Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | GOBIERNO | Pedro Sánchez | PP
“Viveza es la habilidad mental para manejar los efectos de un problema sin resolver el problema”. Marco Denevi

​Sánchez ha preparado una recepción que oculte su fracaso

|

Hace poco se atribuía ser el gestor de la “proeza” de haber salvado la vida de cuatrocientos mil españoles, poco después se puso el uniforme de Superman para acudir en plan de Cid Campeador a ponerles las peras a cuarto a los holandeses y a quienes osaran regatearle a España y a su gobierno el derecho a gastarse el dinero de todos los europeos así como le viniera en gana al gobierno que comparten con los señores de Podemos: Algunos, incluso, creímos ver en su actitud, en su desparpajo, en su ir de sobrado y, por qué no, en su pose de improvisado líder de aquellos que tenían la delicada misión de acordar cómo se iban a distribuir, en qué cantidades, con qué requisitos y en cuántos plazos se iban a entregar las ayudas que, la UE, tenía previsto destinar a aquellas naciones especialmente afectadas por la pandemia del coronavirus que tanto destrozo ha venido produciendo en todos aquellos lugares en los que el virus ha podido ensañarse con sus habitantes.


Pero, como ya es habitual en el señor Pedro Sánchez, todo en él no es más que fachada, no hay en este hombre nada más que el convencimiento que tiene de que está en este mundo para retener el poder, vender a quienes le han venido apoyando una imagen estereotipada y edulcorada de lo que la gente, en general, identifica como la de un presidente que se desvive por su pueblo, que no piensa en nada más que en mejorar la vida de los pobres y que está dispuesto a todo para que la “igualdad” entre todos los españoles sea un hecho incontrovertible aunque, irónicamente, para conseguirlo fuere necesario acabar con España y con el bienestar del que hemos gozado desde hace años, hasta que se produjo el vuelco de gobierno que nos trajo de la mano el señor Pedro Sánchez y a todos aquellos personajes que, como él, se dejaban guiar por el rencor, la ambición, el revanchismo y por la obsesión de acabar con la derecha y el capitalismo, sin que los métodos que tuvieran que utilizar y la forma en que ponerlos en práctica, tuvieran que sujetarse a la legalidad, la ética, la honradez, las prácticas democráticas y el respeto por las ideas ajenas.

El conocido eslogan de que “el fin justifica los medios” como se desprende, claramente, de las teorías políticas de Nicola Maquiavelo, ha venido a ser una constante durante el periplo político del actual líder del PSOE, que ha sabido utilizar como nadie sus indudables dotes histriónicas para presentarse como el salvador de España, a la vez que ha tenido la habilidad de trasladar, a la oposición de centro derecha, la responsabilidad de todo aquello en lo que, el actual gobierno ha fracasado como si, en realidad, el hecho de gobernar y dirigir la política y las instituciones de una nación, cuando se tiene la mayoría absoluta de escaños, pudiera eximir a los gobernantes de sus responsabilidades de gobierno, fueren cuales fueren los comportamientos de la oposición que, por otra parte, es la que tiene la obligación de fiscalizar, corregir, denunciar y protestar de todo aquello que, a su juicio, el Gobierno está haciendo mal.

