La selección española, inmersa en su proceso de renovación, sigue sin enamorar con su juego y, al mismo tiempo, continúa sembrando incertidumbre sobre su más próximo futuro. Pero hoy ha dado un paso más hacia la Eurocopa 2016 al vencer por 1-0, con gol de Morata, a una Ucrania que ha sido mejor en la segunda parte, pero a la que quizás le ha faltado creérselo un poco más para haber sacado algo positivo del Sánchez Pizjuán. 

Así, España ocupa, con doce puntos –tres más que Ucrania-, la segunda posición en solitario de su grupo de clasificación, sólo por detrás de la hasta ahora intratable Eslovaquia, pero ofreciendo unos dientes de sierra que ha de ir limando no ya si quiere lograr el triplete continental en Francia, sino incluso si no quiere poner en riesgo una clasificación que, sin embargo, hoy está un poco más cercana. 

Isco comienza mandando

Con Morata en la punta del ataque más Isco e Iniesta juntos en la creación de acciones ofensivas, España salió muy metida en el partido. Los de Vicente del Bosque comenzaron encerrando a Ucrania al son que marcaba Isco, al que ayudaban inestimablemente tanto el manchego como Silva. 

El malagueño y el canario trenzaron, a los cinco minutos, la primera llegada clara de la selección española, una preciosa combinación que desbarató la defensa ucraniana tras dar Silva el pase de la muerte. 

Cuatro más tarde, Morata perdió una gran ocasión, al definir deficientemente ante Pyatov, que al cuarto de hora debió desbaratar, desviándolo a córner, un peligroso disparo de Koke. 

No obstante, poco a poco Ucrania fue despertando y asomando la patita ante la portería de Casillas, con las acciones por las alas de Yarmolenko y, sobre todo, Konoplyanka; pero, principalmente, con las jugadas a balón parado. 

Así, España tuvo suerte de que el lateral derecho Fedetskly fuera incapaz de rematar correctamente una falta excelentemente botada por el mediocentro Rotan, a los 18 minutos. 

Isco, incansable, seguía buscando, con su desborde, la portería rival, pero en esta fase del partido era Ucrania -animada por el destacable número de seguidores ubicados en el Gol Sur del Pizjuán- la que estaba más cerca del gol. Que se lo digan a Rotan, que fue incapaz de aprovechar, a los 26 minutos, una excelente dejada de cabeza de Zozulya (que se lesionó en esa jugada). Su disparo se marcó lamiendo el poste. 

Koke y Morata deciden

Y la ley del fútbol que dice que quien perdona la paga hizo su aparición tan sólo un minuto después, justo en el momento de mayor clarividencia de Koke. El colchonero, al primer toque, envió un perfecto balón en profundidad que Morata, esta vez sí, supo convertir en el gol de la victoria con una definición de gran calidad, picando el balón ante la salida de Pyatov. 

El delantero de la Juventus no tuvo un encuentro especialmente lucido; de hecho no tocó un excesivo número de balones; pero supo aprovechar una de sus escasas ocasiones para lograr su primer tanto como internacional absoluto. Un gol que valió tres importantísimos puntos. 

Tras el 1-0 y pese a que Ucrania no le volvió la cara al partido, España recobró el mando adquirido en los instantes iniciales, y pudo haberse ido al descanso con más ventaja, pero la cruceta de la meta ucraniana repelió, en el minuto 40, un casi perfecto remate de Sergio Ramos a saque de falta de Silva. 

"Apagón" general

Pero la Roja cambió de color en la segunda mitad. El seleccionador ucraniano, Mykhailo Fomenko, ordenó a los suyos adelantar las líneas, y con ello llegaron los nervios a un equipo que todavía no ha recobrado ni el punto ni la confianza perdida en el infausto Mundial de Brasil. 

El juego de creación que notablemente se había exhibido hasta entonces desapareció por completo durante muchos minutos; y Ucrania, muy superior en las jugadas de estrategia, comenzó a poner cerco de manera inquietante a la portería de Casillas, que al poco de la reanudación debió sacar “in extremis” un balón que se colaba tras un centro chut a balón parado del “pateador” Rotan. 

Mas el peligro ucraniano no sólo apareció en los balones aéreos. La presión que los ex soviéticos hicieron sobre la salida del balón de España se tradujo en varias pérdidas bastante absurdas que pudieron haber terminado en gol. Casillas, tras entregar incomprensiblemente un balón a Rotan, tuvo que arreglar su error despejando el disparo del ambidiestro centrocampista ucraniano a los 56 minutos; y diez más tarde, tras una gran jugada del delantero Kravets, el capitán de la selección volvió a dejar con un palmo de narices al propio Rotan. 

Con Cazorla, más control

Por entonces, Del Bosque ya había retirado del campo a un Morata al que no llegaban balones; aunque con Pedro la cosa tampoco mejoró excesivamente. La entrada de Cazorla por Iniesta, poco antes de la lesión de Jordi Alba –que ha abandonado la concentración-, sí que consiguió que España, a falta de brillantez, sí que lograra al menos volver a tener la pelota. 

El asturiano del Arsenal tuvo la mejor ocasión de España en la segunda parte. Su pared con Isco al borde del área ucraniana mereció terminar en el 2-0, pero Pyatov lo impidió sacando la punta de sus dedos, por mucho que el turco Çakir, que completó un muy buen arbitraje, señalara saque de puerta. 

Ucrania quemó sus últimas naves en una jugada final con varios centros sobre el área de España, pero sin encontrar rematador en ninguno de ellos. Así, con sufrimiento y con la irregularidad por bandera, se cerró con victoria la vuelta de la selección a Sevilla en competición oficial casi veinte años después de la última vez. 

El próximo compromiso, tras el “bolo” del martes en Amsterdam, será en junio a domicilio frente a Bielorrusia; aunque quien más quien menos está pensando ya primero en el duelo contra Eslovaquia el 5 de septiembre –Nuevo Carlos Tartiere de Oviedo- y, después, en la visita de octubre a Kiev. 

Ahí, en esos dos partidos, se jugarán los de Del Bosque una clasificación directa para la que cuentan con tres puntos menos que los eslovacos, pero con tres más que su rival de esta noche. Lo que sí está claro es que, para tener ciertas garantías, hay que mejorar bastante las prestaciones ofrecidas en la segunda parte de hoy.