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Etiquetas | Bukowski | Literatura | Acracia
Me gusta mucho la forma en que el autor enreda, entrelaza, conceptos, marcos, colores, muchos de sus poemas son como letras de canción, por la manera en que hace caer un verso donde habla de algo

"La madalena de Bukowski", un poemario de amor para la justicia social

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Con agrado he leído este libro, editado por Amargord. Imagino que el título, "La madalena de Bukowski", tan sencillo y a la vez tan evocador y poderoso (por la figura literaria implicada), justifica la libertad de versificación y temática del autor, quien tan pronto afronta temas profundos de nuestra condición en esta tierra como que habla de cosas "menores" -que para Bukowski, desde luego, menores no eran-. Ya sabemos de la vida que llevó el autor americano, de origen alemán, vida que plasmó en todos sus detalles en su obra, tanto novelística como poética. Bukowski practicaba un feísmo, el inaugurado por Baudelaire y otros autores modernos que comenzaron a alejarse de la belleza en forma y fondo del romanticismo. Autores contemporáneos y ya clásicos como Neruda en muchos de sus poemas trata de igual forma lo cotidiano con lo hondo, Neruda hizo odas a la alcachofa, a la cebolla, y describía las cosas, porque se extrañaba ante las cosas, como buen poeta, como buen niño que es el poeta. Bukowski también se extrañaba ante las cosas, ante las situaciones más que ante las cosas, y las describía, las contaba en narrativa con un humor inigualable; en poesía con una emoción trémula igual de cáustica que la que emplea en narrativa, pero más honda y alta, con más temblor poético, Bukowski en poesía es un autor a explorar y revalorizar, es un poeta inmenso.


Como inmensos -e igual de ácratas- son los poemas de "La madalena de Bukowski", del madrileño Fernando Barbero Carrasco, quien en su biografía se presenta como un autodidacta, mas su obra muestra un caudal léxico y de visión del mundo que emociona, golpea duro como el lumpen americano. Barbero es un gran boxeador de la palabra. Cada poema es un ring del que siempre desciende victorioso. Golpeó como quiso, no le importó ganar o perder, sólo decir.

Esa es la victoria de la poesía. Y más de la poesía comprometida, como la de Barbero, estamos ante un autor que da un paso adelante y denuncia las injusticias. Eso lo coloca en un valor más alto, para mí, que el de un mero contador de emociones particulares (de las que se puedan, no obstante, extraer universales). Aunque también, en su variedad de registros, o de decires, Francisco se coloca en todas las habitaciones de esta casa, y tan pronto puede registrar en el poema "No tengo miedo": "No tengo miedo/ a la muerte/ porque cuando llegue/ tú estarás a mi lado". Como nos sorprende con licencias argumentales muy novedosas, como la que aparece en la página 26 del libro, en el poema de nombre "24 de diciembre de 2016", cuyo único verso reza: "Si has leído el poema anterior, olvídalo". Esa interpelación tan directa, esa ironía tan bella y aguda, ese reconocer la inanidad de todo y a la vez la humidad de que todos andamos en un mismo camino de tropiezos y avances, hace de la humildad de Barbero Carrasco una cuestión memorable.

Me gusta mucho la forma en que el autor enreda, entrelaza, conceptos, marcos, colores, muchos de sus poemas son como letras de canción, por la manera en que hace caer un verso donde habla de algo, luego otro habla de otra cosa "distinta" y así, como en una trenza que sorprende por la variedad de colores y sonidos, mediante ecos internos o explícitos, el autor logra emocionar, por el collage conseguido de significados inconscientes. Ejemplo: "los intestinos se me revuelven/ y temo echar los paquetes al suelo/ como cuando de niña parí a mi Graciela/ Este sería un parto muy diferente."

Increíble la belleza del poema "Ropa tendida en Melilla y Ceuta", donde el autor coloca a los ciudadanos, esas sombras actuales de lo que fuimos en tiempos cuando éramos libres, como "ropa tendida". Un fragmento: "Vivo en un país/ en que los hombres/ se tienden como ropa// En un país/ en que otros hombres/ arrojan al vacío a los primeros."

