Isabel Preysler tras el paréntesis de las fiestas de Navidad, este año celebradas en Miami con sus hijos y lejos de Madrid tras la muerte de su marido Miguel Boyer, vuelve con fuerza a ese mundo de la popularidad que le es tan conocido.

La viuda de Miguel Boyer lanza su primera línea de cosméticos bautizada con un nombre inglés, “My Cream”, (Mi Crema). Esta línea nace con la idea de mostrar a la mujer un estilo de vida saludable, enfocada en el tratamiento y cuidado constante de la piel. Está compuesta por tres formulaciones: Serum Rejuvenecedor, Crema Anti-Aging Efecto Luminosidad y Contorno de Ojos y Labios Revitalizante Anti-aging, todo ello a partir de exclusivas y patentadas fórmulas. Los tratamientos de “Mi Cream” han sido desarrollados por unos prestigiosos laboratorios con expertos en el desarrollo de productos para el cuidado de la piel y estarán a la venta en farmacias.

Desde muy joven
Isabel Preysler ha explicado cómo ha llegado a trabajar en este, para ella, nuevo proyecto: “Empecé desde muy joven a cuidar mi piel con el objetivo de mantenerla luminosa, hidratada y firme el máximo de tiempo posible. Siempre vi a mi madre y a sus amigas cuidándose mucho, dedicándole horas y aquello hizo que naciese mi curiosidad por la cosmética y todo lo relacionado con el mundo de la belleza. He probado cientos de productos a lo largo de los años intentando encontrar aquel que reuniese todo lo que buscaba y ante las dificultades de conseguirlo, investigué la posibilidad de mis propias creaciones. Nació así mi pasión por este mundo y que hoy me trae a compartir con vosotros productos únicos que desde mi punto de vista combinan los activos fundamentales para cuidar los efectos del paso del tiempo”.

En febrero se conocerán más detalles, por ejemplo el nombre del laboratorio que ha conseguido mezclar todos los productos adecuados para que la bella filipina tenga las pócimas mágicas que la harán más bella y lucir más y mejor en sus muchas apariciones estelares.

Un amor imposible

Isabel llegó a España procedente de su país, Filipinas, su familia vivía en Manila y ella, joven dueña de un físico importante, llamaba la atención de muchos pretendientes, uno de ellos hablaba mucho con ella, se veía más de la cuenta con la joven y a su familia aquella relación no le gustaba. Como en Madrid vivían unos tíos de Isabel sus padres la convencieron para que pasara un tiempo en la capital española, ciudad muy apetecible para una joven con posibles donde Isabel comenzaría a estudiar Secretariado Internacional.

La joven filipina dejó su hogar a regañadientes, un lugar en el que había vivido con una familia numerosa y una ciudad en la que tenía muchos amigos y gozaba de éxito personal. La vida da sorpresas y a veces incluso son agradables, como fue su caso.

Si bien en cierto que tuvo que dejar una relación que le gustaba pronto encontró un ambiente idóneo para su manera de ser en el que poder disfrutar de divertidos ratos libres. Sus tíos, Tessy y Miguel, estaban muy bien relacionados en Madrid y aunque su sobrina era muy joven, acababa de cumplir los 18 años, se ocuparon de que se conociera a lo mejorcito de la capital.

En una de las muchas fiestas que frecuentaba dentro de este círculo elitista conoció a un joven cantante, Julio Iglesias, madrileño, divertido y que acababa de ganar el festival de Benidorm con el tema “La vida sigue igual”, era un cantante con futuro, o eso decían en aquellos momentos.

Isabel le da calabazas a Julio

La primera vez que Isabel y Julio se vieron ella le dio calabazas, pero no hay nada más estimulante en el amor que una negativa para que el otro siga insistiendo, Julio no le hizo caso a aquel desplante y siguió persistiendo en invitar a Isabel, el seductor seducido pronto encontró su amor correspondido. Se casaron, estaban enamorados y más aún, ella estaba esperando un hijo, en el año 1971 los periodistas no hablaban de estas historias, lo único importante era que una pareja enamorada se fuese a casar a pesar de que, según publicó en su libro Alfredo Fraile, Isabel quería tener a su hija-o lejos de Madrid y seguir estudiando, Julio, sin embargo, la convenció para que le diera el “si”. Se casaron en Illescas (Toledo) el 29 de enero de 1971, Isabel tenía 20 años, la boda, que iba a ser discreta y lejos de fotos y cámaras, se convirtió en una eclosión de medios de comunicación que querían inmortalizar el momento.

Isabel llevaba un vestido blanco, como era preceptivo, un moño bajo, velo y sus ojos bien maquillados. Llamaban la atención al ser tan grandes y tan rasgados.

