Hoy, el universo se ha podido tocar con la punta de los dedos gracias a los desfiles de Alta Costura en ciudades como París. Las firmas más conocidas y con mayor personalidad como Chanel, Dior, Versace, Ungaro o de la Renta se han dado cita para mostrar al mundo su colección más especial en la que han volcado cada resquicio de su talento.
Durante la edición londinense, una de las sorpresas más esperadas ha sido la reaparición del polémico diseñador Galliano, aunque lo más esperado hubiera sido su presentación en París, para la firma Maison Martin Margiela. Un desfile, ya sea dicho de paso que no ha pasado inadvertido para nadie, en el que el creador ha sabido continuar la línea minimal de la casa aportando su toque personal como las máscaras y cierto aire de teatralización.
Dentro de los habituales esta vez en París, mención especial al espléndido desfile de la firma Chanel en la que parece que Karl Lagerfeld se mueve como pez en el agua adaptando cada detalle al espíritu de la propia Coco, inseparable de sus chaquetas tweed y el black&white. Todo ello incorporado en una ambiente floral, dulce y sobretodo muy fresco. El toque moderno lo ha puesto Dior mediante algunos estampados psicodélicos y detalles en metal; aunque por su puesto no podía olvidarse la reinvención del atuendo que haría de la casa una estrella: el new look.
Por otro lado, se ha podido contemplar la idea de Versace al unir el concepto de sobriedad en tonos como el negro o el beige y de corte simple con el de sensualidad gracias al uso de ese tipo de transparencias que “muestran” pero sin dejar ver. Una contraposición total a las propuestas de Schiaparelli, firma que acostumbra a sorprender tanto para bien como para mal. En esta ocasión la línea ha estado muy marcada por un corte masculino en los trajes, así como la aparente inspiración en culturas como la india (por el estampado y tipo de tejido) así como por la oriental.