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Daniel Bolufer

El ramo de Capello

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Ni una flor, ni dos, ni tres. Todo el mundo sabía que Capello era una persona afortunada en el juego, no sabemos, si como dice en el refrán, es desafortunado en el amor pero que el Madrid huele a campeón es una verdad como un templo.

Otra flor apareció el domingo en Huelva, el equipo no juega bien, no enamora, no engancha, pero gana. Se le fichó con la intención de conseguir algún título esta temporada y acabar con la mala racha, pidió un margen de tiempo y se le dió, y ahora muchos que lo sentenciaban desde octubre sólo hacen que besarle los pies por donde pasa. El italiano tonto no es, y sabe que Calderón tiene con Schuster apalabrado algo más que una cena, lo curioso de la historia del ramo es que si al final acaba volviendo a Italia con la Liga bajo el brazo, habrá cumplido el objetivo de ganar algún título y será Calderón el punto sobre el cual se centraran todas las miradas.

El máximo dirigente blanco no ha ido de cara, si se confirman los rumores. Schuster puede hacer historia con el Getafe, ganar incluso la Copa del Rey, pero dar el salto a un equipo grande, llegar sabiendo que el otro entrenador bate registros y devuelve a la afición (aún jugando mal) la ilusión perdida en los años anteriores...

Lo que está claro es que el técnico alemán, si acaba llegando al Madrid se le mirará con lupa, se le compararán sus números y si hay que darle palos se le darán, aunque el equipo juegue como desee la afición. Puede ser que a Calderón le interese que su equipo pierda la Liga, razón de peso para traer al rubio alemán, pero el Madrid en la vida tendrá una Liga con tanto fallo y tan fácil, si no ganan este año la sequía de títulos ligueros puede alargarse.

El ramo de Capello

Daniel Bolufer
Daniel Bolufer
martes, 22 de mayo de 2007, 22:13 h (CET)
Ni una flor, ni dos, ni tres. Todo el mundo sabía que Capello era una persona afortunada en el juego, no sabemos, si como dice en el refrán, es desafortunado en el amor pero que el Madrid huele a campeón es una verdad como un templo.

Otra flor apareció el domingo en Huelva, el equipo no juega bien, no enamora, no engancha, pero gana. Se le fichó con la intención de conseguir algún título esta temporada y acabar con la mala racha, pidió un margen de tiempo y se le dió, y ahora muchos que lo sentenciaban desde octubre sólo hacen que besarle los pies por donde pasa. El italiano tonto no es, y sabe que Calderón tiene con Schuster apalabrado algo más que una cena, lo curioso de la historia del ramo es que si al final acaba volviendo a Italia con la Liga bajo el brazo, habrá cumplido el objetivo de ganar algún título y será Calderón el punto sobre el cual se centraran todas las miradas.

El máximo dirigente blanco no ha ido de cara, si se confirman los rumores. Schuster puede hacer historia con el Getafe, ganar incluso la Copa del Rey, pero dar el salto a un equipo grande, llegar sabiendo que el otro entrenador bate registros y devuelve a la afición (aún jugando mal) la ilusión perdida en los años anteriores...

Lo que está claro es que el técnico alemán, si acaba llegando al Madrid se le mirará con lupa, se le compararán sus números y si hay que darle palos se le darán, aunque el equipo juegue como desee la afición. Puede ser que a Calderón le interese que su equipo pierda la Liga, razón de peso para traer al rubio alemán, pero el Madrid en la vida tendrá una Liga con tanto fallo y tan fácil, si no ganan este año la sequía de títulos ligueros puede alargarse.

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