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Rafa García

Sorpresa, sorpresa

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Sorpresa por todo lo alto en Comunidad Valenciana: el vicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos, anunció ayer que se retirará de la vida pública después de las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo. Más que en su actual cargo, la importancia de la noticia creo que habría que buscarla en el hecho de que Campos era la persona que estaba llamada a suceder al presidente de la Diputación Provincial y del PP en Castellón, Carlos Fabra, si la Justicia finalmente termina por estrecharle el cerco. Dijo que se marcha por razones personales. Habrá que dar por buena la explicación, a pesar de que muchas veces, las cosas no son lo que parecen.

Tampoco ha ocurrido lo que todo el mundo preveía con la famosa OPA de E.ON. Si bien es cierto que los alemanes quitaron de en medio a los catalanes de Gas Natural, me da en la nariz que desde Moncloa se ha maniobrado mucho y en silencio para sacar del tablero a la eléctrica germana. Donde las dan las toman, y a Pizarro habrá que decirle que callar es bueno.

También sería bueno que el Partido Popular aplaudiera al ministro Rubalcaba, quien lleva varios días pegándole fuerte y duro al entramado terrorista de ETA. Está claro que el mensaje que ha enviado el ministro del Interior a Batasuna es claro: a Dios rogando (partido legalizando) pero con el mazo dando. Ahora únicamente cabe esperar que no se vuelvan a oír las barbaridades que no hace muchos días algunos exaltados de la oposición decían histriónicamente al Gobierno.

Acabo lanzando una pregunta al aire, por si alguien me la puede contestar: ¿dónde ha estado tantos meses metido Hilario Pino? De repente reapareció la semana pasada en Informativos Telecinco, sin que nadie dijera nada, ni de su marcha, ni de su vuelta.

Sorpresa, sorpresa

Rafa García
Rafa García
martes, 3 de abril de 2007, 22:17 h (CET)
Sorpresa por todo lo alto en Comunidad Valenciana: el vicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos, anunció ayer que se retirará de la vida pública después de las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo. Más que en su actual cargo, la importancia de la noticia creo que habría que buscarla en el hecho de que Campos era la persona que estaba llamada a suceder al presidente de la Diputación Provincial y del PP en Castellón, Carlos Fabra, si la Justicia finalmente termina por estrecharle el cerco. Dijo que se marcha por razones personales. Habrá que dar por buena la explicación, a pesar de que muchas veces, las cosas no son lo que parecen.

Tampoco ha ocurrido lo que todo el mundo preveía con la famosa OPA de E.ON. Si bien es cierto que los alemanes quitaron de en medio a los catalanes de Gas Natural, me da en la nariz que desde Moncloa se ha maniobrado mucho y en silencio para sacar del tablero a la eléctrica germana. Donde las dan las toman, y a Pizarro habrá que decirle que callar es bueno.

También sería bueno que el Partido Popular aplaudiera al ministro Rubalcaba, quien lleva varios días pegándole fuerte y duro al entramado terrorista de ETA. Está claro que el mensaje que ha enviado el ministro del Interior a Batasuna es claro: a Dios rogando (partido legalizando) pero con el mazo dando. Ahora únicamente cabe esperar que no se vuelvan a oír las barbaridades que no hace muchos días algunos exaltados de la oposición decían histriónicamente al Gobierno.

Acabo lanzando una pregunta al aire, por si alguien me la puede contestar: ¿dónde ha estado tantos meses metido Hilario Pino? De repente reapareció la semana pasada en Informativos Telecinco, sin que nadie dijera nada, ni de su marcha, ni de su vuelta.

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