Aunque sea una cita nacional, la 71 edición de la Copa del Rey de baloncesto se ha convertido en el centro de todas las miradas. Miles de países, miles de expertos de este deporte tienen desde ayer los ojos puestos en Málaga. La ciudad andaluza recoge hasta el domingo todo el glamour del baloncesto. 27 jugadores mundialistas procedentes de 12 países, 8 vigentes campeones del mundo y más de veinte ojeadores de la NBA que han encontrado en España la cuna de las grades promesas de esta disciplina. No se puede pedir más en tan pocos días.

A todo esto hay que añadirle el gran despliegue audiovisual de Televisión Española y los casi 600 medios de comunicación de todo el mundo que se han acreditado. En el Martín Carpena no cabrá ni un alfiler porque las entradas y los abonos se acabaron a los pocos días de ponerse a la venta. La expectación que se ha creado en torno a esta competición es inaudita. Y es que a pesar del valor que ha cobrado el baloncesto español, la Copa siempre ofrece lo mejor de sí misma. Gusta a todos, es atractiva, y sobre todo es sorprendente e imprevisible.

Y si no que se lo digan al Unicaja. Los de Scariolo han hecho más creíble la teoría a la que nos hemos acostumbrado en los últimos años que dice que los anfitriones nunca ganan el torneo que organiza su localidad. El Barcelona se cargó de un plumazo a los malagueños. Los azulgranas supieron administrar durante todo el choque la ventaja obtenida en el primer cuarto y ya están en semifinales. En frente tendrán al DKV Juventud que ganó después de mucha igualdad y emoción, y tras una prórroga al Akasvayu Girona, en el otro partido jugado ayer.

De estos dos equipos catalanes saldrá uno de los finalistas que se medirá a Caja San Fernando, Tau, Gran Canaria o Real Madrid. Sin duda alguna los favoritos son estos últimos, porque son los líderes de la Liga ACB, porque son los únicos que han ganado los ocho últimos encuentros disputados, tanto en competición regular como en Euroliga, y además, porque despliegan un juego espectacular y efectivo. Joan Plaza, sin duda el gran descubrimiento de esta temporada, ha sabido configurar un equipo homogéneo y a la vez potente.

Los otros tres conjuntos que jugarán hoy siembran algunas dudas. Los sevillanos del Caja se metieron in extremis en la última jornada, los canarios nunca han pasado de la primera ronda, y los vitorianos, a priori posible semifinalista, han bajado el ritmo tras el buen comienzo de campaña realizado. Pero ahí esta la magia de la Copa, que nunca se sabe lo que puede pasar. El desenlace lo tendremos de forma intensiva, esta tarde, mañana y el domingo.