Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La tronera
Para volver a tres años de carrera con los grados no hacían falta estas alforjas ni la renovación que se ha llevado a cabo

La reforma ahonda en la desigualdad

|

Sorprende que el señor ministro piense que "si todos los grados pasan a tres años, las familias ahorrarán alrededor de 150 millones". Con esas declaraciones, el señor Wert hace que todo el mundo le pierda el respeto. Para volver a tres años de carrera, no hacían falta estas alforjas ni la renovación que se ha llevado a cabo. Parece que es opinión generalizada que el Plan Bolonia ha sido nefasto en cuanto al nivel educativo: ha descendido considerablemente el nivel de estudios, el profesorado se ha visto desbordado y ha salido del paso como ha podido, además de que las universidades han dado un paso al frente por obligación, pero nunca con convencimiento. No entiendo que, desde el MECD, se quiera hacer menos competitiva una titulación, pero empiezo a entender que en la UE se minusvaloren las titulaciones españolas.

Dejar en manos de las universidades españolas la duración de los grados y de los másteres me parece una estupidez de grueso calibre. Y si a ello añadimos que cada comunidad autónoma se cree un Gobierno soberano, entonces estaremos haciendo un pan como unas tortas. Pero unas tortas duras y ennegrecidas. Una cosa es la autonomía universitaria y otra la dejadez ministerial. Y ésta, precisamente, no es aconsejable porque bastante desidia hay ya en las comunidades gobernadas por el Partido Popular y el Partido Socialista.

No voy a enredarme en valorar la opinión de José Ignacio Wert respecto a que "solo uno de cada cinco estudiantes hace un máster después del grado". Lo que sí es cierto es que buena parte del alumnado no puede costearse la matrícula de un máster. Doy fe porque lo estoy comprobando a diario. Según sus datos, menos de la mitad de los universitarios realiza un curso de posgrado, pero.... ¿se ha parado a pensar el MECD por qué sucede eso? No me sirve decir que rebajar el grado a tres años supone un ahorro superior a 150 millones para las familias. ¿Y para qué sirve un grado sin la alta especialización que proporciona un máster? ¿Pero de qué va este ministro? ¿Cómo ha podido entrar si ya no cabía ni un tonto más en el territorio patrio? ¿Quién ha tenido la tontuna torpeza de nombrarle ministro de educación, cultura y deportes? ¿Acaso Rajoy tiene predilección por la cultura del mediocre y el incomprendido?

La tontería de Wert queda respaldada por su afirmación respecto a que "en las carreras no habilitantes para ejercer una profesión, la matrícula del máster es más cara que la del grado". Con tanta barbaridad como le hemos escuchado, no es de extrañar que se enrede él solo. Ahí tienen a los expertos del PSOE diciendo que "esta reforma ahonda la brecha social de desigualdades y reduce la calidad educativa". Pues sí, señores del PSOE, esta vez tienen razón, pero la reforma aprobada por el Consejo de Ministros no parece que tenga marcha atrás. Habrá que esperar a que Podemos (El PSOE está descartado para tocar poder y el PP en la línea de estarlo) haga una reforma universitaria que acabe con la endogamia universitaria. Claro que, si se lo toman en serio, desaparecería ellos mismos de la Complutense por lo que todo el mundo sabe.

Para que nadie se llame a engaño hay que aclarar que algunos rectores de las universidades españolas son más peligrosos que una bicicleta en una gran ciudad. Deberían dar la cara quienes sí han pedido la reducción de grados. Es un hecho que, cuando se adoptó la decisión de implantar el sistema actual de 4+1, la mayoría de los rectores se inclinaron por el 3+2. Y eso es una verdad como un templo, no una postura ni una vaga inclinación. Bien es cierto que, como apunta el actual rector de la Universidad de Valladolid: "Dejar que cada uno haga lo que quiera es el sálvese quien pueda".

Me sorprende que salga a la palestra de los medios de comunicación la secretaria de Estado de Educación, señora Gomendio, diciendo que "necesitamos tiempo para evaluar la implantación de Bolonia". Por Dios, señora, ya está bien de decir insensateces sin medida ni sentido, eso hay que hacerlo antes de llevar a cabo el cambio que apunta el MECD. Cuando se mezcla el interés, la pretensión y el querer complacer a todos, lo que resulta es una patata. Pero una patata cojonuda y aplastada. Como dice un proverbio: "Reza pero no dejes de remar hacia la orilla".

La reforma ahonda en la desigualdad

Para volver a tres años de carrera con los grados no hacían falta estas alforjas ni la renovación que se ha llevado a cabo
Jesús  Salamanca
lunes, 2 de febrero de 2015, 09:53 h (CET)
Sorprende que el señor ministro piense que "si todos los grados pasan a tres años, las familias ahorrarán alrededor de 150 millones". Con esas declaraciones, el señor Wert hace que todo el mundo le pierda el respeto. Para volver a tres años de carrera, no hacían falta estas alforjas ni la renovación que se ha llevado a cabo. Parece que es opinión generalizada que el Plan Bolonia ha sido nefasto en cuanto al nivel educativo: ha descendido considerablemente el nivel de estudios, el profesorado se ha visto desbordado y ha salido del paso como ha podido, además de que las universidades han dado un paso al frente por obligación, pero nunca con convencimiento. No entiendo que, desde el MECD, se quiera hacer menos competitiva una titulación, pero empiezo a entender que en la UE se minusvaloren las titulaciones españolas.

