El sábado se cumplieron 50 años del nacimiento de la Liga Nacional de baloncesto española. En 1957, seis equipos se reunieron para crear un sistema de competición que iba a deparar cada año un campeón nacional. Estos equipos fueron el Real Madrid, el FC Barcelona, el Joventut de Badalona, el Estudiantes de Madrid, el Orillo Verde de Sabadell y el Aismalibar de Montcada. El precursor de la idea: don Raimundo Saporta. Casi nada. Posteriormente, en 1982, la Liga Nacional dejó paso a la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), que justo cumplió sus bodas de plata el pasado 3 de marzo.

A veces me pregunto si el tiempo pasa tan rápido para todo el mundo o si, en realidad, soy yo quien no deja de asombrarse por la celeridad con la que suceden los acontecimientos. Parece ayer cuando cogí por primera vez un balón de baloncesto. Tenía 6 años. En aquel momento, no podía imaginar la cantidad de satisfacciones que este deporte iba a proporcionarme en los años venideros. Una tarde cualquiera, cogí un balón, empecé a botarlo, de forma torpe al principio, y no paré hasta que conseguí dominarlo. Primero, con la mano derecha. Después, con la zurda. Luego, me enseñaron a coordinar los movimientos y recuerdo a mis entrenadores pronunciando frases como: "Sólo dos pasos después de botar", "mira, piensa, actúa, todo al momento", "que los demás piensen que saben lo que vas a hacer"...

Yo crecí viendo este deporte en mi casa. Vi a Fernando Martín, a Drazen Petrovic, a Epi, a Chicho Sibilio... ví épicas eliminatorias entre el Joventut y el Madrid, sentado frente al televisor en un sofá desgajado durante un campamento mientras mis amigos jugaban en los columpios... ví ganar una Copa de Europa al Real Madrid, al Barcelona e incluso al Joventut... ví volar a Michael Jordan, sonreír a Magic Johnson y encestar triples de seda a Larry Bird. Nací pocos meses después de que la ACB viera la luz y pienso en todos los recuerdos que me ha proporcionado esta competición... pero también pienso en todos aquellos años que me perdí por la simple razón de haber nacido en 1983. Echo en falta un banco de datos a la altura que facilite, a todos aquellos que lo requieran, la posibilidad de conocer a quienes formaron parte de la aventura original que tan brillantemente ha sabido continuar la organización que preside Eduardo Portela.

Echo la vista atrás y varios de los recuerdos más felices que tengo tienen que ver con este deporte: mis amigos, mi familia, mis entrenadores, mis rivales, los primeros ligues, los primeros nervios, las primeras victorias e, incluso, las primeras decepciones. Todos dejan un poso, todos te configuran como persona. Gracias por estos 50 años de existencia en España. Gracias por los 24 años que me has acompañado, tanto dentro como fuera de las canchas, baloncesto.qa