"Listado de promesas a cumplir para ser feliz" es una ironía a los deberes que se le ponen al hombre y mujer comunes desde el instrumento del pensamiento único, y el autor, como un niño obligado por el profesor a escribir varias veces la misma frase como castigo, describe lo que hará para sentirse bien (con sorna, por supuesto): "Veré la tele con actitud positiva/ Prestaré atención a lo que dicen los tertulianos [...]/ Votaré a los partidos favorecidos por las encuestas [...] / No discutiré con personas de otras ideologías". En fin, ironizando despliega la estupidez humana, esa moderna "tolerancia" llevada al extremo de soportar violaciones de los derechos humanos, ante nuestros ojos, sólo porque viajan bajo un marco religioso "legal" o cultural o tradicional. No, Barbero no se resigna. Y avanza. En su poema "Hoy he bajado al trastero" muestra la forma en que el autor odia el encallamiento, y anuncia que el movimiento, sobre todo el mental, es nuestra única posibilidad de salvación. En dicho poema describe cómo baja al trastero familiar y observa objetos que le traen grandes recuerdos, de hechos pasados. se podría decir que ásperos, no bonitos: "han aparecido los retratos de mis padres y de mi hermano/ y sus sonrisas, tan alejadas de la idea de la muerte". El poema se finaliza con un "He cerrado la puerta y he subido a casa: a la vida".

Fernando Barbero Carrasco tiene publicados, entre otros, los libros "El sueño de Homero", "Diario de un caminante boquiabierto", "El vértigo de su mirada" y "Breve y somera historia del anarquismo. Precedentes, impulso anárquico e historia del pensamiento y acción ácrata".

Si queremos leer una poesía diferente y con aliento absolutamente personal, con "La madalena de Bukouski", Amargord Ediciones, 2020, estamos ante un libro que responderá a esa necesidad. Y daremos un sí a la lucha de un autor verdaderamente comprometido de palabra y obra. Barbero es voluntario de la ONG AMPARA, desde donde realiza talleres de escritura creativa en las cárceles. "Formemos archipiélagos/ y continentes con montañas/ y ríos y lagos."

"La madalena de Bukowski", un poemario de amor para la justicia social

Me gusta mucho la forma en que el autor enreda, entrelaza, conceptos, marcos, colores, muchos de sus poemas son como letras de canción, por la manera en que hace caer un verso donde habla de algo
Ángel Padilla
jueves, 27 de agosto de 2020, 08:36 h (CET)


Con agrado he leído este libro, editado por Amargord. Imagino que el título, "La madalena de Bukowski", tan sencillo y a la vez tan evocador y poderoso (por la figura literaria implicada), justifica la libertad de versificación y temática del autor, quien tan pronto afronta temas profundos de nuestra condición en esta tierra como que habla de cosas "menores" -que para Bukowski, desde luego, menores no eran-. Ya sabemos de la vida que llevó el autor americano, de origen alemán, vida que plasmó en todos sus detalles en su obra, tanto novelística como poética. Bukowski practicaba un feísmo, el inaugurado por Baudelaire y otros autores modernos que comenzaron a alejarse de la belleza en forma y fondo del romanticismo. Autores contemporáneos y ya clásicos como Neruda en muchos de sus poemas trata de igual forma lo cotidiano con lo hondo, Neruda hizo odas a la alcachofa, a la cebolla, y describía las cosas, porque se extrañaba ante las cosas, como buen poeta, como buen niño que es el poeta. Bukowski también se extrañaba ante las cosas, ante las situaciones más que ante las cosas, y las describía, las contaba en narrativa con un humor inigualable; en poesía con una emoción trémula igual de cáustica que la que emplea en narrativa, pero más honda y alta, con más temblor poético, Bukowski en poesía es un autor a explorar y revalorizar, es un poeta inmenso.


Como inmensos -e igual de ácratas- son los poemas de "La madalena de Bukowski", del madrileño Fernando Barbero Carrasco, quien en su biografía se presenta como un autodidacta, mas su obra muestra un caudal léxico y de visión del mundo que emociona, golpea duro como el lumpen americano. Barbero es un gran boxeador de la palabra. Cada poema es un ring del que siempre desciende victorioso. Golpeó como quiso, no le importó ganar o perder, sólo decir.

