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La visita del Khimki en los cuartos de final de Eurocup en la segunda noche grande de las Fallas era el mejor aperitivo para seguir la fiesta de la pólvora, aunque no se llegó al lleno de hace un año contra el Alba de Berlín, pero por poco acaba con el Valencia Basket envuelto en llamas. Un último cuarto primoroso de Luke Harangody evitó que los taronja viajaran a Rusia con la eliminatoria prácticamente pérdida.
Desde el arranque del choque Valencia Basket tuvo claro que pasara lo que pasara en ataque, la receta imprescindible para aspirar a un buen resultado pasaba por la solidez defensiva. Pero también desde el inicio, los de Carles Duran mostraron que las pérdidas de balón se convertirían en una verdadera pesadilla. De hecho al descanso el número de balones pérdidos ya era de 11, algo que en todo momento aprovechó el conjunto de Rimas Kurtinaitis.
La respuesta del conjunto ruso siempre llegaba de la mano de Tyrese Rice que, con sus penetraciones, se agigantaba cada vez más. Con la estrella norteamericana sentada en el banquillo, el equipo dirigido por Kurtinaitis obtuvo la máxima ventaja en el electrónico (47-59) mediado el tercer cuarto. La garra de los pupilos de Duran dio un poco de aire, pero la vuelta a escena del omnipresente Rice llevó a los taronja a encarar el último cuarto con una sensible desventaja (52-65).
Contra las cuerdas, Valencia Basket sacó su mejor versión en el último acto gracias a una defensa zonal que restó efectividad al equipo ruso y activó a los taronja gracias a un inconmensurable Harandogy que se puso el disfraz de salvador para anotar ocho puntos consecutivos claves. La Fuente de San Luís veía como su equipo, que iba 12 abajo a seis minutos del final, se colocaba a sólo un punto con los dos tiros libres de Van Rossom con un minuto por jugarse. Una canasta por elevación de Tyrese Rice llevó el 73-76 al marcador con 21 segundos por jugarse, momento en que Lucic dispuso de tres tiros libres, de los cuales sólo dos encontraron aro. Un mal menor que llevará a dilucidar el pase a semifinales en Moscú, tal y como sucedió hace un año, aunque en esta ocasión sin un colchón de 16 puntos.
El Betis Baloncesto falló en el momento clave. O, mejor dicho, un Covirán Granada guerrero y voluntarioso le hizo fallar, hasta el punto de meterlo en un lío del que probablemente no vaya a salir. Los granadinos, que perdían hasta por nueve puntos a menos de cuarto y medio para el final, se repusieron hasta el punto de lograr una victoria que le deja con más vida aún de lo que ya parece. El Betis depende de sí mismo pero tendrá que ganar nada menos que en Madrid si no quiere consumar el descenso.
El Betis Baloncesto ha caído esta tarde en San Pablo ante el Barça, cuya victoria le sirve para mantener el liderato de la liga ACB justo antes de desplazarse a Kaunas para intentar certificar su clasificación para la "Final Four" de la Euroliga. Los verdiblancos, muy laxos y endebles durante la primera mitad, han llegado demasiado tarde al choque y, cuando han despertado, ya era demasiado tarde para intentar apretar de verdad. Pese a ello la derrota previa del Covirán Granada le sirve para permanencer fuera del descenso,
El Betis Baloncesto ha conseguido esta noche una victoria tan necesaria como ciertamente engañosa frente al colista de la liga ACB, el Carplus Fuenlabrada que, pese a sumar solamente cuatro triunfos y ponerse veinte abajo en el segundo cuarto, le ha peleado el triunfo a los de Casimiro -aunque sin llevarles al límite- casi hasta el final.
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