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Durante los últimos años, desde el poder político catalán, se han gastado cantidades multimillonarias en bombardearnos a los ciudadanos con propaganda independentista. Y ahora, para contrarrestar la evidente bajada del suflé, parece que están apretando aún más el acelerador.
Por ejemplo, me sorprende ver últimamente planos del metro de Barcelona con el logotipo de Transportes Metropolitanos de Barcelona, que incluyen propaganda política de la Asamblea Nacional de Cataluña.
¿Es normal que se endose a los viajeros del transporte metropolitano publicidad política junto a los planos de las estaciones? ¿No se están pasando ya un poco “machacándonos” a la gente con que Cataluña será la Suiza del Mediterráneo y el dinero nos lloverá del cielo? Al mejor, están creando el efecto contrario del que desean.
Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto, habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.
Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.
Las conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.
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