Parece que dentro del Partido Popular empiezan a caerse del burro y a preocuparse por la tendencia de Podemos en las últimas encuestas. El hecho de que lo reconozcan personajes importantes como Fernández Carriedo y el consejero de Presidencia y portavoz, pone de manifiesto que hay miedo. No hay encuesta que no anuncie la pérdida de mayoría absoluta en Castilla y León por parte del Partido Popular.
No es ningún secreto que el partido de la derecha puede obtener mayoría y, sin embargo, quedarse en la estacada, perdiendo la posibilidad de formar Gobierno. La derecha solo tiene dos posibilidades para formar Gobierno en Castilla y León: tener mayoría absoluta o que entren en las Cortes partidos de perfil semejante. Todas las demás organizaciones, si son de izquierda, formarán un “Frente Popular” para desalojar al Partido Popular de la Junta de Castilla y León. Hace tiempo que existe una ambición ilimitada en la izquierda por desalojar del poder a la derecha, levantar alfombras y situarse a buen cobijo. Hay un dato en Andalucía: Podemos acaba de entrar en el Parlamento andaluz, aún no se ha constituido éste y ya actúan como casta pura y dura; ahí está la aberración del candidato a la alcaldía de Cádiz. ¿Recuerdan aquello de “dime de qué presumes y te diré de qué careces? Pues eso mismo.
No se descarta -- de seguir la tendencia como hasta ahora-- que Podemos pueda tener grupo propio en el Parlamento autonómico. Forma parte de la libertad de la ciudadanía a la hora de depositar el voto. Y, de la misma forma que hacemos esa afirmación, no descartamos que grupos que ahora están en las Cortes – como Unión del Pueblo Leonés e Izquierda Unida—dejen de tener representación, ya que ambas formaciones están siendo fagocitadas por otras que han surgido con esos perfiles.
No sorprende a nadie la tremenda indiferencia que están generando los partidos ‘tradicionales’ como el PSOE o el PP. Mucho tienen que cambiar las tendencias para que esos dos partidos recuperen los niveles de poder que han tenido hasta ahora.
Si Podemos llega a tener un peso relevante en las Cortes de Castilla y León, va a resultar divertido. Muy divertido, sobre todo por el desconcierto que va a generar en toda la comunidad. Semejante desconcierto se producirá en otras comunidades autónomas. De momento cunde el desasosiego. El miedo llegará después. Al tiempo.
