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Rafa García

Por fin se va Blair

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En mi currículo profesional pone que he cambiado muchas veces de empresa. Siempre he trabajado de periodista, pero la vida, las presiones políticas, y el azar, me han ido llevando de un sitio a otro, sin que haya podido ejercer demasiado control sobre la senda que me ha tocado seguir. Entre otras actividades, moderé una tertulia política, social, y plural, por supuesto, muy plural, y libre, en Onda Cero Castellón, allá por el año 1998. En esos programas se dijeron muchas cosas, más o menos afortunadas, según los casos, pero siempre, en total libertad. Allí había médicos, farmacéuticos, enfermeros, agricultores, maestros, bailarinas, funcionarios, políticos y periodistas. Se trataba, en la mayoría de los casos, de personas con un importante nivel de formación, aunque la frase más contundente, la realmente lapidaria, se la arrojó un hombre de no muchos estudios a todo un ex alcalde de la ciudad. La sentencia en cuestión fue la siguiente: “Los políticos echáis mierda mientras estáis, hasta que un día os vais, y la mierda se queda en el mismo sitio para que el pueblo la siga pisando”. Aunque la frase podría ser elevada a la categoría de verdad absoluta, me parece que el receptor de la misma no se merecía semejante exabrupto.

En cualquier caso, recurro a esa expresión para comentar el relevo al frente del Gobierno del Reino Unido de la Gran Bretaña, que está a punto de producirse. El miércoles, llega Gordon Brown, y se marcha, por fin, Tony Blair. Pero tal como decía el tertuliano de Castellón, el ex sargento Conejero, aunque el premier se marche, el pueblo llano seguirá pisando la mierda que él se ha encargado de esparcir en los últimos años sobre Irak, Oriente Medio y el frágil tablero sobre el que descansa la estabilidad mundial. Y es que Blair tuvo el triste honor de compartir foto y felonía con otros dos personajes de dudosa reputación y corta visión política: el irascible José María Aznar, y el siempre elemental, George Bush.

Se rompe el patético trío de las Azores, pero la situación internacional no mejora. Irak sigue siendo un polvorín que estalla a diario, en el que la sangría humana no cesa, y Oriente Medio una olla a presión, con capacidad para hacer saltar por los aires cualquier posibilidad de entendimiento entre las partes en litigio. Aunque Aznar y Blair hayan pasado a la jubilación, y Bush esté a punto de hacerlo, el Gobierno de Israel se sigue sintiendo por encima del bien y el mal, Alqaeda está envalentonada y Hamas tres cuartos de lo mismo. En otras palabras, desaparecen de la escena pública los tres firmantes de la declaración de la Guerra de la Azores, pero el pueblo llano seguirá padeciendo durante años los efectos de una nefasta y corrosiva política exterior. Ya no están ni Aznar ni Blair, pronto se marchará Bush, pero la mierda que ellos dejaron continúa en el mismo lugar, para que muchas personas la sigan pisando a diario.

Por fin se va Blair

Rafa García
Rafa García
martes, 26 de junio de 2007, 22:02 h (CET)
En mi currículo profesional pone que he cambiado muchas veces de empresa. Siempre he trabajado de periodista, pero la vida, las presiones políticas, y el azar, me han ido llevando de un sitio a otro, sin que haya podido ejercer demasiado control sobre la senda que me ha tocado seguir. Entre otras actividades, moderé una tertulia política, social, y plural, por supuesto, muy plural, y libre, en Onda Cero Castellón, allá por el año 1998. En esos programas se dijeron muchas cosas, más o menos afortunadas, según los casos, pero siempre, en total libertad. Allí había médicos, farmacéuticos, enfermeros, agricultores, maestros, bailarinas, funcionarios, políticos y periodistas. Se trataba, en la mayoría de los casos, de personas con un importante nivel de formación, aunque la frase más contundente, la realmente lapidaria, se la arrojó un hombre de no muchos estudios a todo un ex alcalde de la ciudad. La sentencia en cuestión fue la siguiente: “Los políticos echáis mierda mientras estáis, hasta que un día os vais, y la mierda se queda en el mismo sitio para que el pueblo la siga pisando”. Aunque la frase podría ser elevada a la categoría de verdad absoluta, me parece que el receptor de la misma no se merecía semejante exabrupto.

En cualquier caso, recurro a esa expresión para comentar el relevo al frente del Gobierno del Reino Unido de la Gran Bretaña, que está a punto de producirse. El miércoles, llega Gordon Brown, y se marcha, por fin, Tony Blair. Pero tal como decía el tertuliano de Castellón, el ex sargento Conejero, aunque el premier se marche, el pueblo llano seguirá pisando la mierda que él se ha encargado de esparcir en los últimos años sobre Irak, Oriente Medio y el frágil tablero sobre el que descansa la estabilidad mundial. Y es que Blair tuvo el triste honor de compartir foto y felonía con otros dos personajes de dudosa reputación y corta visión política: el irascible José María Aznar, y el siempre elemental, George Bush.

Se rompe el patético trío de las Azores, pero la situación internacional no mejora. Irak sigue siendo un polvorín que estalla a diario, en el que la sangría humana no cesa, y Oriente Medio una olla a presión, con capacidad para hacer saltar por los aires cualquier posibilidad de entendimiento entre las partes en litigio. Aunque Aznar y Blair hayan pasado a la jubilación, y Bush esté a punto de hacerlo, el Gobierno de Israel se sigue sintiendo por encima del bien y el mal, Alqaeda está envalentonada y Hamas tres cuartos de lo mismo. En otras palabras, desaparecen de la escena pública los tres firmantes de la declaración de la Guerra de la Azores, pero el pueblo llano seguirá padeciendo durante años los efectos de una nefasta y corrosiva política exterior. Ya no están ni Aznar ni Blair, pronto se marchará Bush, pero la mierda que ellos dejaron continúa en el mismo lugar, para que muchas personas la sigan pisando a diario.

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