La competición futbolística internacional de más tradición en el mundo, la Copa América, está viviendo el resurgimiento de uno de esos hombres que hacen del fútbol el deporte más atractivo del mundo. En Venezuela ha resucitado el fútbol-arte. Juan Román Riquelme ha vuelto.

Tras su espantada de Europa y de la selección, Riquelme ha retomado los galones de la albiceleste. Está siendo el mejor de el que todos señalan como el combinado favorito. En el último encuentro marcó dos goles y dio un auténtico recital.

Y es que el deporte del balompié está de enhorabuena. Román es una de esas figuras que son totalmente diferentes a la mayoría. Hace cosas que sólo las puedes observar si él está sobre un terreno de juego.

Como buen artista, posee un carácter inestable que le hizo abandonar todo lo que había conseguido y volver a su casa, Buenos Aires. Su marcha a Boca, lo que a todas luces parecía un retiro espiritual, le ha devuelto la ilusión que había perdido. La Bombonera le aclamó y Román les guió al triunfo en la Copa Libertadores. Riquelme recordó que no puede vivir sin hacer lo que mejor sabe: jugar.

En un fútbol como el actual, donde nadie es capaz de destacar si no posee velocidad y fuerza física, Román ha vuelto a enseñarnos que la lentitud puede ser un arte. Que pisar el balón, si se hace con calidad, puede ser igual de espectacular que el más estrambótico de los regates.

Un compatriota suyo me dijo que ver jugar a Riquelme es como ver bailar el tango en un barrio de Buenos Aires. Su rostro nunca expresa satisfacción, sino sufrimiento. Román es diferente a todo lo demás. Parece que no disfruta mientras juega pero no tiene más remedio que hacerlo, ha nacido para ello.

Ahora vuelve a sonar su vuelta a Europa, donde los jugadores sudamericanos dejan de ser ídolos y se convierten en dioses. Sería una gran noticia para todos si volviese a España. Aquí tenemos a Messi, Ronaldinho, Robinho, etc…que son superdotados de este deporte. Están por encima del resto. Román no es un superdotado. Es otra cosa. Simplemente algo que ya no existe, un artista.