Esa es la victoria de la poesía. Y más de la poesía comprometida, como la de Barbero, estamos ante un autor que da un paso adelante y denuncia las injusticias. Eso lo coloca en un valor más alto, para mí, que el de un mero contador de emociones particulares (de las que se puedan, no obstante, extraer universales). Aunque también, en su variedad de registros, o de decires, Francisco se coloca en todas las habitaciones de esta casa, y tan pronto puede registrar en el poema "No tengo miedo": "No tengo miedo/ a la muerte/ porque cuando llegue/ tú estarás a mi lado". Como nos sorprende con licencias argumentales muy novedosas, como la que aparece en la página 26 del libro, en el poema de nombre "24 de diciembre de 2016", cuyo único verso reza: "Si has leído el poema anterior, olvídalo". Esa interpelación tan directa, esa ironía tan bella y aguda, ese reconocer la inanidad de todo y a la vez la humidad de que todos andamos en un mismo camino de tropiezos y avances, hace de la humildad de Barbero Carrasco una cuestión memorable.

Me gusta mucho la forma en que el autor enreda, entrelaza, conceptos, marcos, colores, muchos de sus poemas son como letras de canción, por la manera en que hace caer un verso donde habla de algo, luego otro habla de otra cosa "distinta" y así, como en una trenza que sorprende por la variedad de colores y sonidos, mediante ecos internos o explícitos, el autor logra emocionar, por el collage conseguido de significados inconscientes. Ejemplo: "los intestinos se me revuelven/ y temo echar los paquetes al suelo/ como cuando de niña parí a mi Graciela/ Este sería un parto muy diferente."

Increíble la belleza del poema "Ropa tendida en Melilla y Ceuta", donde el autor coloca a los ciudadanos, esas sombras actuales de lo que fuimos en tiempos cuando éramos libres, como "ropa tendida". Un fragmento: "Vivo en un país/ en que los hombres/ se tienden como ropa// En un país/ en que otros hombres/ arrojan al vacío a los primeros."

"Listado de promesas a cumplir para ser feliz" es una ironía a los deberes que se le ponen al hombre y mujer comunes desde el instrumento del pensamiento único, y el autor, como un niño obligado por el profesor a escribir varias veces la misma frase como castigo, describe lo que hará para sentirse bien (con sorna, por supuesto): "Veré la tele con actitud positiva/ Prestaré atención a lo que dicen los tertulianos [...]/ Votaré a los partidos favorecidos por las encuestas [...] / No discutiré con personas de otras ideologías". En fin, ironizando despliega la estupidez humana, esa moderna "tolerancia" llevada al extremo de soportar violaciones de los derechos humanos, ante nuestros ojos, sólo porque viajan bajo un marco religioso "legal" o cultural o tradicional. No, Barbero no se resigna. Y avanza. En su poema "Hoy he bajado al trastero" muestra la forma en que el autor odia el encallamiento, y anuncia que el movimiento, sobre todo el mental, es nuestra única posibilidad de salvación. En dicho poema describe cómo baja al trastero familiar y observa objetos que le traen grandes recuerdos, de hechos pasados. se podría decir que ásperos, no bonitos: "han aparecido los retratos de mis padres y de mi hermano/ y sus sonrisas, tan alejadas de la idea de la muerte". El poema se finaliza con un "He cerrado la puerta y he subido a casa: a la vida".

Fernando Barbero Carrasco tiene publicados, entre otros, los libros "El sueño de Homero", "Diario de un caminante boquiabierto", "El vértigo de su mirada" y "Breve y somera historia del anarquismo. Precedentes, impulso anárquico e historia del pensamiento y acción ácrata".

Si queremos leer una poesía diferente y con aliento absolutamente personal, con "La madalena de Bukouski", Amargord Ediciones, 2020, estamos ante un libro que responderá a esa necesidad. Y daremos un sí a la lucha de un autor verdaderamente comprometido de palabra y obra. Barbero es voluntario de la ONG AMPARA, desde donde realiza talleres de escritura creativa en las cárceles. "Formemos archipiélagos/ y continentes con montañas/ y ríos y lagos."

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