Aunque no estaba en su agenda, Rajoy ha aceptado entrar en el avispero griego para detener a los “podemos” de Syriza. Se le vio muy animado en la manifestación de París junto a Antoni Samaras, al que todas las encuestas le dan un telediario griego.

Probablemente sabe que Grecia decide el futuro de Europa y el suyo personalmente. Rajoy, que podría haber estado gallego y al quite, se ha armado de valor y ha querido coger el toro por los cuernos. Un toro griego rabioso que viene de izquierda con fortaleza sobre el albero.

Como un incauto Teseo, Rajaoy ha decidido entrar en el laberinto griego y colocarle una par de banderillas castizas al minotauro de Syriza. Sin embargo, Rajoy no tiene a ninguna Ariadna que le ofrezca el ovillo de hilo para salir de este laberinto tras derrotar al monstruo. Algunos dicen que esta Ariadna, con la que hace tiempo está casado, no es otra que la protagonista de la saga germánica: Ángela Merkel. Y mírenlo, como un nuevo Sigfrido, tratando de matar a Syriza y bañándose en su sangre, para que aprendan los de Podemos que a él todavía no lo han matado.

Rajoy ha decidido con este acto simbólico unir su destino al de Samaras. Supongo que sus asesores en un primer momento le han dicho: presidente, que nos la pegamos. Pero Rajoy es tozudo. Una persona que no ha visto tantas corruptelas en el interior de su propio partido es incapaz de ver dónde se está metiendo. Con su pan se lo coma, pero Arriola seguro que ha estado al borde de un ataque de nervios.

¿Y qué va a vender Rajoy en Grecia?
Humo. Lo que está vendiendo en España, que hemos salido de la crisis, que España crece y que, gracias a que hemos hecho los deberes, subiremos a los cielos y seremos santos, y patín y patatán.

Eso es lo que le ha pedido Samaras, que le venda humo. Y es que hay muchos griegos, como en España, que están amilanados, acogotados, ante la posibilidad de que Syriza-Podemos gane las elecciones. Por lo pronto, los capitales han comenzado a salir poniendo pies en polvorosa.

Este es el primer round de una larga campaña electoral de combate contra Podemos que para Rajoy comienza ya en Grecia.