Zapatero anunciaba que seguiría persiguiendo la corrupción por considerar que no hay derecho a que unos pocos “por muy famosos que sean” se intenten forrar por cuenta del derecho de los ciudadanos a una vivienda digna. Así lo predijo ante más de dos mil simpatizantes en Marbella y horas después Isabel Pantoja era llevada a comisaría. ¿Presidente del gobierno o comisario de policía?, se preguntaba más tarde el líder de la oposición. Sea lo que fuere, el tema trae cola, y ahí queda la que en antaño fue la viuda de España convertida en presunta culpable de un buen lío financiero.

Como la Faraona en tiempos atrás pidiendo una peseta a cada español para ayudarla a salir de sus apuros con Hacienda… “porque ella –decía- no tenía ni idea de lo que era la declaración”. Isabel no se ha atrevido a tanto. Sus 90000 euros bien le han librado de quedarse en la cárcel. Pero ante el juez no queda claro el asunto, las cuentas no cuadran, y ahí queda constando en acta que ella “no sabía nada de la procedencia del dinero”.

¿Es creíble una historia como ésta? Malaya aún no ha acabado su intriga. La justicia quiere llegar al final. Ahora que estamos en época de declaración de la renta somos muchos los que cumplimos con nuestras obligaciones porque “hacienda somos todos”. Y son muchos los que cumplen sin tener siquiera estudios universitarios, postgrados o el título de bachiller. Y las cuentas les salen, declaran oportunamente y esperan al siguiente año para volver a presentar lo que es fruto de su trabajo.

Quizás será que los que viven en el glamour, como paso previo a entrar en la “prensa del corazón”, sea paso requerido hacer un cursillo sobre cómo cuadrar las propias cuentas. Porque claro, luego cuando les pillan, nos vienen con el argumento que ellos “no sabían nada”. Si eso sale en boca del ciudadano medio no vendrán flores a la puerta de la casa con palabras de cariño y apoyo, sino más bien una buena carcajada acompañada de un buen “paquete” justiciero sin la más pizca de piedad.

A todo ello Julián Muñoz comienza una huelga de hambre. El tema ralla la picaresca. Ahora tenemos a un nuevo De Juana. ¿Conseguirá remover el corazón de Zapatero? Quizás salte la próxima noticia con el trato diferencial hacia el pobre Muñoz.

Ser rico y famoso… quizás sea mucho para una sola persona. Pero si alguien quiere jugar a ello que aprenda bien las reglas del juego porque el ciudadano medio bien cumple las propias.