Ahora, a toro pasado, cuando la cuestión de las ayudas a los países perjudicados por la crisis causada por el Covid 19 parece que acaba de ser pactada; no cómo hubiera deseado nuestro Presidente, sino muy mediatizada por los obstáculos que el primer ministro de Holanda y sus colegas del norte han conseguido imponer a los países más poderosos, para que la parte de las ayudas que se les van a conceder que se puedan considerar a fondo perdido no se convierta en un hucha que pueda ser utilizada por el gobierno de la nación que la recibe, en la que pueda introducir la mano para ir sacando, a su libre albedrío, las cantidades que estimara pertinente para dedicarlo a los fines partidistas, destinos poco fiables, subvenciones a amigos y colaboradores, aumento de funcionarios públicos o pagos a asesores que, en número desproporcionado y coste insoportable no tengan otro fin que el de crear un enchufismo y una burocracia agradecida que los ayude a mantenerse en el poder. No, el señor Pedro Sánchez no puede venir a intentar hacernos creer que gracias a sus esfuerzos y sus influencias ha conseguido salirse con la suya cuando, la evidencia es insoslayable, que España durante los seis años en los que se va a ir desarrollando la distribución de las ayudas, no sólo de las que se concederán a título de préstamo con la obligación de devolver, sino en aquellas otras que se considerarán como sin retorno, va a verse obligada a justificar, euro a euro, el destino que se le ha dado; con la particularidad de que si se incumpliese por parte del gobierno español, esta obligación la espita se puede cerrar y, probablemente, se le puede exigir a nuestra nación la devolución de lo recibido indebidamente.

¿Qué ha pasado, señor Sánchez, con aquello de que la reforma laboral que Rajoy hizo, con magníficos resultados, iba a ser derogada inmediatamente gracias a la petición del señor Iglesias? Ya lo advertimos, en su día cuando esta “brillante” idea del señor Iglesias fue apoyada por los socialistas vascos, al firmar un acuerdo por el que el PSOE se comprometía a acabar con la susodicha reforma. Se creyeron que una reforma impuesta por la UE a España, para que se nos concedieran los 40.000 millones que se necesitaban para evitar el desmoronamiento de nuestro sistema de cajas de ahorros y pensiones, mal gobernado, peor administrado y, evidentemente, objeto de expolio por una parte de quienes las dirigían; iba a ser algo que se nos ofrecía de gratis. No ha tardado la UE y aquellos países que en su derecho han querido que los sacrificios económicos que van a tener que hacer para evitar el desmoronamiento de Europa, sean gratuitos y que, quienes reciban las ayudas puedan hacer un uso indebido de ello organizando a su manera, bajo directrices del comunismo bolivariano una economía estatalizada desoyendo las exigencia de una Europa que no está dispuesta a que el sur de la Unión se convierta en una cabeza de puente del comunismo internacional.

Haría muy bien, el señor Sánchez, de reconsiderar la política errática y deslavazada que ha estado imponiendo a los españoles y cuyas consecuencias ya estamos soportando, y se alejara de la influencia nefasta de los comunistas de Unidas Podemos, haciendo caso a los consejos que se le han venido dando desde sus colegas europeos que, con toda seguridad no pueden ver con buenos ojos que un gobierno con comunistas se haya hecho cargo de una de las naciones más importante de la CE, todavía más desde que el Reino Unido dejó de pertenecer a la UE, no le va a ser suficiente al actual gobierno el hecho de que se le vayan dando ayudas desde Europa si, como parece que está ocurriendo, los rebrotes del Covid 19, más de 160 durante los últimos días, con especial virulencia en comunidades tan importantes como Cataluña en la que la evidente incapacidad de Torra y su equipo para evitar los contagios no ha hecho más que confirmar la incapacidad y absoluta ineptitud de este personaje, un verdadero lastre para la comunidad catalana.

El señor Pedro Sánchez ya se puede ir despidiendo de aquellos presupuestos tan expansivos que se había hecho la ilusión de poder tener aprobados para el próximo año, ni siquiera sabemos que se vayan a poder aprobar otros menos ambiciosos y sea preciso continuar manteniendo los del señor Montoro, del PP, que por raro que pudiera parecer, dados los años que llevan los socialistas en el poder, parece que nadie ha sido capaz de encontrar otros que los mejoren.