Dejar en manos de las universidades españolas la duración de los grados y de los másteres me parece una estupidez de grueso calibre. Y si a ello añadimos que cada comunidad autónoma se cree un Gobierno soberano, entonces estaremos haciendo un pan como unas tortas. Pero unas tortas duras y ennegrecidas. Una cosa es la autonomía universitaria y otra la dejadez ministerial. Y ésta, precisamente, no es aconsejable porque bastante desidia hay ya en las comunidades gobernadas por el Partido Popular y el Partido Socialista.

No voy a enredarme en valorar la opinión de José Ignacio Wert respecto a que "solo uno de cada cinco estudiantes hace un máster después del grado". Lo que sí es cierto es que buena parte del alumnado no puede costearse la matrícula de un máster. Doy fe porque lo estoy comprobando a diario. Según sus datos, menos de la mitad de los universitarios realiza un curso de posgrado, pero.... ¿se ha parado a pensar el MECD por qué sucede eso? No me sirve decir que rebajar el grado a tres años supone un ahorro superior a 150 millones para las familias. ¿Y para qué sirve un grado sin la alta especialización que proporciona un máster? ¿Pero de qué va este ministro? ¿Cómo ha podido entrar si ya no cabía ni un tonto más en el territorio patrio? ¿Quién ha tenido la tontuna torpeza de nombrarle ministro de educación, cultura y deportes? ¿Acaso Rajoy tiene predilección por la cultura del mediocre y el incomprendido?

La tontería de Wert queda respaldada por su afirmación respecto a que "en las carreras no habilitantes para ejercer una profesión, la matrícula del máster es más cara que la del grado". Con tanta barbaridad como le hemos escuchado, no es de extrañar que se enrede él solo. Ahí tienen a los expertos del PSOE diciendo que "esta reforma ahonda la brecha social de desigualdades y reduce la calidad educativa". Pues sí, señores del PSOE, esta vez tienen razón, pero la reforma aprobada por el Consejo de Ministros no parece que tenga marcha atrás. Habrá que esperar a que Podemos (El PSOE está descartado para tocar poder y el PP en la línea de estarlo) haga una reforma universitaria que acabe con la endogamia universitaria. Claro que, si se lo toman en serio, desaparecería ellos mismos de la Complutense por lo que todo el mundo sabe.

Para que nadie se llame a engaño hay que aclarar que algunos rectores de las universidades españolas son más peligrosos que una bicicleta en una gran ciudad. Deberían dar la cara quienes sí han pedido la reducción de grados. Es un hecho que, cuando se adoptó la decisión de implantar el sistema actual de 4+1, la mayoría de los rectores se inclinaron por el 3+2. Y eso es una verdad como un templo, no una postura ni una vaga inclinación. Bien es cierto que, como apunta el actual rector de la Universidad de Valladolid: "Dejar que cada uno haga lo que quiera es el sálvese quien pueda".

Me sorprende que salga a la palestra de los medios de comunicación la secretaria de Estado de Educación, señora Gomendio, diciendo que "necesitamos tiempo para evaluar la implantación de Bolonia". Por Dios, señora, ya está bien de decir insensateces sin medida ni sentido, eso hay que hacerlo antes de llevar a cabo el cambio que apunta el MECD. Cuando se mezcla el interés, la pretensión y el querer complacer a todos, lo que resulta es una patata. Pero una patata cojonuda y aplastada. Como dice un proverbio: "Reza pero no dejes de remar hacia la orilla".

Noticias relacionadas

La ciudad de Barcelona, en favor de una transformación fantasiosa de sí misma, siempre bajo el paraguas efectista de la ‘sostenibilidad ambiental’, como socorrida coartada ejemplificada en su más que evidente y disruptiva conversión urbanística, se le adivina en su resultado final el poco o nulo interés por conectar con las necesidades vitales de una gran mayoría y en aquellos planeamientos al servicio de las personas.

El ADN de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, contendría la triple enzima trumpista (autocracia, instauración del paraíso neoliberal y retorno al "pensamiento único heteropatriarcal") y asimismo sería una "rara avis" que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional al ser una experta en las técnicas de manipulación de masas.

La inversión de inmuebles en España atrae a muchos extranjeros, por el clima mediterráneo agradable y las múltiples playas por toda su costa, lo que la convierte en un destino muy atractivo para vivir o pasar las vacaciones, esta es la razón de muchos inversores que buscan una segunda residencia o un lugar de retiro.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto