Desde hará un par de años, me viene pareciendo que muchos políticos de la derecha y de la izquierda moderadas, periodistas o tertulianos, en lo que se refiere a la política, andan como desnortados, perdidos, sin rumbo; tan pronto dicen una cosa como su contraria. Sería conveniente que, tanto unos como otros, pensasen más y hablasen menos, se retirasen durante algún tiempo a reflexionar para tratar de aclarase.
Sin embargo, pienso que los dirigentes de los partidos a los que se sitúa a la derecha del PP, sí saben lo que quieren, pero están cometiendo el error de siempre: aún teniendo los principales principios claros y comunes, no se unen, van por separado, y así les luce el pelo: no obtienen ni obtendrán representación alguna. ¡Voto a la papelera!. También la extrema izquierda sabe lo que quiere, aunque ello sea un gran error.
He aquí un par de botones de muestra:
Desde hace tiempo, bastantes tertulianos venían "empujando" a políticos a que diesen pasos similares a los dados por los de VOX, pero a partir de cuando éstos lo hicieron, ni les nombran. Creo que no exagero nada si digo que, por cada vez que estos tertulianos han pronunciado la palabra Vox, lo han hecho más de 1000 veces con Podemos.
También vengo observando, con cierta frecuencia, que, en las tertulias de los fines de semana de un par de las televisiones de mayor audiencia, aparece, o aparecía, un enorme letrero de fondo con la palabra Podemos (¡como si se tratase de un mitin de este partido político!) y que en ellas, todos (presentador, público, periodistas importantes y hasta políticos de los dos grandes partidos), a modo de planetas, giraban alrededor del "sol" (un dirigente de Podemos). ¿Por qué se prestarían a este juego hasta personas de gran categoría humana y profesional?.
Y para colmo, en las encuesta que habitualmente hacen en las tertulias de las televisiones consideradas de derechas, raro es que no se topase uno con una pregunta para decidir entre PP y Podemos (PP versus Podemos), en vez de hacerlo entre PP y PSOE, UPyD, VOX o Ciudadanos. ¡Asombroso!.
Sería conveniente que los que no quieren aventuras (más bien habría que decir realidades) peligrosas, tuviesen en cuanta que muchísima gente vota a los políticos que más salen en televisión. ¡Cómo van a votar a los que ni siquiera les suenan!
También los votantes de a pie tendríamos que reflexionar, porque tampoco hemos sido ajenos a los mencionados bandazos. Así, por ejemplo, no son pocos los que estaban deseando que Vidal-Quadras, Abascal u Ortega Lara diesen el paso que dieron y, después, no les votaron en las europeas, en las que, a mi modo de ver, se podría arriesgar más.
Dicha estas cosas ahora, podría parecer que exagero porque, desde hará un par de meses, las aguas se van encauzando, pero como todavía reina el desconcierto, convendría seguir reflexionando, y mucho.