Según publica el diario La Nación de la fecha, “Categórica ventaja de Macri sobre Filmus: 61,2% a 38,8%. Los votos que fueron a Telerman en la primera vuelta se reparten parejos entre los dos candidatos. Si el ballottage porteño fuera hoy, Mauricio Macri se quedaría con el 61,2% de los votos y Daniel Filmus, con el 38,8 por ciento. Ese es el resultado de la primera encuesta de Poliarquía Consultores sobre la segunda vuelta electoral, realizada especialmente …” a escasos 15 días del ballottage, no hace mas que confirmar la sensación que muchos tuvimos hace solo una semana, cuando el candidato ganador con el 46% le llevaba una ventaja de 22 puntos a su inmediato competidor.
La actitud mas viril, sana, ética y responsable hubiera sido la renuncia a la segunda vuelta, con el honor que eso significaba y el reconocimiento del ganador, evitando así decena de millones de pesos que la Ciudad deberá gastar y que ni Filmus, ni su jefe directo y artífice de este disparate, pondrán de sus bolsillos, sino cada uno de nosotros habitantes de esta disputada Ciudad.
En esos días hemos asistido una de las campañas mas delirantes de la que tenga memoria, un columnista escribía hoy “Un Kirchner más crispado que nunca, con destellos de rencor y de resentimiento, se aupó en el atril o en la tribuna. No paró durante cuatro días. Con el cuerpo caliente aún de Telerman, los funcionarios se lanzaron al pescuezo de Macri. Un correo viajó hacia la oficina de Telerman; Kirchner quería una foto con él y con Daniel Filmus. La oferta llevaba una propuesta de premios y de castigos. Promesas y advertencias al mismo tiempo. Querían exhibir la cabeza cazada. Telerman se diluiría en la historia si hubiera dicho que sí; dijo que no.
Muchos vieron a un Kirchner tan herido que fue capaz de equivocarse a cada rato con los datos sobre Macri. ¿Podía el Presidente ignorar que Macri no era diputado cuando se votó la anulación de las leyes de obediencia debida y de punto final? ¿Podía desconocer que los precios del transporte -y los suculentos subsidios- los administra su viejo amigo Ricardo Jaime y que el gobierno de la Capital no tiene jurisdicción sobre eso? Kirchner aseguró las dos cosas, suelto de cuerpo. La estrategia consiste en "aturdir" la verdad. (...) ¿Podía la ministra de Economía, Felisa Miceli, ignorar que las empresas de los Macri están fuera del negocio de la basura en la Capital desde hace diez años? En este caso hasta es mejor que haya fabulado a conciencia. ¿Qué cabría esperar de la economía si la jefa de la conducción económica desconociera en verdad ese dato sobre los movimientos empresarios? ”
Así también en este medio se publico un nota Francisco Scolaro, “El Presidente Kirchner y su "alumno" Filmus, han entrado de lleno en la campaña, de la segunda vuelta Porteña. Exponen como Impolutos sobre la década del 90, en una mezcla de "verso" con amnesia. ( …) Kirchner, omite manifestar, que en esa década ha sido el mayor autócrata, admirador de Menem y amante de las privatizaciones y regalías, como YPF, Minería, Carbón, Pesca etc. y de emigrar fondos de su provincia, que parecen esfumados. Filmus , se hace el distraído, cuando fue secretario de Grosso y ladero de la ministra Menemista Decibe. Ergo, no ajeno a los 90.”
Esta continua disputa antielectoral, de carpetazos y acusaciones, mucho daño le hacen a la sociedad, que aguarda propuestas y promesas de soluciones a sus cotidianos problemas y en cambio debe definitivamente optar por el menos “malo”
La solución a esta situación la tienen los diputados nacionales en los cajones de sus escritorios, en carpetas rotuladas como REFORMA POLÍTICA.
Quizás debemos presionar por otro 25 de mayo, 17 de octubre o 21 de diciembre, para conseguir que estos funcionarios, tomen la decisión de impulsar esta reforma, que transparentara el sistema y le dará confiabilidad.
De lo contrario es como esperar que el perro se ponga solo la correa o un perturbado mental la camisa de fuerza.