Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Louvre | Armas | DROGAS
Si buscas la definición que recoge la RAE sobre el título de este artículo, te encontrarás que se trata del eufemismo de una palabrota

Gilipuertas

|

No me gusta hablar mal. Pero es que hay veces que la situación del mundo que te rodea te impele a calificar con palabras malsonantes a determinados individuos. No les llamo ciudadanos. El ciudadano es un ser comprensivo que convive con sus vecinos y procura hacerle a todos la vida más feliz. El ciudadano es educado, amable, respetuoso con sus mayores y sus tradiciones, transmisor de buenos sentimientos y mejores actitudes.

Cuando miras a tu alrededor te encuentras con un montón de individuos (lo siento, me niego a poner “e individuas”), que han olvidado sus orígenes, a los que odian y desprecian por completo. A consecuencia del problema racial de los Estados Unidos, han surgido movimientos de solidaridad con la raza negra, bastante encomiables, por el resto de los países “civilizados”. ¿El cómo? Eso es harina de otro costal. Como siempre, algunos “individuos” han aprovechado para hacer de las suyas.

Inmediatamente han surgido los “gilipuertas” de turno, que quieren reescribir la historia y reniegan de cuantos logros han conseguido aquellos que se han preocupado por luchar por su tierra o por sus gentes. Se han propuesto defenestrar a todo aquél que la sociedad ha decidido destacar con una estatua, una calle o una pintura.

Van a tener que quemar el Prado o el Louvre. Echar abajo el Vaticano o la Catedral de Burgos. Demoler la estatua de Lincoln o las Pirámides de Egipto. Gilipuertas en acción.

Cuando consigan limpiar el “saloon” del Parlamento de armas y drogas, se plantearán volver a limpiar las calles de nombres execrables. Ya se hizo hace años cuando se cambió en alguna ciudad nombres como el de Calle de la Concepción por “cuesta del piojo”. Siguen destrozando todo cuanto huela a historia o creencias. ¡Cómo me acuerdo de aquella Enciclopedia Álvarez! Ahora tendría que recoger una nueva edad posterior a la Contemporánea. Se denominará “La edad de todo a tomar por saco”. Todo en manos del “homo gilipuerticus”.

Gilipuertas

Si buscas la definición que recoge la RAE sobre el título de este artículo, te encontrarás que se trata del eufemismo de una palabrota
Manuel Montes Cleries
jueves, 18 de junio de 2020, 09:04 h (CET)

No me gusta hablar mal. Pero es que hay veces que la situación del mundo que te rodea te impele a calificar con palabras malsonantes a determinados individuos. No les llamo ciudadanos. El ciudadano es un ser comprensivo que convive con sus vecinos y procura hacerle a todos la vida más feliz. El ciudadano es educado, amable, respetuoso con sus mayores y sus tradiciones, transmisor de buenos sentimientos y mejores actitudes.

Cuando miras a tu alrededor te encuentras con un montón de individuos (lo siento, me niego a poner “e individuas”), que han olvidado sus orígenes, a los que odian y desprecian por completo. A consecuencia del problema racial de los Estados Unidos, han surgido movimientos de solidaridad con la raza negra, bastante encomiables, por el resto de los países “civilizados”. ¿El cómo? Eso es harina de otro costal. Como siempre, algunos “individuos” han aprovechado para hacer de las suyas.

Inmediatamente han surgido los “gilipuertas” de turno, que quieren reescribir la historia y reniegan de cuantos logros han conseguido aquellos que se han preocupado por luchar por su tierra o por sus gentes. Se han propuesto defenestrar a todo aquél que la sociedad ha decidido destacar con una estatua, una calle o una pintura.

Van a tener que quemar el Prado o el Louvre. Echar abajo el Vaticano o la Catedral de Burgos. Demoler la estatua de Lincoln o las Pirámides de Egipto. Gilipuertas en acción.

Cuando consigan limpiar el “saloon” del Parlamento de armas y drogas, se plantearán volver a limpiar las calles de nombres execrables. Ya se hizo hace años cuando se cambió en alguna ciudad nombres como el de Calle de la Concepción por “cuesta del piojo”. Siguen destrozando todo cuanto huela a historia o creencias. ¡Cómo me acuerdo de aquella Enciclopedia Álvarez! Ahora tendría que recoger una nueva edad posterior a la Contemporánea. Se denominará “La edad de todo a tomar por saco”. Todo en manos del “homo gilipuerticus”.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto