Quedan menos de cien días para que, como cada cuatro años, los electores tengamos que acercarnos hasta nuestro colegio electoral y procedamos a depositar nuestro voto con la opción elegida para que durante los próximos cuatro años, si no sucede nada extraordinario, los elegidos se dediquen a administrar el capital electoral que suponen nuestros votos en todos los municipios del país y en la mayoría de las CC.AA. Después de estas primeras elecciones de finales de mayo y si los resultados no alteran demasiado los aires de la Moncloa volveremos a tener que visitar el colegio electoral a finales de año para elegir Diputados y Senadores al Parlamento español, y en Catalunya el 27 de Setiembre también se abrirán los colegios electorales en una disputa electoral en la que la lucha entre los unionistas españoles y los partidarios del soberanismo catalán va a ser dura y constante. Como ven en los poco más de diez meses que nos quedan de este 2015 los ciudadanos vamos a estar bajo un constante bombardeo de promesas electorales.

Pero en esta ocasión todas y cada una de estas visitas ciudadanas a las urnas parece que van a tener más trascendencia de la que en los últimos años han tenido las contiendas electorales. La crisis, los recortes y la pérdida de una gran parte de los beneficios del incipiente Estado del Bienestar en el que vivían los españoles han hecho que ninguno de los dos partidos mayoritarios que se han venido turnando en el poder tengan claro que puedan seguir como hasta la fecha, el bipartidismo ha muerto, pero ha muerto en la cama, como murió el dictador Franco, PP y PSOE durante años creyeron que su alternancia en el poder iba a perdurar durante años y años y, de repente, se han encontrado con otras formaciones que les pueden expulsar de los cómodos sillones en los que han estado sesteando hasta la fecha.

Las primeras elecciones a las que las diversas formaciones políticas van a tener que hacer frente son las municipales y las de algunas CC.AA. Y aunque en las elecciones municipales muchas veces es más importante la persona que las siglas del partido que la cobija a finales de Mayo puede producirse el primer paso de un vuelco en el poder que tendrá su culminación cuando a finales de año se nos convoque a las elecciones estatales. Unas elecciones municipales en 1931 instauraron la II República en España y enviaron al exilio a Alfonso XIII, en esta ocasión no creo que suceda nada parecido, tan sólo ERC tiene en su raíz el ADN republicano y el que puede ser el gran triunfador en estos comicios aún sin acudir con su marca, PODEMOS, afirma no ser de derecha ni de izquierda ni tampoco se plantea el tema de monarquía o republica, tal vez para no perder posibles votantes, en estos casos la ambigüedad suele dar buenos frutos. Pero si que los resultados de estas municipales nos pueden deparar grandes sorpresas.

Y una vez llegado el momento de conocer los nombres y las caras de quienes encabezarán el cartel electoral de cada partido en algunos de ellos han comenzado las luchas cainitas por repartirse, en algunos casos, las migajas de un poder que comienzan a ver cada vez más lejos. El PSOE e IU en Madrid han comenzado a devorarse entre ellos, unos siguen marchitando cada día más y más la lozana rosa que les llevó de la mano de Felipe González a triunfar en 1982 y los otros más que en la unidad parece que se deslicen por el triste camino que les llevará a ser Hundida más que Unida. Los socialdemócratas, con un nuevo y flamante Secretario General, destituyen a Tomás Gómez, el candidato madrileño, simplemente por ser sospechoso de una presunta malversación pero sin ninguna imputación, pero sumisos y genuflexos ante la lideresa andaluza no se atreven a pedir las dimisiones de sus puestos oficiales a dos de los ex presidentes andaluces que, estos sí, han sido imputados por un juez.

Y en Izquierda Unida vemos cómo la candidata a la Presidencia de la Comunidad, ratificada mediante primarias, en pocas semanas abandona la formación para crear un nuevo partido que, seguramente, acudirá con la gente de PODEMOS a los próximos comicios. Para unos ha sido un torpedo en la línea de flotación de la formación izquierdista mientras que para otros, especialmente los que han dejado el partido, es imposible seguir en una formación donde no se les deja trabajar para llevar adelante su proyecto para Madrid.

Año electoral y año de luchas fratricidas. Durante estos meses veremos cómo más de uno cambia de chaqueta para situarse al abrigo del Sol que más le caliente. Pero también veremos cómo miles de ciudadanos, especialmente en las elecciones municipales, sacrifican horas de ocio para desde los humildes y poco remunerados puestos de concejal de cualquier pequeño pueblo intentan servir de la mejor manera posible a sus conciudadanos. Ni toda la política es mala ni todos los políticos acuden a ella para llenarse los bolsillos. Mi pequeño homenaje en este año de elecciones y luchas a todos aquellos que todavía creen que hay que acudir a la política pensando y creyendo en el bien común.