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El Unicaja de Málaga continúa su increíble racha en casa, sumando ya 14 victorias consecutivas como local en la Liga Endesa, tras imponerse al Valencia Basket en un duelo muy igualado que no se decidió hasta los minutos finales. La derrota deja a los tanrojas igualados en la tabla con Laboral Kutxa y CAI Zaragoza, sus más inmediatos perseguidores en la lucha por el playoff.
Los mejores jugadores del partido, Sam Van Rossom y Jayson Granger, comenzaron desde el salto inicial un bonito duelo en el que los bases aprovecharon su calidad en la penetración para sumar en las cercanías del aro. Aunque ambos acabasen el primer periodo con 9 puntos, fue el cuadro andaluz el que primero en abrir pequeñas brechas en el marcador.
Y es que la igualdad en el encuentro era máxima dado el gran acierto mostrado por los dos equipos desde el perímetro, que firmaron de forma conjunta un espectacular 7/8 desde el 6,75. El toma y daca fue constante, y poco a poco jugadores como Kuzminskas, Lucic, Suárez y Sato se unieron a la fiesta del triple. Con este bombardeo de puntos, se cerró el primer periodo con un sorprendente 29 - 29.
Ninguno de los dos técnicos parecían estar contentos con lo que estaba pasando en la pista, y reclamaron una mayor intensidad defensiva a sus hombres para que amainasen el chaparrón de puntos. En cambio, el público malacitano se lo pasaba en grande con la exhibición ofensiva de los suyos, y celebraba un parcial de 7 - 0 comandado por un imperial Jayson Granger.
No se mostró tan conforme la afición con la actuación de los colegiados, poco afortunado en la tarde de hoy y que perdió el control del choque demasiado pronto, convirtiendo el segundo periodo en un concierto de pitos. Una inexplicable técnica a Ryan Toolson frenó en seco el buen trabajo del Unicaja, y Nemanja Nedovic no desaprovechó la oportunidad para recortar diferencias, anulando cualquier intento de escape cajista al cierre de la primera mitad (50 - 49).
El frenético ritmo anotador vivido en los primeros veinte minutos no gozó de su continuidad tras el descanso, pero eso no impidió que la igualdad siguiese imperando en el marcador. Los triples de Van Rossom empezaron a ser una pesadilla para el cuadro local, y cuando llegaron los mejores minutos de juego de los taronja llegó una nueva técnica a Carles Durán, siendo ahora los jugadores del Valencia Basket los que se desquiciasen con las decisiones del trio arbitral.
El acierto exterior no tardó en volver a la pista con nuevos encestes de Kuzminskas y Sato, aunque las diferencias se empezaron a hacer notar en el puesto de base. El equipo valenciano pagó la inexperiencia del joven Guillem Vives durante los minutos de descanso de su director de juego, pero aguantaron el tirón y lo dejaron todo por decidir de cara a los diez minutos finales (71 - 70).
Quien da primero da dos veces. Así lo entendió el Unicaja en el arranque del último periodo, endosando un parcial de 6 - 0 que enloquecía a la grada y ponía una máxima diferencia de 7 puntos en el luminoso. Con todo, el arrreón no fue definitivo para los locales, gracias a dos canastas consecutivas de Bojan Dubljevic que permitía al equipo taronja recuperar la fe en el triunfo.
Se acercaban los minutos decisivos del encuentro, los aros se empezaron a cerrary las canastas ya si que llegaban con cuentagotas. Con medio minuto por disputarse, Van Rossom encestaba su cuarto triple de la tarde y ponía a su equipo a tan sólo dos puntos. Los errores en el tiro libre de Germán Gabriel le dieron una oportunidad de oro al Valencia de obrar la machada, pero Pablo Aguilar marró el triple del triunfo y la victoria se quedó, una jornada más, en el Martín Carpena.
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