Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Educación

El largo camino de saber educar

|

Comenzaré definiendo lo que es para mí la educación: El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además otros nuevos. Es en la educación, dónde encontramos el proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad.

Con éstas premisas definitorias, podemos afirmar que la genuina educación es un aprendizaje (en inglés learning) abierto que va más allá de esquemas preconcebidos y que tiende a favorecer el desarrollo de la conciencia, la razón e inteligencia de cada educando y con éstas cualidades el mejor desempeño de cada persona educada para llevar a cabo en lo posible su óptima forma de vivir (la cual, se sobreentiende, es una vida culta en sociedad).

Analicemos a vuela pluma, la Historia de la educación: La historia de la educación se ciñe a la división de las edades del hombre. En los inicios de la Edad Antigua hay que situar las concepciones y prácticas educativas de las culturas india, china, egipcia y hebrea. Durante el primer milenio a.C. se desarrollan las diferentes paideias griegas (arcaica, espartana, ateniense y helenística). El mundo romano asimila el helenismo también en el terreno docente, en especial gracias a Cicerón quien fue el principal impulsor de la llamada “humanitas romana”. El fin del Imperio romano de Occidente (476) marca el final del mundo antiguo y el inicio de la larga Edad Media hasta el siglo XV. El cristianismo, nacido y extendido por el Imperio romano, asume la labor de mantener el legado clásico, filtrado por la doctrina cristiana. De la recuperación plena del saber de Grecia y Roma que se produce durante el Renacimiento nace el nuevo concepto educativo del Humanismo a lo largo del siglo XVI, continuado durante el Barroco por el disciplinarismo pedagógico y con el colofón ilustrado del siglo XVIII. En la edad contemporánea (siglos XIX-XXI) nacen los actuales sistemas educativos, inspirados en la labor en Prusia de Juan Amos Comenius y llamada educación prusiana y la mayoría de ellos organizados y controlados por el Estado. A finales del siglo XX, se comenzó a estudiar otro sistema educativo, la educación holística.

Pero, cabe preguntarnos: ¿Qué objetivos persigue el proceso de la educación? El primero sería incentivar el proceso de estructuración del pensamiento, de la imaginación creadora, las formas de expresión personal y de comunicación verbal y gráfica. Debemos favorecer el proceso de maduración de los niños, la manifestación lúdica y estética, la iniciación deportiva y artística, el crecimiento socio afectivo, y los valores éticos. Al mismo tiempo, debemos estimular hábitos de integración social, de convivencia grupal, de solidaridad y cooperación y de conservación del medio ambiente. Y algo fundamental: debemos contribuir al desarrollo de la creatividad del individuo, al mismo tiempo que hay que fortalecer la vinculación entre la institución educativa y la familia. También hemos de tener en cuenta, un objetivo básico: prevenir y atender las desigualdades físicas, psíquicas y sociales originadas en diferencias de orden biológico, nutricional, familiar y ambiental mediante programas especiales y acciones articuladas con otras instituciones comunitarias.

¿Se puede completar el proceso formativo de un individuo en tan solo tres años? ¿Hemos tenido en cuenta la capacidad intelectual del alumno y su resistencia a la hora de la adquisición de conocimientos? ¿Estamos poniendo veto al acceso a los conocimientos en estudios superiores? ¿Podemos decir que con menos tiempo se ahorra dinero?

Debemos vigilar determinadas leyes educativas tendentes a priorizar solo al alumnado valioso, intelectual y económicamente. Y voy a decir algo, que puede sorprender, pero que podemos demostrar: el fracaso educativo en España, comienza en el siglo XVIII, ya que no estábamos preparados para asumir las ideas de los ilustrados, al estar prohibida la lectura de todo tipo de libros, ya que la Inquisición seguí influyendo en lo que se podía leer y lo que según su criterio no. El Índice de Libros Prohibidos, provoca un atraso en el concepto educativo. De ahí que las ideas ilustradas, movidas por la libertad y la igualdad, no pudieran penetrar en el conjunto de la sociedad española.

¿Deberemos volver al origen de la educación aplicando los conceptos de libertad e igualdad? La educación humanística, nos lleva a plantearnos muchas cosas, de ahí que no se incentiven los estudios de las Humanidades, por que provocan cuestionarse muchas cosas que estamos decretando a golpes de maza. No creo que sea el camino más eficaz para recibir conocimientos y luego poder volcarlos al conjunto de la sociedad.

Pensemos y pidamos a los legisladores prudencia y conocimientos educativos.

