La mejor versión de Valencia Basket llega en el momento clave de la temporada y lo hace en un estado de forma que permite recuperar definitivamente la ilusión en el equipo. Unas sensaciones que contrastan con la ausencia de fortaleza mental del conjunto de Xavi Pascual, que por momentos desapareció del partido y dejó una triste imagen al anotar tan sólo 13 puntos en el último cuarto y no encontrar en ningún momento la solución para superar la intensidad defensiva taronja.
En el arranque los dos equipos deleitaron a la Fuente de San Luís con un festival de intercambio de triples, inaugurado por Juan Carlos Navarro y continuado por un espléndido Pau Ribas. Ambos conjuntos firmaron un excelente 4/5 en lanzamientos desde el 6,75 en el primer cuarto. Los taronja apoyaron su capacidad anotadora en Ribas, Van Rossom y Sato, entre los tres llegaron a firmar todos los puntos de los taronja en los siete primeros minutos de juego.
El Barcelona con un punto menos de intensidad defensiva le costaba tomarle el pulso al partido, en gran parte, gracias a los impecables porcentajes de acierto de Valencia Basket. Los de Xavi Pascual, espoleados por un activo Brad Oleson, reaccionaron y trataron de abastecer el juego interior para contrarrestar la producción exterior de los locales. Los momentos de reacción blaugrana coincidieron con el paso de Pau Ribas por el banquillo, pero la agresividad ofensiva y el control del rebote daban al equipo de Carles Duran el mando del electrónico (46-42) en los primeros 20 minutos.
El equipo catalán tras su paso por los vestuarios salió dispuesto a dar un golpe encima de la mesa. Un parcial de 0-8 y una mayor agresividad defensiva hizo presagiar lo peor en la Fuente de San Luis. Pero en los momentos de duda emergió la figura de Pablo Aguilar que contribuyó notablemente a dar el primer tirón al partido (61-54) en el minuto 27. En pleno apogeo de Valencia Basket, los árbitros señalaron una técnica a Xavi Pascual que valió para que el Barcelona regresara al partido. Fue un mero espejismo. El equipo de Carles Duran no perdió la concentración y recuperó el acierto desde más allá de 6,75 para desesperación de los blaugrana. Mención especial para el granadino Pablo Aguilar que, con 17 puntos, se convirtió en un martirio para la defensa culé.
Los hombres de Carles Duran supieron administrar una renta que osciló en torno a los 10 puntos al inicio del último cuarto. Esto se acabó convirtiendo en un mal menor para los azulgrana, ya que Valencia Basket puso una marcha más en el tramo final de partido para acabar arrollando a un Barcelona que bajó los brazos. Con el partido ya sentenciado, los taronja se fueron hasta los 20 de diferencia (93-73) con los que se cerraría un partido memorable para la afición valenciana.