Una mezquita de la localidad sueca de Uppsala, ubicada 78 kilómetros
al oeste de la capital, Estocolmo, ha sido incendiada este jueves, en el
tercer incidente de este tipo en el país en la última semana, según ha
informado la agencia sueca de noticias TT.
"Así no es Suecia, así no son los suecos. Lo más importante ahora es
que todo el mundo se aleje de esto", ha valorado el primer ministro,
Stefan Lofven. "Me gustaría aplaudir a los que han mostrado su apoyo.
En Suecia no hay que tener miedo cuando uno profesa su religión", ha
agregado.
El día de Navidad, cinco personas resultaron heridas por cortes e inhalación de humo en
la explosión y posterior incendio de otra mezquita en la ciudad de Eskilstuna, en el sureste
del país. Posteriormente, el 29 de diciembre se registró un incendio en una mezquita de la
ciudad sureña de Eslov, suceso que se saldó sin heridos.
Estos incidentes se enmarcan en la creciente tensión por el auge de la ultraderecha, que
aboga por reducir la inmigración, en su mayoría musulmana, para mantener el carácter
nórdico de Suecia.
Según las últimas encuestas, el Partido Demócrata sueco (un partido derechista
contrario a la inmigración) ganaría unas futuras elecciones. La formación pide que se
reduzcan las concesiones de asilo a los inmigrantes que, en la actualidad, se conceden al
90 por ciento de los solicitantes.