El largo camino de saber educar

Manuel Ibañez Ferriol
viernes, 30 de enero de 2015, 09:21 h (CET)
Comenzaré definiendo lo que es para mí la educación: El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además otros nuevos. Es en la educación, dónde encontramos el proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad.

Con éstas premisas definitorias, podemos afirmar que la genuina educación es un aprendizaje (en inglés learning) abierto que va más allá de esquemas preconcebidos y que tiende a favorecer el desarrollo de la conciencia, la razón e inteligencia de cada educando y con éstas cualidades el mejor desempeño de cada persona educada para llevar a cabo en lo posible su óptima forma de vivir (la cual, se sobreentiende, es una vida culta en sociedad).

Analicemos a vuela pluma, la Historia de la educación: La historia de la educación se ciñe a la división de las edades del hombre. En los inicios de la Edad Antigua hay que situar las concepciones y prácticas educativas de las culturas india, china, egipcia y hebrea. Durante el primer milenio a.C. se desarrollan las diferentes paideias griegas (arcaica, espartana, ateniense y helenística). El mundo romano asimila el helenismo también en el terreno docente, en especial gracias a Cicerón quien fue el principal impulsor de la llamada “humanitas romana”. El fin del Imperio romano de Occidente (476) marca el final del mundo antiguo y el inicio de la larga Edad Media hasta el siglo XV. El cristianismo, nacido y extendido por el Imperio romano, asume la labor de mantener el legado clásico, filtrado por la doctrina cristiana. De la recuperación plena del saber de Grecia y Roma que se produce durante el Renacimiento nace el nuevo concepto educativo del Humanismo a lo largo del siglo XVI, continuado durante el Barroco por el disciplinarismo pedagógico y con el colofón ilustrado del siglo XVIII. En la edad contemporánea (siglos XIX-XXI) nacen los actuales sistemas educativos, inspirados en la labor en Prusia de Juan Amos Comenius y llamada educación prusiana y la mayoría de ellos organizados y controlados por el Estado. A finales del siglo XX, se comenzó a estudiar otro sistema educativo, la educación holística.

Pero, cabe preguntarnos: ¿Qué objetivos persigue el proceso de la educación? El primero sería incentivar el proceso de estructuración del pensamiento, de la imaginación creadora, las formas de expresión personal y de comunicación verbal y gráfica. Debemos favorecer el proceso de maduración de los niños, la manifestación lúdica y estética, la iniciación deportiva y artística, el crecimiento socio afectivo, y los valores éticos. Al mismo tiempo, debemos estimular hábitos de integración social, de convivencia grupal, de solidaridad y cooperación y de conservación del medio ambiente. Y algo fundamental: debemos contribuir al desarrollo de la creatividad del individuo, al mismo tiempo que hay que fortalecer la vinculación entre la institución educativa y la familia. También hemos de tener en cuenta, un objetivo básico: prevenir y atender las desigualdades físicas, psíquicas y sociales originadas en diferencias de orden biológico, nutricional, familiar y ambiental mediante programas especiales y acciones articuladas con otras instituciones comunitarias.

¿Se puede completar el proceso formativo de un individuo en tan solo tres años? ¿Hemos tenido en cuenta la capacidad intelectual del alumno y su resistencia a la hora de la adquisición de conocimientos? ¿Estamos poniendo veto al acceso a los conocimientos en estudios superiores? ¿Podemos decir que con menos tiempo se ahorra dinero?

Debemos vigilar determinadas leyes educativas tendentes a priorizar solo al alumnado valioso, intelectual y económicamente. Y voy a decir algo, que puede sorprender, pero que podemos demostrar: el fracaso educativo en España, comienza en el siglo XVIII, ya que no estábamos preparados para asumir las ideas de los ilustrados, al estar prohibida la lectura de todo tipo de libros, ya que la Inquisición seguí influyendo en lo que se podía leer y lo que según su criterio no. El Índice de Libros Prohibidos, provoca un atraso en el concepto educativo. De ahí que las ideas ilustradas, movidas por la libertad y la igualdad, no pudieran penetrar en el conjunto de la sociedad española.

¿Deberemos volver al origen de la educación aplicando los conceptos de libertad e igualdad? La educación humanística, nos lleva a plantearnos muchas cosas, de ahí que no se incentiven los estudios de las Humanidades, por que provocan cuestionarse muchas cosas que estamos decretando a golpes de maza. No creo que sea el camino más eficaz para recibir conocimientos y luego poder volcarlos al conjunto de la sociedad.

Pensemos y pidamos a los legisladores prudencia y conocimientos educativos.

Noticias relacionadas

Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.

Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto