El Real Madrid se dejó el liderato de la Liga Endesa en el Palau
Blaugrana, tras volver a caer (76-68) contra el FC Barcelona en un
encuentro en el que no pudo con el juego interior de los azulgrana,
encabezado por Justin Doellman y Ante Tomic, con 24 puntos y 15
rebotes en total, ni aprovechar sus importantes bajas en el perímetro.
Así se volvió a consumar una campaña más el maleficio del Madrid en
el Palau, donde no gana casi desde una década con plantillas y técnicos de todos los
calibres, y cedió el coliderato de la competición doméstica al Unicaja, que derrotó al
Movistar Estudiantes y es primero por delante ahora de los de Xavi Pascual.
Sin los lesionados Navarro, Oleson ni Abrines, el Barça se empleó en la 'pintura' para
mantener la magia del Palau, un fortín en el que el Real Madrid no había ganado en los
ocho cursos precedentes. Después de un arranque esperanzador (6-11), el grupo de Pablo
Laso liderado por Sergio Llull parecía ajeno a la pugna bajo los aros.
En cambio, Tomic, el 'MVP' del ejercicio pasado Doellman y Thomas fueron imponiendo
su poderío en la zona visitante para dar un vuelco al encuentro, que ya empezó a cambiar
de guión (24-22) al final del primer parcial sin que hubiera noticias de los pívots blancos -
Ayón, Reyes y Bourousis, sólo 4 puntos entre los tres- al descanso.
La inercia se consolidó en el inicio del segundo cuarto, en el que los de Pascual se
movían con distancias cercanas a los 10 puntos (39-29, 41-31), aunque una tímida
reacción con un parcial de 4-9 hizo que la sangría fuera menor para los de Laso hasta la
canasta postrera de Marcelinho Huertas (47-40, min. 20).
El acierto exterior de Llull y el lituano Maciulis, la mejor pieza blanca este domingo, con
14 puntos, apretó el tanteador (49-46, 54-51) en el arranque del tercer cuarto, en el que los
blaugrana se ahogaron en la defensa de su rival y no encontraron la vía de penetración en
la zona de los minutos anteriores.
Fue un espejismo. Como también el triple de Carroll que devolvió la desventaja de 3 puntos (63-60) en el inicio del último parcial. Una serie de 8-0 para los locales (71-60)
sentenció ya a un Real Madrid sin Sergio Rodríguez -apenas tuvo una presencia
testimonial- ni capacidad de respuesta.
El Barça echó balones al 'tallo' alemán Pleiss para acabar de sentenciar el encuentro en
los minutos finales. Sin sus estrellas, los azulgrana mantuvieron el maleficio para los de
Laso. Lo dijo Huertas con el triunfo ya en la mano al término del 'clásico': "El Barça nunca
se rinde. Hay que honrar el escudo que tenemos cosido en el pecho".