Se narran seis episodios independientes cuyo nexo común es la reacción irracional y violenta de determinados individuos ante situaciones más o menos extremas.
Sobrevalorado filme episódico que mezcla con desigual acierto humor negro y situaciones surrealistas en un contexto de desigualdad económica, corrupción política y moral e injusticia social. La cinta está interpretada por un reparto coral formado por grandes actores del cine argentino actual como Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Julieta Zylberberg, Érica Rivas u Oscar Martínez, entre otros. Al parecer, el realizador bonaerense Damián Szifrón, asimismo autor del guión, se inspiró en la serie televisiva de Steven Spielberg Cuentos asombrosos (Amazing Stories).
Como apuntábamos en la sinopsis, Relatos salvajes es una película estructurada en seis episodios independientes: Pasternak, Las ratas, El más fuerte, Bombita, La propuesta y Hasta que la muerte nos separe. En todos ellos, sus protagonistas, de diferente rango y condición social, sometidos a situaciones de estrés y presión máximas, terminan dejándose arrastrar por el rencor, la rabia, la frustración, la ira o la venganza, desencadenando acciones violentas que desembocan en tragedia en la mayoría de los casos. Sus actos no se diferencian mucho del comportamiento de los animales salvajes que aparecen en los títulos de crédito iniciales, de ahí el nombre conjunto. Pero más allá de esa apelación a los instintos más bajos y primarios de la naturaleza humana, la obra carece de verdadera cohesión narrativa. Del mismo modo que en literatura suele ser más fácil escribir relatos cortos que una novela (que me perdonen maestros del género como Chéjov, Maupassant, Poe o Turguénev), Damián Szifrón ha optado por la vía sencilla ante la palpable falta de ideas. El resultado es una sucesión de entretenidas viñetas de nula profundidad que no tiene más valor que el del disfrute inmediato por parte del público menos exigente.
Dentro de estos Relatos salvajes destaco el tercero, El más fuerte, quizá el más negro, crítico, disparatado, escatológico y violento de todos los que conforman esta curiosa, aunque como digo, muy sobrevalorada, “antología” cinematográfica.