A los ocho meses nació Chábeli en un pueblecito de Portugal, Cascais, Julio estaba de gira y conoció a su hija dos días después de nacer.

Iglesias-Preysler, un mundo de portadas

Los Iglesias-Preysler comenzaron una larga vida en el mundo de las portadas de las revistas, tuvieron tres hijos, además de Chábeli llegaron Julio y Enrique. La vida de la pareja era intensa, especialmente para Julio ya que su imparable carrera de cantante iba a más cada día, mientras Isabel se quedaba en casa como un ama de casa más cuidando de los pequeños.

Sin embargo el amor y la pasión de la pareja se fue enfriando por parte de Isabel, ¿por qué?, Julio, un seductor con muchas armas, durante sus múltiples y largas giras su tiempo libre lo dedicaba a las mujeres, muchas, sus amores, sus flirts y sus devaneos fueron incontables.

Isabel imaginaba lo que sucedía cuando su marido no estaba en casa pero, en esa lejanía, le faltaban pruebas para dejar de estar con su marido, al que amaba.

Julio quería a su mujer, los veranos posaba con ella y sus hijos, bella estampa, muchas páginas, el “latín lover” la amaba, pero se dejaba amar por otras y quería lo imposible, que su mujer se quedara en casa y le perdonara.

1978 Iglesias-Preysler se rompe, anulación en Brooklyn
En un concierto en la ciudad bonaerense de Buenos Aires Julio se lió con Graciela Alfano, la prensa argentina dio cumplida información de este romance. Según explica Alfredo Fraile en su libro el matrimonio de Isabel y Julio se rompe a la vuelta de este viaje, Isabel esperaba a Julio en el Aeropuerto de Barajas y allí mismo le dijo que su historia de amor se había acabado. Le pidió la anulación matrimonial que consiguieron en el Tribunal eclesiástico de Brooklyn. Todo acaba en 1978. Isabel se queda con los niños y Julio los ve cuando puede, más bien poco.

En todo este tiempo la imagen de la filipina se ha hecho un hueco en todas las páginas del mundo del corazón, gusta a todo el mundo, tiene clase y en aquellos momentos el escándalo también hace ganar dinero.

Hace entrevistas para la revista “!Hola¡!”, su revista de cabecera, que es la misma para Julio Iglesias, aún en la actualidad.

Porcelanosa, una empresa valenciana de azulejos y cuartos de baño, la escoge como imagen de la casa. Isabel embellece esas cerámicas y baños, y su colaboración con la empresa dura ya más de treinta años, ya es como si formara parte de su familia.

Junto a ellos ha alumbrado los días más hermosos de sus fiestas, la hemos visto lucir de muchas y diversas maneras y durante todos este tiempo Isabel no ha perdido un ápice de su elegancia y saber estar.

Marquesa al casarse con Carlos Falcó

Se casó con el Marqués de Griñón y consiguió de esta manera un título nobiliario, nació su hija Tamara que la acompaña desde temprana edad en sus labores de imagen.

Pero entrar en la aristocracia española vía matrimonio no sería suficiente para que su amor fuese para siempre, entre el Marqués de Griñón y la mujer más estilosa de España se cruzó un Ministro de Felipe González, un Ministro con mucho poder y con sentido del humor, Miguel Boyer. Se conocieron en las lentejas de Mona y se enamoraron, Isabel no quería, estaba casada con Carlos Falcó y tenía una hija con él y éste era y es un señor maravilloso, pero el corazón no entiende de razones y después de pasar unos años en la clandestinidad la pareja apareció en el año 1986, antes, eso sí, Isabel le dijo adiós a Carlos, fue en 1985, aunque se rumoreaba desde 1983 que las cosas entre esta pareja andaban mal.

Isabel y Miguel en la clandestinidad
La relación de Isabel y Miguel corrió como la pólvora, las redacciones de los diarios bullían, no todas las informaciones se podían contrastar pero eran tan apetecibles que no había más remedio que tirar del rumor, que si Morán le había preguntado al Ministro si iba con la “china”, que si Isabel y Miguel se paseaban con un descapotable rojo por las calles de Madrid ella cubriendo su melena con un foulard de seda al viento como si de Isadora Duncan se tratara, que si Isabel practicaba el “carrete” en la cama, que si se desmayaba, en fin……Todas las historias posibles e imposibles.

Se pudo saber que el Ministro le regaló un bolso de Loewe e Isabel, de tanta ilusión como le hizo el regalo fue a la tienda de Madrid para pedir que le pusieran sus iniciales. A partir de ese momento el humo se fue disipando. Ya sabíamos que Miguel regalaba a Isabel. Y en 1986 aparecieron juntos, luego asistieron a la fiesta de Primera Plana donde recibieron el Premio Limón de aquel año.

