por lo que los sistemas de seguridad de tres parques eólicos los desconectaron de “La Red” que se encontró de improviso con una caída de potencia de 1.300 MW que a punto estuvo de dejar a oscuras a toda la nación lo que hubiese constituido una catástrofe sin precedentes.

Continuar permitiendo que los parques eólicos constituyan semejante peligro significa una insensatez, por lo que resulta esencial- y urgente- transformar toda su energía altamente inestable en potencial de energía hidráulica controlada.

Un país que no disponga de fuentes de energía verdaderamente alternativas a las que acudir en los momentos de apuro corre un peligro inaceptable, lo que se ha visto recientemente en los “apagones” de Barcelona y Mallorca.

Por fortuna el nuestro cuenta con tanto mar y tantas montañas cercanas que se encuentra en disposición de “Reciclar” una parte muy significativa de sus excedentes y mantenerlos en reserva.

Cada metro cúbico de agua de mar depositado en lo alto de una montaña de seiscientos metros de altura significan dos kilovatios de energía, con lo que las montañas se convertirían en “bancos” en los que guardar nuestros ahorros energéticos.

Ese mismo metro cúbico puede transformarse en medio metro cúbico de agua desalada por presión natural a un coste mínimo.

La ecuación es simple: sobra energía nocturna y agua de mar; falta energía diurna y agua dulce; siempre que exista una montaña cerca un problema resuelve el otro.

INCENDIOS FORESTALES
Comprobado que desde el punto de económico el sistema resulta sumamente rentable y beneficioso, quise avanzar en el tema partiendo de la base de que una serie de grandes depósitos de agua en cumbres permitirían apagar de inmediato cualquier incendio forestal que se produjera en un área de unos treinta kilómetros a la redonda por medio de un sistema de tuberías que permitirían que el agua fluyera por presión natural.

El coste de dichas tuberías, alto sin duda, se amortizaría no obstante en tres años con los beneficios de la compra-venta de energía.

Al final de las tuberías habíamos colocado los prototipos de unas “Torretas Telescópicas” que se elevan por la propia presión de agua hasta unos diez metros por encima de los árboles, enviando sobre ellos una lluvia instantánea que apagaba el fuego.

Lo único que pretendía del Ministerio de Medio Ambiente era que desarrollasen los prototipos de dichas torretas a tamaño natural, pero por lo visto dicho Ministerio prefiere emplear su dinero en inútiles campañas pidiendo que no se prenda fuego a los bosques sin pararse a pensar que la mayor parte de las veces, como en Gran Canarias, se hace intencionadamente.

No importa que un incendio se apague con agua de mar; de hecho se esta empleando con aviones y helicópteros; lo que importa es no tener que hacerlo con demasiada frecuencia.

Existe por tanto una formula, que exige naturalmente un desarrollo serio y detallado que no esta al alcance de los medios de alguien que vive de sus libros, pero que ofrece al menos una esperanza para una naturaleza que año tras año se va deteriorando.

Que en pleno siglo XXI se continúen apagando los bosques con escobas y mangueras poniendo en peligro vidas humanas, resulta de todo punto incongruente.

Con lo que se gasta cada año en aviones, helicópteros y coches de bomberos se podrían evitar los incendios forestales al menos en un setenta por ciento del territorio nacional.

Y exporta la experiencia a otros países que sufren el mismo problema.

Cómo evitar los incendios forestales

Alberto Vázquez-Figueroa
Redacción
jueves, 2 de agosto de 2007, 00:49 h (CET)
El 25 de Agosto del pasado año, cuando ardía Galicia, le propuse al Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Sr. Antonio Serrano, desarrollar conjuntamente un estudio que evitara en gran medida tan terribles incendios.

El día 30 de dicho mes me contestó que lo desarrollara por mi cuenta y que posteriormente contemplaría la posibilidad de concederme una subvención que me compensara por los gastos realizados.

Naturalmente le respondí que ni los bosques eran míos, ni yo el Ministerio encargado de defenderlos, por lo que el prototipo del diseño y los estudios preliminares quedaron olvidados en un cajón de mi despacho.

No obstante ahora lo que arde es Canarias, y aunque sus bosques no sean míos se me encoge el alma y creo que debo retomar el tema y buscar soluciones lejos de un Ministerio que ha dado muestras de una increíble dejadez e ineptitud.

ANTECEDENTES
En Mayo del 2005 le escribí al Ministro de Industria, señor Montilla- con copia a la Ministra de Medio Ambiente- indicándoles la conveniencia de aprovechar el mar que nos rodea con el fin de Reciclar energía.

A la vista de ello la empresa del Ministerio de Medio Ambiente, “Acuamed” , realizó el estudio:

“Aprovechamiento hidroeléctrico con agua de mar por el sistema de acumulación por bombeo” ,(22/02/06) determinando que una Central de Bombeo Reversible de Agua de Mar con una potencia de generación de 50 MW/h, tiene un coste de 232.628.879 €, y produce unos beneficios energéticos anuales (a precio de mercado) de 21.273.582 €.

Pese a estar diseñada para utilizar agua de mar, su funcionamiento es idéntico al de las Centrales Reversibles de ríos y pantanos ya que bombea agua a lo alto de una montaña en “Horas Valle” con el fin de dejarla caer, turbinarla y devolverla en “Horas Punta”.

Como he dicho lo que en esencia hace es “Reciclar” energía con la ventaja de que el mar es inagotable, el depósito inferior es gratuito y no se mantiene “cautiva” un agua potable cada vez más escasa.

Con una subvención del 20%, y una vez pagados impuestos rinde unos beneficios del 12 %, al tiempo que se amortiza en catorce años.

