No sé si el presidente del Congreso, Jesús Posada, estaba fuera de sí o solo pretendió hacer una gracia. A mí no me pilla de sorpresa porque estaba acostumbrado a que en Castilla y León dijera insensateces cada dos por tres, con esa voz desconcertante, más parecida a la de quien se acerca al dios Baco — como dicen los socialistas de Castilla y León–que a la de quien dice las cosas en serio. No hablo por hablar porque ahí está su currículo parlamentario, en palabras del PSOECyL, para quien quiera reconocerlo o para quien lo sepa con certeza.

Me siento avergonzado al escuchar a Jesús Posada que Martínez-Pujalde y Federico Trillo tenían unos sueldos bajos, de ahí que justifique su pluriempleo. ¿Entonces los funcionarios a quienes se deniegan los derechos a la compatibilidad? ¿Acaso tienen un sueldo tan alto los funcionarios que por eso se les deniega la compatibilidad al superar el 30% del complemento específico de su sueldo? ¿Está usted en sus cabales o se ha extralimitado con el vino, señor Posada? ¿Cómo le consiente la oposición decir semejantes barbaridades? ¿Se puede ser más insensato e incompetente? ¿Puede haber mayor chulería e hipocresía? ¡Váyase a tomar vientos a la farola, señor Posada, que ya sabemos de dónde viene y hacia dónde pretende ir!

‘Chuchi’ Posada es la persona que más cobra en el Congreso de los Diputados y eso no le da derecho a defender a los diputados diciendo que el sueldo lleva congelado tres años (el de los funcionarios lleva congelado cinco años, además de sufrir la amenaza permanente de la Administración si protestan en los medios de comunicación, como el que escribe). Si las normas de compatibilidad son estrictas para los falsos “padres de la patria”, peor lo están pasando los españoles por la mala gestión de esos “putrefactos” padres, más bien padrastros con malas intenciones y peor trato diario a los administrados.

El propio Posada se contradice cuando se refiere a las fechorías de Trillo y Martínez-Pujalte. Aquí está la muestra: “ser diputado es incompatible con todo, menos llevar su propio patrimonio y dar clases sin cobrar en la universidad”. Asesorar a una constructora privada no es proteger su propio patrimonio ni dar clases en la universidad sin cobrar. Se les ha pillado en un renuncio y deben dimitir. Collosa da para mucho y, hasta ahora, solo es visible la puntita del iceberg. El diputado, Martínez-Pujalte, ha demostrado ser un incompetente y un aprovechado sin atenuantes. Respecto a Trillo… mejor ni hablar, pues su gestión fue propia de un ‘forofo’ de la Obra, un ‘meapilas’ sin escrúpulos y un nazareno para la galería. ¿Alguien es capaz de demostrar lo contrario?

No debe haber flexibilidad en cuanto a la dedicación de los parlamentarios, como no la hay en la compatibilidad de los funcionarios. Visto y oído lo sucedido, ni Posada ni Federico Trillo ni Vicente Martínez-Pujalte me merecen ni el más mínimo respeto. Ya han demostrado lo que son, a qué aspiran y por dónde transcurren y discurren sus intenciones. El estilo es como las uñas, es más fácil tenerlo limpio que brillante. Ya decía William Faulkner que las ideas no interesan, pero sí interesan los hombres. Y estos ‘buitres leonados’ no nos interesan a nadie, ni por sus ideas ni por sus personas. ¡Lástima de la inexistencia de otro Taigeto, o algo parecido, aunque tenemos próximas las urnas para abofetearlos democráticamente!

En España, la Ley Electoral está coja. Y lo está, interesadamente, para dar gusto a los menos honrados y a los más osados. Quien hizo la ley, hizo la trampa. Esa misma ley es la que plasma qué actividades pueden llevar a cabo esos malos y putrefactos “padres de la patria”, además de qué actividades parlamentarias; no obstante, hay lagunas, agujeros negros y vías para enriquecerse con otras actividades. Y su presencia en las actividades privadas es una de las trampas premeditadas y alevosas. ¡Así nos cubre el pelo!

Ah, se me olvidaba: el hecho de que la ley deje en manos de la Comisión del Estatuto del Diputado la aprobación de las actividades que los diputados pueden realizar, lleva a lo sucedido. Pero ahí no queda todo: ahora hay que investigar la hoja de ruta de la esposa de Martínez-Pujalte, donde sí hay madeja para ver cómo se puede perpetuar el tráfico de influencias. Y tirando de esos hilos llevan a la “ex” de Rodrigo Rato, a Patrimonio y al escándalo de los paradores españoles. En fin, mañana más… y seguiremos hablando de corrupción, fraude fiscal y engaño estatal.