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Etiquetas | Crítica taurina
Ignacio de Cossío

Sevilla, puerto de mar

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Con sus casi dos siglos de historia a sus espaldas la Escuela Taurina de Sevilla, a raíz del exitoso triunfo en la noche de ayer en la Maestranza de su último alumno a la cabeza más conocido por Calita, se consolida con éxito en el referente mundial del toreo novel.

Ernesto Javier Tapia García, último gran fichaje de la escuela taurina maestrante, ha confirmado lo que desde hace años viene siendo una realidad a voces. La Escuela Taurina de Sevilla es la más reconocida fuera de nuestras fronteras de cuantas existen en la actualidad. Nunca tuvimos más internacionales, que abandonando sus familias y su patria, se inscriben con orgullo e ilusión desmedida en nuestra escuela. Dos mejicanos, una rusa, por venir otro azteca y hasta un portugués de reciente incorporación conforman un elenco envidiable para cualquier institución taurina en estas lides. Eso sin mencionar a otro fichaje de oro de origen jerezano, con apellidos del maestro Camarón que será a todas luces la próxima revelación del 2008. Su nombre José Monje, no podía ser otro.

Pero vayamos por orden a lo sucedido en la gran final de novilladas acaecida anoche en el coso del Baratillo.

Raúl Sáez con la responsabilidad de quien abre plaza lo quiso hacer todo y rápido; y aún así pudimos atisbar su gran oficio y técnica, digno de un reconocimiento mayor. Sus ansias de gloria le fallaron ante el mejor lote de Juan Pedro y tan solo destacamos algunas verónicas aseadas en su segundo y la estocada valedera por sí sola de una oreja en su primero. Lástima que no se acoplara del todo el murciano por el izquierdo ante su primer enemigo y las tandas en redondo en el segundo de su lote fueran tan cortas como apresuradas, de haberlo hecho la final hubiera estado más reñida.

Manuel Carrión le cayó en desgracia el peor lote. El primero por manso y el segundo por complicado y soso. No tuvo opción el valenciano y es una lástima porque este torero valiente venía con las máximas opciones logradas en la previa clasificatoria.

Ernesto Javier “Calita”, se destapó en Sevilla. Como les decía este torero mejicano asentado en Sevilla desde hace dos años se ha pulido y templado de una forma prodigiosa. Como ejemplo de su buen concepto bien podrían valer las cuatro series en redondos y tres al natural, llenas de temple, mano baja y hondura artística descorchadas en su primero. Los muletazos de este Calita son largos y acompasados por el sentimiento que se desprende de quien sabe lo que significa venir de la escuela de Pedro Romero. Brillante en los remates y en los adornos bajo el denominador común de la cadencia y empaque. Su toreo ha calado en Sevilla y ha abierto una brecha que llega hasta el mar. Desgraciado con la espada en su primero pero rotundo en su segundo. Faena la primera de cante grande y dos orejas esfumadas por el estoque, la segunda llena de destellos intermitentes. No se lo pierdan en Montoro este domingo en la final de las escuelas andaluzas tiene tan solo dieciséis años y torea como los ángeles, ha ganado la UEFA y ahora va a por la Champions. Que en el traje de luces y capote de paseo logrados en la Maestranza le borden junto a la Virgen de Guadalupe la Esperanza Macarena porque este nuevo fichaje de Sevilla bien merece nuestra bendición.

Ficha técnica
Plaza de toros de la Maestranza. Jueves 26 de julio. Final de las novilladas de promoción En noche espléndida y con un cuarto de entrada se lidiaron seis erales de Juan Pedro Domecq, de justa presentación y juego variados. Fueron buenos, primero, tercero y cuarto. El segundo, manso; el quinto, de poca calidad, y a menos, el sexto.

- Raúl Sáez, de Murcia: una oreja y saludos tras aviso.
- Manuel Carrión, de la Escuela del Mediterráneo de Valencia: silencio y silencio tras aviso.
- Ernesto Javier “Calita”, de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla: vuelta tras aviso y una oreja.

Incidencias
Saludaron en banderillas Alejandro Romero y Álvaro Guisasola. Destacó Vicente Osuna con capote y banderillas; y finalmente por decisión del jurado calificador el novillero “Calita” fue designado triunfador abosoluto; en segundo lugar quedó Raúl Sáez, y en tercera posición Manuel Sarrión.