Nuestro país- y sobre todo nuestras islas- se encuentra prácticamente rodeado de mar y de montañas por lo que hasta el momento se han localizado unas ochenta cimas en las que podrían instalarse Centrales de Bombeo de Agua de Mar.

La potencia en hora de punta en España puede establecerse en torno a los 30.000 MW, con una cifra record de 37.870 el 21 de Enero del 2005.

30.000 MW multiplicados por las 24 horas del día y por 365 días al año ofrece una cifra de producción de 262 millones de MWh anuales.

No obstante, estudiando con detenimiento la evolución de las curvas de consumo se puede advertir que a lo largo de ese año existe una notable mayoría de “Horas Valle” (nocturnas y días festivos) en las que no aprovecha correctamente toda la potencia disponible.

Dados los eficientes sistemas de control y las modernas instalaciones de “Red Eléctrica Nacional”, resulta lógico suponer que ésta se encontraría en condiciones de “desviar” de forma inmediata los excedentes de potencia disponibles hacia la Central de Bombeo de Agua de Mar más cercana.

De ese modo “Red” tendría inmediato conocimiento de cuanto potencial de energía hidráulica dispone para compensar las “Horas Punta”.

Ello evitaría tener que estar produciendo diariamente- tal como se hace en la actualidad- un 10% de potencia excedente destinado a evitar un colapso motivado por el continuo e inesperado aumento de consumo debido a la proliferación de aires acondicionados o calefacciones eléctricas.

Reducir ese 10% a la mitad significaría un ahorro de 13.000.000 de MW/hora al año.

El ahorro en la factura energética nacional se situaría por tanto en más de Setecientos millones de Euros anuales, que lógicamente iría en aumento a medida que aumentan los precios de los combustibles y de la dependencia exterior.

Las Centrales de Bombeo de Agua de Mar servirían de igual modo para aprovechar de un modo más lógico una caprichosa energía eólica que “No llega cuando hace falta pero siempre aparece cuando no se necesita”.

El 21 de Mayo del 2005, en unos momentos en que nuestro país se encontraba al borde del colapso energético, de los 9.000 MW eólicos instalados, tan solo funcionaron 400.

Menos del 5% cuando ese mismo año la generación por viento supuso un sobrecoste de 740 millones de €uros.

La verdadera “Alternativa” de la energía eólica se centra en que necesita que se instale una “fuente de energía alternativa” que funcione a todas horas para cuando no sopla viento.

El 27 de Junio del 2005 un tornado derribó dos torres de alta tensión por lo que los sistemas de seguridad de tres parques eólicos los desconectaron de “La Red” que se encontró de improviso con una caída de potencia de 1.300 MW que a punto estuvo de dejar a oscuras a toda la nación lo que hubiese constituido una catástrofe sin precedentes.

Continuar permitiendo que los parques eólicos constituyan semejante peligro significa una insensatez, por lo que resulta esencial- y urgente- transformar toda su energía altamente inestable en potencial de energía hidráulica controlada.

Un país que no disponga de fuentes de energía verdaderamente alternativas a las que acudir en los momentos de apuro corre un peligro inaceptable, lo que se ha visto recientemente en los “apagones” de Barcelona y Mallorca.

Por fortuna el nuestro cuenta con tanto mar y tantas montañas cercanas que se encuentra en disposición de “Reciclar” una parte muy significativa de sus excedentes y mantenerlos en reserva.

Cada metro cúbico de agua de mar depositado en lo alto de una montaña de seiscientos metros de altura significan dos kilovatios de energía, con lo que las montañas se convertirían en “bancos” en los que guardar nuestros ahorros energéticos.

Ese mismo metro cúbico puede transformarse en medio metro cúbico de agua desalada por presión natural a un coste mínimo.

La ecuación es simple: sobra energía nocturna y agua de mar; falta energía diurna y agua dulce; siempre que exista una montaña cerca un problema resuelve el otro.

INCENDIOS FORESTALES
Comprobado que desde el punto de económico el sistema resulta sumamente rentable y beneficioso, quise avanzar en el tema partiendo de la base de que una serie de grandes depósitos de agua en cumbres permitirían apagar de inmediato cualquier incendio forestal que se produjera en un área de unos treinta kilómetros a la redonda por medio de un sistema de tuberías que permitirían que el agua fluyera por presión natural.

El coste de dichas tuberías, alto sin duda, se amortizaría no obstante en tres años con los beneficios de la compra-venta de energía.

Al final de las tuberías habíamos colocado los prototipos de unas “Torretas Telescópicas” que se elevan por la propia presión de agua hasta unos diez metros por encima de los árboles, enviando sobre ellos una lluvia instantánea que apagaba el fuego.

Lo único que pretendía del Ministerio de Medio Ambiente era que desarrollasen los prototipos de dichas torretas a tamaño natural, pero por lo visto dicho Ministerio prefiere emplear su dinero en inútiles campañas pidiendo que no se prenda fuego a los bosques sin pararse a pensar que la mayor parte de las veces, como en Gran Canarias, se hace intencionadamente.

No importa que un incendio se apague con agua de mar; de hecho se esta empleando con aviones y helicópteros; lo que importa es no tener que hacerlo con demasiada frecuencia.

Existe por tanto una formula, que exige naturalmente un desarrollo serio y detallado que no esta al alcance de los medios de alguien que vive de sus libros, pero que ofrece al menos una esperanza para una naturaleza que año tras año se va deteriorando.

Que en pleno siglo XXI se continúen apagando los bosques con escobas y mangueras poniendo en peligro vidas humanas, resulta de todo punto incongruente.

Con lo que se gasta cada año en aviones, helicópteros y coches de bomberos se podrían evitar los incendios forestales al menos en un setenta por ciento del territorio nacional.

Y exporta la experiencia a otros países que sufren el mismo problema.

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