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En pareja hay que tener paciencia para ver resultados

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Tener paciencia suele ser lo más complicado, y las parejas tienen la mala costumbre de acudir a consulta cuando los problemas están más enraizados. Entonces uno o los dos están hartos. La solución es más costosa y uno de los dos puede tener las reservas de paciencia casi agotadas.

Y esto no pasa sólo en la consulta sino que buscando este tema me hayas encontrado y estés leyéndome y te propongas hablar seriamente con él. Y sientes que ya no aguantas un "no" más, que ya has sufrido meses o años sus evasivas sexuales.

Cuando es el hombre el que muestra falta de deseo, muchas mujeres han esperado antes de buscar una solución, de hablar con él, de hacer Terapia Sexual, a que los problemas se arreglaran por sí solos. Haber si él cambiaba o las circunstancias o el estrés o el trabajo o eso que está estorbando y a lo que se echa la culpa de lo que pasa. Y si pasa el tiempo y las cosas no mejoran, incluso empeoran, es cuando ellas buscan una solución, enfadadas, cansadas, sin ilusión y con poca esperanza de que se produzca una transformación.

Comprendo que lleguéis a sentiros así con su desánimo sexual. Y es que esto atenta contra vuestra autoestima, lo que os remueve. Es comprensible pero es la peor de las actitudes frente a este trabajo. Si uno de los dos tiene su vaso casi repleto y si una gota más puede colmar el vaso. Hay que esforzarse para recuperar la paciencia pues se perderían los avances del otro, si cuando tropieza su compañera se le escapan frases como: "ya sabía que no ibas a cambiar " o "otra vez igual".

Y ¿qué hacer? Tenéis que saber que el primer cambio ya se ha producido, porque habéis decicido juntos poner solución de una vez a lo que os pasa. Si tenéis esta idea clara, y es verdad que habéis acordado salir juntos del problema, tendréis que sequir esta estrategia para vaciar el vaso, al menos un poco. Pensando en esta nueva oportunidad de resolver su inapetencia sexual.

Claro estas pautas no servirán si no hay compromiso por parte de él. Tu debes estar harta al ver que no reacciona y que continía tropezando en la misma piedra. Sé que esto te ha podido minar tu autoestima como mujer, que sufres mucho y que les has dado muchas oportunidades... y nada ha cambiado. También sé que ya no te quedan ganas de luchar, que tienes poca fe. Es él el que tiene que cambiar porque a ti no te apetece mover un dedo. No eres egoïsta, tu ya has intentado muchas cosas para cambiar y para salvar lo vuestro, y crees que lo has hecho sola.

Aunque si sigues leyéndome es porque buscas una oportunidad para tu relación. ¿Me equivoco? ¿Cómo es la respiuesta? ¿Es afirmativa? Entonces no te engañes y deja que esta oportunidad sea realmemnte una oportunidad. Haz un último esfuerzo. Si no quieres hacerlo, bien, pero no sigas leyendo ¿para qué? ¿Le vas a pedir a él que luche solo? Si es así te estás engañando a ti y le estás engañando a él. Queréis arreglarlo pero no lo habéis intentado de verdad.

Desde hoy vas a marcar una fecha, más o menos dos meses y medio o tres, lo que decidas. Anótala en la agenda y guardala para ti. A él no debes decirselo porque sería añadir más presión a su cambio. Apunta todos tus cabreos, si has sentido malestar, con la fecha y el día que sucedieron, no para acordarte sino para desahogarte y poder hablarlos con él después de un tiempo. También toma nota de los avances que percibes y compartelos con él para que os sirvan de motivación.

El día que hayas señalado, valora la situación, al principio sola y después con él. Compara la relación de ahora con la que te gustaría tener. Este será el momento de tomar decisiones para ver si había posibilidades de cambio, en realidad. Entonces evalúa lo ocurrido porque es el momento de nuevas decisiones.