Sevilla, puerto de mar

Ignacio de Cossío
Ignacio de Cossío
sábado, 2 de febrero de 2008, 00:36 h (CET)
Con sus casi dos siglos de historia a sus espaldas la Escuela Taurina de Sevilla, a raíz del exitoso triunfo en la noche de ayer en la Maestranza de su último alumno a la cabeza más conocido por Calita, se consolida con éxito en el referente mundial del toreo novel.

Ernesto Javier Tapia García, último gran fichaje de la escuela taurina maestrante, ha confirmado lo que desde hace años viene siendo una realidad a voces. La Escuela Taurina de Sevilla es la más reconocida fuera de nuestras fronteras de cuantas existen en la actualidad. Nunca tuvimos más internacionales, que abandonando sus familias y su patria, se inscriben con orgullo e ilusión desmedida en nuestra escuela. Dos mejicanos, una rusa, por venir otro azteca y hasta un portugués de reciente incorporación conforman un elenco envidiable para cualquier institución taurina en estas lides. Eso sin mencionar a otro fichaje de oro de origen jerezano, con apellidos del maestro Camarón que será a todas luces la próxima revelación del 2008. Su nombre José Monje, no podía ser otro.

Pero vayamos por orden a lo sucedido en la gran final de novilladas acaecida anoche en el coso del Baratillo.

Raúl Sáez con la responsabilidad de quien abre plaza lo quiso hacer todo y rápido; y aún así pudimos atisbar su gran oficio y técnica, digno de un reconocimiento mayor. Sus ansias de gloria le fallaron ante el mejor lote de Juan Pedro y tan solo destacamos algunas verónicas aseadas en su segundo y la estocada valedera por sí sola de una oreja en su primero. Lástima que no se acoplara del todo el murciano por el izquierdo ante su primer enemigo y las tandas en redondo en el segundo de su lote fueran tan cortas como apresuradas, de haberlo hecho la final hubiera estado más reñida.

Manuel Carrión le cayó en desgracia el peor lote. El primero por manso y el segundo por complicado y soso. No tuvo opción el valenciano y es una lástima porque este torero valiente venía con las máximas opciones logradas en la previa clasificatoria.

Ernesto Javier “Calita”, se destapó en Sevilla. Como les decía este torero mejicano asentado en Sevilla desde hace dos años se ha pulido y templado de una forma prodigiosa. Como ejemplo de su buen concepto bien podrían valer las cuatro series en redondos y tres al natural, llenas de temple, mano baja y hondura artística descorchadas en su primero. Los muletazos de este Calita son largos y acompasados por el sentimiento que se desprende de quien sabe lo que significa venir de la escuela de Pedro Romero. Brillante en los remates y en los adornos bajo el denominador común de la cadencia y empaque. Su toreo ha calado en Sevilla y ha abierto una brecha que llega hasta el mar. Desgraciado con la espada en su primero pero rotundo en su segundo. Faena la primera de cante grande y dos orejas esfumadas por el estoque, la segunda llena de destellos intermitentes. No se lo pierdan en Montoro este domingo en la final de las escuelas andaluzas tiene tan solo dieciséis años y torea como los ángeles, ha ganado la UEFA y ahora va a por la Champions. Que en el traje de luces y capote de paseo logrados en la Maestranza le borden junto a la Virgen de Guadalupe la Esperanza Macarena porque este nuevo fichaje de Sevilla bien merece nuestra bendición.

Ficha técnica
Plaza de toros de la Maestranza. Jueves 26 de julio. Final de las novilladas de promoción En noche espléndida y con un cuarto de entrada se lidiaron seis erales de Juan Pedro Domecq, de justa presentación y juego variados. Fueron buenos, primero, tercero y cuarto. El segundo, manso; el quinto, de poca calidad, y a menos, el sexto.

- Raúl Sáez, de Murcia: una oreja y saludos tras aviso.
- Manuel Carrión, de la Escuela del Mediterráneo de Valencia: silencio y silencio tras aviso.
- Ernesto Javier “Calita”, de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla: vuelta tras aviso y una oreja.

Incidencias
Saludaron en banderillas Alejandro Romero y Álvaro Guisasola. Destacó Vicente Osuna con capote y banderillas; y finalmente por decisión del jurado calificador el novillero “Calita” fue designado triunfador abosoluto; en segundo lugar quedó Raúl Sáez, y en tercera posición Manuel Sarrión.

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