Y no queremos dejar de comentar algo que clama al cielo y que parece que nadie ha considerado necesario comentar. Se trata de que la Justica (tardona pero finalmente justa) está derribando acusaciones que afectaban a varios militantes del PP y que, pasados los años, se va demostrando que aquellas acusaciones de la oposición, aquellas vestiduras rasgadas de las izquierdas convertidas en juez y parte y aquel abuso de la prensa cargando contra aquellas personas que ahora, cuando los tribunales han decidido, resulta que han salido absueltas. Absueltas pero todos ellos han tenido que ir soportando, durante años, el estigma de ser acusados de ser delincuente cuando se ha demostrado que, aquellas acusaciones por las que se han visto obligados a soportar el escarnio de ser considerados delincuentes, no tenían fundamento alguno y sí, evidentemente, toda la mala baba de quienes han pretendido utilizar la Justicia en beneficio de sus intereses espurios de desacreditar a personas honestas que han tenido que soportar ser acusados de delitos que no cometieron. ¿Quiénes, de los acusadores, van a pedir perdón públicamente? ¿Qué periódicos van a rectificar publicando la sentencia y entonando el mea culpa? ¡Ninguno! Y lo peor será que ni las propias víctimas de semejante maquinaciones, tampoco van a exigir la reparación a la que tienen derecho, probablemente por miedo a que aquello que ya parecía olvidado pueda volver a perjudicarlos.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, estamos obligados a tener que soportar que un personaje que ha salido escaldado de la reunión sobre el reparto de las subvenciones que Europa va a otorgar a los países más perjudicados; cuando se creyó que iba a un paseo triunfal en el que se le darían todas las facilidades para utilizar los apoyos que se van a recibir, para su uso propio, sin que se le exigiera comprobante alguno sobre el reparto que se iba a hacer, sus destinatarios, las condiciones, los resguardos y los resultados obtenidos por los beneficiarios de la subvención. En efecto el señor presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podrá intentar dorar la píldora, se hará recibir por los suyos como si fuera un héroe romano con una corona de laurel pero, no se dejen engañar, no se trata más que de otra de las triquiñuelas para que, los bobalicones que siguen creyendo en ellos, se traguen otro de los anzuelos con los que los ha tenido amarrados a su persona y a sus engaños para captar su voto.

​Sánchez ha preparado una recepción que oculte su fracaso

“Viveza es la habilidad mental para manejar los efectos de un problema sin resolver el problema”. Marco Denevi
Miguel Massanet
miércoles, 22 de julio de 2020, 08:27 h (CET)

Hace poco se atribuía ser el gestor de la “proeza” de haber salvado la vida de cuatrocientos mil españoles, poco después se puso el uniforme de Superman para acudir en plan de Cid Campeador a ponerles las peras a cuarto a los holandeses y a quienes osaran regatearle a España y a su gobierno el derecho a gastarse el dinero de todos los europeos así como le viniera en gana al gobierno que comparten con los señores de Podemos: Algunos, incluso, creímos ver en su actitud, en su desparpajo, en su ir de sobrado y, por qué no, en su pose de improvisado líder de aquellos que tenían la delicada misión de acordar cómo se iban a distribuir, en qué cantidades, con qué requisitos y en cuántos plazos se iban a entregar las ayudas que, la UE, tenía previsto destinar a aquellas naciones especialmente afectadas por la pandemia del coronavirus que tanto destrozo ha venido produciendo en todos aquellos lugares en los que el virus ha podido ensañarse con sus habitantes.


Pero, como ya es habitual en el señor Pedro Sánchez, todo en él no es más que fachada, no hay en este hombre nada más que el convencimiento que tiene de que está en este mundo para retener el poder, vender a quienes le han venido apoyando una imagen estereotipada y edulcorada de lo que la gente, en general, identifica como la de un presidente que se desvive por su pueblo, que no piensa en nada más que en mejorar la vida de los pobres y que está dispuesto a todo para que la “igualdad” entre todos los españoles sea un hecho incontrovertible aunque, irónicamente, para conseguirlo fuere necesario acabar con España y con el bienestar del que hemos gozado desde hace años, hasta que se produjo el vuelco de gobierno que nos trajo de la mano el señor Pedro Sánchez y a todos aquellos personajes que, como él, se dejaban guiar por el rencor, la ambición, el revanchismo y por la obsesión de acabar con la derecha y el capitalismo, sin que los métodos que tuvieran que utilizar y la forma en que ponerlos en práctica, tuvieran que sujetarse a la legalidad, la ética, la honradez, las prácticas democráticas y el respeto por las ideas ajenas.

