Notarios y registradores vuelven a confrontar sus cifras. Mientras que los primeros vía Fomento admiten un crecimiento en la compra-venta de vivienda para el conjunto del año 2014 del 21,6%, los segundos vía Instituto Nacional de Estadística (INE), apuntan a un 2,2%. Igualmente, los notarios en su propia estadística señalan que la subida fue del 19,1%. De nuevo, hay que volver a insistir en que no todas las compraventas que pasan por los notarios se registran, con el añadido de que los datos del INE comprenden un retardo de dos-tres meses, que es el tiempo que transcurre entre la firma y la inscripción de la propiedad.
Dejando al margen el baile de porcentajes o la muestra que toman las fuentes, lo cierto es que ambas coinciden en un aspecto importante. 2014 ha significado la vuelta del comprador al terreno de juego. Sin embargo, 2013 tampoco es una referencia adecuada, porque fue un año de mínimos. Se ha cerrado el año con un volumen de compraventas por encima de las 365.000. Aunque muy por debajo de años anteriores al 2008, es una cifra más que razonable. Es un claro indicativo de que España entra en una fase de equilibrio, no solo en lo puramente inmobiliario, si no en la economía en general.
En el desglosado zonal, vemos como los micromercados o localizaciones específicas que más están destacando son ciudades top como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Sevilla o Málaga. También hay que destacar el papel de las compras por parte de extranjeros, que han demostrado su confianza ante unos precios atractivos, apostando por la inversión en nuestro país, sobre todo, en lugares de costa y grandes urbes. Sin duda, nos espera un 2015 emocionante en el que hay que estar muy atentos a la reacción de la demanda, que cada vez muestra más interés y tiene un mayor acceso al crédito.
