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Si Scott Roth -del que se duda, por muchas razones, de que llegue incluso al partido del domingo frente al Gipuzkoa Basket- pensaba utilizar la Eurocup como torneo de evasión de la dura realidad de la Liga Endesa, queda claro que la participación de su equipo en la segunda ronda de la competición le puede salir muy "rana".
Más aún con el pulso -en plan "harakiri"- echado al club, primero con el quinteto colocado durante el último cuarto, con el partido más que decidido; y segundo, con la incendiaria comparecencia de prensa en la que ha arremetido contra todos, menos contra sí mismo. Empezando, sin nombrarle eso sí, por el propietario Jeffrey Meythaler; y dejando entrever que Galilea, director deportivo y general, no es actualmente sino una especie de monigote, sin voz ni voto que valgan a la hora de controlar la ¿planificación? deportiva.
Ostende, sin esfuerzo alguno
Pero vayamos al partido en sí. Y es que desde el primer cuarto se vio muy claro que el Ostende, sin necesidad de hacer gran cosa, se acabaría llevando el partido de calle. Los belgas, haciendo lo justito, cogieron rápidamente ventajas superiores a los diez puntos, encenciendo un día más los ánimos de los poquísimos fieles que se han dado cita esta noche en San Pablo, cada vez menos. 690, más concretamente, según la estadística oficial de la Eurocup; muchos menos según la visión real de las cosas; diríamos que ni 300.
Sin necesidad de defender fuerte -porque los locales ya se encargaban de malograr sus ataques con triples errados o tiros forzados y mal seleccionados-, y con una decente efectividad, el Telenet Ostende empezó a marcharse en los primeros diez minutos; y en el segundo cuarto, con los aleros Gillet, Salumu y Prince acertados desde el exterior, sentenciaron el choque.
La renta avanzó hasta los 23 puntos de máxima (22-45, min 18), con una jugada significativa de lo que estaba sucediendo: taponazo sufrido por un Byars que contaba ya en su mente con una canasta clara, contraataque y triple de Wilkinson, el séptimo de su equipo hasta el descanso largo.
La jugada, como no podía ser de otra forma, despertó las iras de los fieles sevillanos, los de la Peña La Keka, que dieron rienda suelta a su ironía con el grito tan claro como significativo de "Galilea, salta al campo y juega tú", quizás sin saber que el ex base de Barcelona y Real Madrid entre otros, según Roth, no es sino una marioneta puesta ahí por Meythaler, vaya usted a saber por qué razón.
Los dos últimos cuartos han sido, para todos menos para el Telenet Ostende, un auténtico suplicio. Con los jugadores del Baloncesto Sevilla frustrados y Roth pidiendo tiempos muertos a deshora, los contadísimos espectadores prorrumpieron, esta vez todos ellos, en su tradicional grito solicitando la marcha del técnico norteamericano, especialmente cuando la ventaja belga llegó a los 30 puntos (40-70, min 28) tras un nuevo triple de Gillet.
Y para culminar la noche... Watts
Y, por si faltaba algo para la "fiesta", Roth decidió dar ingreso en cancha en los minutos finales a Gallardo, Thames... pero, sobre todo, al pitorreado Dane Watts que, para más inri, se tomó su entrada con mucha calma, tardando lo suyo en quitarse el chándal, probablemente con una indignación más que visible merced, con perdón, al "marrón" que su técnico le estaba haciendo comerse en un partido que todo aquel relacionado con el Baloncesto Sevilla estaba deseando que se terminase lo antes posible.
Dos clamorosos fiascos -Thames y Watts- traídos por Meythaler -de los que el técnico no tiene culpa alguna, según él-; y el más inexperto -Gallardo- de los muchos jóvenes que hay en la plantilla; lo que tampoco es culpa suya. ¿Casualidades?
El esperpento terminó con 63-94. El domingo, nuevo plebiscito casero ante el Gipuzkoa Basket... ¿con Roth como "utillero-entrenador"? Veremos, porque esta noche, con el resultado y su actitud general, no cabe dudas de que ha comprado una gran cantidad de papeletas -casi todas, por no decir todas directamente- para no llegar el fin de semana.
El Betis Baloncesto falló en el momento clave. O, mejor dicho, un Covirán Granada guerrero y voluntarioso le hizo fallar, hasta el punto de meterlo en un lío del que probablemente no vaya a salir. Los granadinos, que perdían hasta por nueve puntos a menos de cuarto y medio para el final, se repusieron hasta el punto de lograr una victoria que le deja con más vida aún de lo que ya parece. El Betis depende de sí mismo pero tendrá que ganar nada menos que en Madrid si no quiere consumar el descenso.
El Betis Baloncesto ha caído esta tarde en San Pablo ante el Barça, cuya victoria le sirve para mantener el liderato de la liga ACB justo antes de desplazarse a Kaunas para intentar certificar su clasificación para la "Final Four" de la Euroliga. Los verdiblancos, muy laxos y endebles durante la primera mitad, han llegado demasiado tarde al choque y, cuando han despertado, ya era demasiado tarde para intentar apretar de verdad. Pese a ello la derrota previa del Covirán Granada le sirve para permanencer fuera del descenso,
El Betis Baloncesto ha conseguido esta noche una victoria tan necesaria como ciertamente engañosa frente al colista de la liga ACB, el Carplus Fuenlabrada que, pese a sumar solamente cuatro triunfos y ponerse veinte abajo en el segundo cuarto, le ha peleado el triunfo a los de Casimiro -aunque sin llevarles al límite- casi hasta el final.
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