El conocido eslogan de que “el fin justifica los medios” como se desprende, claramente, de las teorías políticas de Nicola Maquiavelo, ha venido a ser una constante durante el periplo político del actual líder del PSOE, que ha sabido utilizar como nadie sus indudables dotes histriónicas para presentarse como el salvador de España, a la vez que ha tenido la habilidad de trasladar, a la oposición de centro derecha, la responsabilidad de todo aquello en lo que, el actual gobierno ha fracasado como si, en realidad, el hecho de gobernar y dirigir la política y las instituciones de una nación, cuando se tiene la mayoría absoluta de escaños, pudiera eximir a los gobernantes de sus responsabilidades de gobierno, fueren cuales fueren los comportamientos de la oposición que, por otra parte, es la que tiene la obligación de fiscalizar, corregir, denunciar y protestar de todo aquello que, a su juicio, el Gobierno está haciendo mal.

Ahora, a toro pasado, cuando la cuestión de las ayudas a los países perjudicados por la crisis causada por el Covid 19 parece que acaba de ser pactada; no cómo hubiera deseado nuestro Presidente, sino muy mediatizada por los obstáculos que el primer ministro de Holanda y sus colegas del norte han conseguido imponer a los países más poderosos, para que la parte de las ayudas que se les van a conceder que se puedan considerar a fondo perdido no se convierta en un hucha que pueda ser utilizada por el gobierno de la nación que la recibe, en la que pueda introducir la mano para ir sacando, a su libre albedrío, las cantidades que estimara pertinente para dedicarlo a los fines partidistas, destinos poco fiables, subvenciones a amigos y colaboradores, aumento de funcionarios públicos o pagos a asesores que, en número desproporcionado y coste insoportable no tengan otro fin que el de crear un enchufismo y una burocracia agradecida que los ayude a mantenerse en el poder. No, el señor Pedro Sánchez no puede venir a intentar hacernos creer que gracias a sus esfuerzos y sus influencias ha conseguido salirse con la suya cuando, la evidencia es insoslayable, que España durante los seis años en los que se va a ir desarrollando la distribución de las ayudas, no sólo de las que se concederán a título de préstamo con la obligación de devolver, sino en aquellas otras que se considerarán como sin retorno, va a verse obligada a justificar, euro a euro, el destino que se le ha dado; con la particularidad de que si se incumpliese por parte del gobierno español, esta obligación la espita se puede cerrar y, probablemente, se le puede exigir a nuestra nación la devolución de lo recibido indebidamente.

¿Qué ha pasado, señor Sánchez, con aquello de que la reforma laboral que Rajoy hizo, con magníficos resultados, iba a ser derogada inmediatamente gracias a la petición del señor Iglesias? Ya lo advertimos, en su día cuando esta “brillante” idea del señor Iglesias fue apoyada por los socialistas vascos, al firmar un acuerdo por el que el PSOE se comprometía a acabar con la susodicha reforma. Se creyeron que una reforma impuesta por la UE a España, para que se nos concedieran los 40.000 millones que se necesitaban para evitar el desmoronamiento de nuestro sistema de cajas de ahorros y pensiones, mal gobernado, peor administrado y, evidentemente, objeto de expolio por una parte de quienes las dirigían; iba a ser algo que se nos ofrecía de gratis. No ha tardado la UE y aquellos países que en su derecho han querido que los sacrificios económicos que van a tener que hacer para evitar el desmoronamiento de Europa, sean gratuitos y que, quienes reciban las ayudas puedan hacer un uso indebido de ello organizando a su manera, bajo directrices del comunismo bolivariano una economía estatalizada desoyendo las exigencia de una Europa que no está dispuesta a que el sur de la Unión se convierta en una cabeza de puente del comunismo internacional.

