De todos sabido la cantidad de rumores que se lanzan al aire sobre los resultados de los equipos de fútbol que se juegan algo en las últimas jornadas, sobre todo cuando se enfrentan a otros conjuntos que no se juegan nada. Este año la estrella está siendo el Osasuna-Real Sociedad de mañana, y las "presiones" para que el resultado no se amañe vienen desde Bilbao. Curioso.
Curioso porque si ha habido equipos en los últimos años que no han hecho todo lo que debían sobre el campo en el tramo final de la Liga han sido los equipos vascos (también los sevillanos, pero sólo para hundir al eterno rival). Creo que todos recordamos aquella Liga que gana el Athletic en San Mamés en 1984 frente a una Real Sociedad a la que sólo le faltó pedir perdón por empatar el partido mediado éste.
Más recientemente, la Real salió a medio gas para que el Alavés le ganase en Mendizorroza y no pasase apuros en la última jornada y, sobre todo, está el partido que origina toda esta marea, el Real Sociedad-Osasuna con Lotina en el banquillo rojillo (ya es casualidad también) que envía indirectamente a Segunda al Oviedo.
Lo que de verdad es llamativo es que los llamamientos a la deportividad vengan, como digo, del mismo Euskadi. Es como si la propia hinchada rojiblanca diera por sentado que no va a ganar al Mallorca en casa, que va a perder en Villarreal y que además la Real ganará al Racing, con lo cual ya se ven en Segunda incluso antes de jugar contra el Levante un partido que se aventura decisivo.
Que un equipo con la historia del Athletic y con jugadores como Yeste, Iraola o Urzaiz tenga que recurrir a esto, además de a persecuciones arbitrales y demás excusas propias de equipos ascensores dan una idea de lo bajo que se ha caido en el Botxo tras dos temporadas al borde del abismo. Si esto es el "gure estiloa" que se pregona desde Ibaigane, se acabó. Quedaba un señor en el fútbol español y se murió. O lo mataron; pero esa ya es otra historia.