Aquella vez que te vi,
fue después del largo retiro de este alma furtiva,
nunca paro en el mismo lugar de mi mirar perdido, extraviado en tu estima más querida.

Aquella vez que te vi,
eras esa dulce luz de la flor de mi jardín interno más hermosa,
recuerdo del fresco ayer, la marchita marcha de tu querer fue matando a mi derrumbado ser.

Aquella vez que te vi,
fue en el último soñar de mi pasada fantasía, la pesadilla ocupó el lugar en mi apenado corazón,
suplantó a los colores de los sueños, se tornaron claro-grises, casi oscuros en su muerte y en su tiniebla.

Aquella vez que te vi,
fue la más bella historia de amor y pasión jamás contada,
el triste trágico final se aproximó a caer el temido luto de la noche con la luna del desamor.

Las estrellas lentamente se fueron apagando...

Aquella vez que te vi,
estabas sentada sola en la estación de tu voluntario olvido,
tomaste el tren hacia ninguna parte, siempre he esperado tu retorno, una vieja esperanza...

Tu suplantadora acaba de entrar por la puerta del hoy, mi presente,
después de mi grato pasado,
el futuro seguirá esperando el regreso del necesitado ayer.
Aquella vez que te vi...