El balance de víctimas mortales registradas en los últimos días en
Afganistán a causa de las avalanchas provocadas por las intensas
nevadas ha ascendido a 220, 187 de las cuales han tenido lugar en la
provincia de Panjshir, al norte de Kabul.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha ordenado a todas las
organizaciones responsables que ayuden en las tareas de rescate y
entrega de ayuda a los afectados, según ha informado la cadena de
televisión afgana TOLO TV.
Las autoridades afganas han advertido de la inminente emergencia
humanitaria que sufren las regiones más afectadas por la mala
meteorología, con las nevadas dejando algunos pueblos aislados y las
carreteras bloqueadas.
"No habíamos visto tanta nieve y tantas avalanchas en los últimos 30
años", ha afirmado Abdul Rahman Kabiri, el gobernador en funciones de la
provincia de Panjshir.
A pesar de los problemas que generan, las nevadas son importantes
para Afganistán, un país en el que gran parte de la población depende del
agua que llega de las montañas en primavera y verano.
La agricultura sigue siendo uno de los principales motores de la
economía de Afganistán, un país en el que tres cuartas partes de la
población vive en zonas rurales, según las estimaciones de 2004 de la
agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Los sistemas de riego no están muy extendidos en Afganistán, un país
en gran parte árido, y los esfuerzos por ampliar el sistema en los últimos
años no han logrado los objetivos marcados.