En pareja hay que tener paciencia para ver resultados

Ana de Calle
viernes, 17 de abril de 2015, 11:49 h (CET)
Tener paciencia suele ser lo más complicado, y las parejas tienen la mala costumbre de acudir a consulta cuando los problemas están más enraizados. Entonces uno o los dos están hartos. La solución es más costosa y uno de los dos puede tener las reservas de paciencia casi agotadas.

Y esto no pasa sólo en la consulta sino que buscando este tema me hayas encontrado y estés leyéndome y te propongas hablar seriamente con él. Y sientes que ya no aguantas un "no" más, que ya has sufrido meses o años sus evasivas sexuales.

Cuando es el hombre el que muestra falta de deseo, muchas mujeres han esperado antes de buscar una solución, de hablar con él, de hacer Terapia Sexual, a que los problemas se arreglaran por sí solos. Haber si él cambiaba o las circunstancias o el estrés o el trabajo o eso que está estorbando y a lo que se echa la culpa de lo que pasa. Y si pasa el tiempo y las cosas no mejoran, incluso empeoran, es cuando ellas buscan una solución, enfadadas, cansadas, sin ilusión y con poca esperanza de que se produzca una transformación.

Comprendo que lleguéis a sentiros así con su desánimo sexual. Y es que esto atenta contra vuestra autoestima, lo que os remueve. Es comprensible pero es la peor de las actitudes frente a este trabajo. Si uno de los dos tiene su vaso casi repleto y si una gota más puede colmar el vaso. Hay que esforzarse para recuperar la paciencia pues se perderían los avances del otro, si cuando tropieza su compañera se le escapan frases como: "ya sabía que no ibas a cambiar " o "otra vez igual".

Y ¿qué hacer? Tenéis que saber que el primer cambio ya se ha producido, porque habéis decicido juntos poner solución de una vez a lo que os pasa. Si tenéis esta idea clara, y es verdad que habéis acordado salir juntos del problema, tendréis que sequir esta estrategia para vaciar el vaso, al menos un poco. Pensando en esta nueva oportunidad de resolver su inapetencia sexual.

Claro estas pautas no servirán si no hay compromiso por parte de él. Tu debes estar harta al ver que no reacciona y que continía tropezando en la misma piedra. Sé que esto te ha podido minar tu autoestima como mujer, que sufres mucho y que les has dado muchas oportunidades... y nada ha cambiado. También sé que ya no te quedan ganas de luchar, que tienes poca fe. Es él el que tiene que cambiar porque a ti no te apetece mover un dedo. No eres egoïsta, tu ya has intentado muchas cosas para cambiar y para salvar lo vuestro, y crees que lo has hecho sola.

Aunque si sigues leyéndome es porque buscas una oportunidad para tu relación. ¿Me equivoco? ¿Cómo es la respiuesta? ¿Es afirmativa? Entonces no te engañes y deja que esta oportunidad sea realmemnte una oportunidad. Haz un último esfuerzo. Si no quieres hacerlo, bien, pero no sigas leyendo ¿para qué? ¿Le vas a pedir a él que luche solo? Si es así te estás engañando a ti y le estás engañando a él. Queréis arreglarlo pero no lo habéis intentado de verdad.

Desde hoy vas a marcar una fecha, más o menos dos meses y medio o tres, lo que decidas. Anótala en la agenda y guardala para ti. A él no debes decirselo porque sería añadir más presión a su cambio. Apunta todos tus cabreos, si has sentido malestar, con la fecha y el día que sucedieron, no para acordarte sino para desahogarte y poder hablarlos con él después de un tiempo. También toma nota de los avances que percibes y compartelos con él para que os sirvan de motivación.

El día que hayas señalado, valora la situación, al principio sola y después con él. Compara la relación de ahora con la que te gustaría tener. Este será el momento de tomar decisiones para ver si había posibilidades de cambio, en realidad. Entonces evalúa lo ocurrido porque es el momento de nuevas decisiones.

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