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La idea de aquel fácil pensador

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Esa vaga idea,
la que viene cuando menos te la esperas,
en tan solo un instante, eres aquel genio del cambio de la esperanza perdida en el triste fracaso del ayer.

Esa vaga idea,
la que asoma tímidamente sin el pensamiento del paso largo y tardío del tiempo,
aquélla que se vende con el talón de Aquiles del falso poder, el verdadero dueño perdió la creatividad de ser uno mismo.

Esa vaga idea,
aquélla que se gana con el esfuerzo robado del nuevo soñador,
el triunfo ajeno llama a la puerta de ese ladrón de los éxitos pasajeros.

El ganador de la estafa de los falsos aplausos,
entra en el escenario de los premios negros, el color del luto de la honradez, las palmas suenan a la par cien mil veces,
mientras las lágrimas del ganador vencido caen al ver su triste derrota por haber cedido su don, torpe talento del principiante pensante.

Ladronzuelo de ideas,
las puertas de las imitaciones de aquellas retinas agotadas por el sueño de su tierno padre, cerraron ayer definitivamente...
se han apiadado de su vendedor y de esas mil formas diferentes de tocar las estrellas con su buena mano para el arte.

Esa vaga idea,
se me esfumó la magia del suspiro de la imaginación más competentemente buena,
en un solo segundo, se quedó en blanco toda la conciencia de mi ser, mi mente quedó torpe a la espera de la inspiración más grata y más necesaria.

Esa vaga idea,
me hizo ganar miles y miles de premios, mil aplausos a cambio de mi pensamiento más creativo, ahora, lucho cada día, minuto tras minuto,
para poder repetir ese sueño del triunfo de aquel genio que una vez fui, ese éxito tan perdido y olvidado en la vitrina de mi viejo ayer.

La idea de aquel fácil pensador

Esther Videgain
miércoles, 22 de abril de 2015, 22:18 h (CET)
Esa vaga idea,
la que viene cuando menos te la esperas,
en tan solo un instante, eres aquel genio del cambio de la esperanza perdida en el triste fracaso del ayer.

Esa vaga idea,
la que asoma tímidamente sin el pensamiento del paso largo y tardío del tiempo,
aquélla que se vende con el talón de Aquiles del falso poder, el verdadero dueño perdió la creatividad de ser uno mismo.

Esa vaga idea,
aquélla que se gana con el esfuerzo robado del nuevo soñador,
el triunfo ajeno llama a la puerta de ese ladrón de los éxitos pasajeros.

El ganador de la estafa de los falsos aplausos,
entra en el escenario de los premios negros, el color del luto de la honradez, las palmas suenan a la par cien mil veces,
mientras las lágrimas del ganador vencido caen al ver su triste derrota por haber cedido su don, torpe talento del principiante pensante.

Ladronzuelo de ideas,
las puertas de las imitaciones de aquellas retinas agotadas por el sueño de su tierno padre, cerraron ayer definitivamente...
se han apiadado de su vendedor y de esas mil formas diferentes de tocar las estrellas con su buena mano para el arte.

Esa vaga idea,
se me esfumó la magia del suspiro de la imaginación más competentemente buena,
en un solo segundo, se quedó en blanco toda la conciencia de mi ser, mi mente quedó torpe a la espera de la inspiración más grata y más necesaria.

Esa vaga idea,
me hizo ganar miles y miles de premios, mil aplausos a cambio de mi pensamiento más creativo, ahora, lucho cada día, minuto tras minuto,
para poder repetir ese sueño del triunfo de aquel genio que una vez fui, ese éxito tan perdido y olvidado en la vitrina de mi viejo ayer.

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