Debido al poder que tenía Boyer muchas informaciones dejaron de publicarse, las editoriales tenían miedo de que el todo poderoso Ministro arremetiera contra las publicaciones y hubiera más problemas de los habituales.

La exclusiva de la pareja que se quedó en un cajón
Esta periodista trabajaba en El Correo Catalán cuando, mucho antes de aparecer la pareja públicamente, me llegaron unas fotografías de la pareja paseando por la calle. Fotos inofensivas, ¡todo el mundo puede pasear por la calle¡, pero el director del diario no quiso comprarlas, podía asumir la suma que le pedían, pero tenía miedo de enfadar al Ministro, ante mi perplejidad, me había costado mucho dar con esas fotos, y con esa información en exclusiva, el director me espetó muy enfadado: “¿quieres que pasado mañana nos cierren el diario?”. No dimos la información, para su desgracia el diario cerraba unos años después porque el interés de su dueño, el ex president Pujol, decidió apostar por un diario en catalán, “Avui”, antes que seguir con “El Correo Catalán” siendo líder de ventas, los fines de semana tiraba 140.000 ejemplares.Vivir para ver.

La mujer de oro

Isabel seguía siendo la mujer de oro, todo lo que tocaba se convertía en dinero, en éxito asegurado. La contrataron para publicitar los bombones Ferrero Rocher, representa las joyerías Suárez y Rabat, cuando viste de alguna marca, se agotan las existencias del modelo que luce. Es una mujer que tiene magia.

Los que la conocen dicen que nadie sabe cómo es, al parecer su imagen pública dista mucho de la privada. En casa, dicen, es cercana, sencilla, le gusta comer sano, se ocupa mucho de su físico, tiene una fe ciega en Maribel Yébenes para los productos y tratamientos de belleza a los que es asidua, también frecuenta la consulta de algún conocido doctor en operaciones de estética.

La filipina hace un trabajo a fondo, es equilibrada, puntual, es una profesional de la belleza, a ello ha dedicado toda su vida. En los dos años que su marido, Miguel Boyer, estuvo enfermo, dejó de salir, a su lado dejó mucha de su vida, aparcó el ocuparse de ella para hacerlo de su marido. Amor incondicional hasta el día de su muerte el 29 de setiembre de 2014.

Ninguna hija como ella, imposible

En los años en que hemos visto crecer a sus hijas siempre ha contado con ellas y con Julio Iglesias junior para sus posados publicitarios. Sus hijas, Chábeli, Tamara y Ana, tienen personalidad propia. Chábeli ha dejado de posar, de hecho es la que menos predicamento tiene, la que peor lo hace, nada tiene que ver con su progenitora. Tamara, la hija que tuvo con el Marqués de Griñón, es la que despierta más simpatías, también Ana, la hija pequeña, la que tuvo con Boyer. De cualquier forma ninguna de ellas puede ni igualar ni superar a la auténtica Isabel.

De ella se explican muchas más historias de las que aquí hemos enumerado, incluso he dejado muchas historias, sabidas o no, por contar, pero Isabel empieza una nueva etapa, la de viuda, una viuda joven. Habrá qué saber cómo sigue su vida. Interesa, ella lo sabe, detrás de ella está siempre el “!Hola¡” pero, por suerte , en este país somos muchos los periodistas a los que nos gusta contar todo, lo bueno y lo menos nuevo de nuestros personajes.

Relaciones Públicas sin escuela

Isabel tiene una carrera de relaciones públicas cimentada en su popularidad, una RR.PP. sin escuela, sólo la que ella ha creado con su estilo, con sus formas y su trabajo, y que le exige estar estupenda, ser amable, sonreír incluso cuando tiene dolor de cabeza, pero está ahí, es única, ni sus hijas le hacen sombra. Por todo esto unos laboratorios han creado una línea de cosmética para la persona que hoy más vende en España, a pesar de la crisis.

Me pregunto qué va a hacer con la casa de Puerta de Hierro, una casa confortable para una familia numerosa. Que sepamos Tamara, soltera y sin compromiso, vive en su piso de soltera. Ana, con relaciones serias con el tenista Verdasco, sigue en la casa familiar, Julio, casado, viaja por el mundo, Enrique, cantante, vive en Miami. La casa tiene catorce cuartos de baño, inmensa, para hacer fiestas todos los días. Nada habitual en la vida de Isabel, ni cuando tenía amigas con la que salía de viaje y se divertían tanto porque eran muy jóvenes.

A la mujer que hace vender más en España es posible que la casa le venga grande y note la ausencia de su amado marido Miguel. Atentos, Isabel va a dar muchas informaciones. Todas a seguir. Llevamos así desde el año 1971. Somos persistentes, como ella en su trabajo.