Haría muy bien, el señor Sánchez, de reconsiderar la política errática y deslavazada que ha estado imponiendo a los españoles y cuyas consecuencias ya estamos soportando, y se alejara de la influencia nefasta de los comunistas de Unidas Podemos, haciendo caso a los consejos que se le han venido dando desde sus colegas europeos que, con toda seguridad no pueden ver con buenos ojos que un gobierno con comunistas se haya hecho cargo de una de las naciones más importante de la CE, todavía más desde que el Reino Unido dejó de pertenecer a la UE, no le va a ser suficiente al actual gobierno el hecho de que se le vayan dando ayudas desde Europa si, como parece que está ocurriendo, los rebrotes del Covid 19, más de 160 durante los últimos días, con especial virulencia en comunidades tan importantes como Cataluña en la que la evidente incapacidad de Torra y su equipo para evitar los contagios no ha hecho más que confirmar la incapacidad y absoluta ineptitud de este personaje, un verdadero lastre para la comunidad catalana.

El señor Pedro Sánchez ya se puede ir despidiendo de aquellos presupuestos tan expansivos que se había hecho la ilusión de poder tener aprobados para el próximo año, ni siquiera sabemos que se vayan a poder aprobar otros menos ambiciosos y sea preciso continuar manteniendo los del señor Montoro, del PP, que por raro que pudiera parecer, dados los años que llevan los socialistas en el poder, parece que nadie ha sido capaz de encontrar otros que los mejoren.

Y no queremos dejar de comentar algo que clama al cielo y que parece que nadie ha considerado necesario comentar. Se trata de que la Justica (tardona pero finalmente justa) está derribando acusaciones que afectaban a varios militantes del PP y que, pasados los años, se va demostrando que aquellas acusaciones de la oposición, aquellas vestiduras rasgadas de las izquierdas convertidas en juez y parte y aquel abuso de la prensa cargando contra aquellas personas que ahora, cuando los tribunales han decidido, resulta que han salido absueltas. Absueltas pero todos ellos han tenido que ir soportando, durante años, el estigma de ser acusados de ser delincuente cuando se ha demostrado que, aquellas acusaciones por las que se han visto obligados a soportar el escarnio de ser considerados delincuentes, no tenían fundamento alguno y sí, evidentemente, toda la mala baba de quienes han pretendido utilizar la Justicia en beneficio de sus intereses espurios de desacreditar a personas honestas que han tenido que soportar ser acusados de delitos que no cometieron. ¿Quiénes, de los acusadores, van a pedir perdón públicamente? ¿Qué periódicos van a rectificar publicando la sentencia y entonando el mea culpa? ¡Ninguno! Y lo peor será que ni las propias víctimas de semejante maquinaciones, tampoco van a exigir la reparación a la que tienen derecho, probablemente por miedo a que aquello que ya parecía olvidado pueda volver a perjudicarlos.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, estamos obligados a tener que soportar que un personaje que ha salido escaldado de la reunión sobre el reparto de las subvenciones que Europa va a otorgar a los países más perjudicados; cuando se creyó que iba a un paseo triunfal en el que se le darían todas las facilidades para utilizar los apoyos que se van a recibir, para su uso propio, sin que se le exigiera comprobante alguno sobre el reparto que se iba a hacer, sus destinatarios, las condiciones, los resguardos y los resultados obtenidos por los beneficiarios de la subvención. En efecto el señor presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podrá intentar dorar la píldora, se hará recibir por los suyos como si fuera un héroe romano con una corona de laurel pero, no se dejen engañar, no se trata más que de otra de las triquiñuelas para que, los bobalicones que siguen creyendo en ellos, se traguen otro de los anzuelos con los que los ha tenido amarrados a su persona y a sus engaños para captar su voto.

Noticias relacionadas

Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto,  habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.

Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.

Las  conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto